29 de junio de 2016

UN PRIISTA QUE VA DE CARGO EN CARGO SE PERFILA COMO EL PRÓXIMO FISCAL ANTICORRUPCIÓN DE VERACRUZ

Por Rosalinda Morales

XALAPA, Ver.- Francisco Portilla Bonilla, quien se perfila como el futuro primer Fiscal Anticorrupción que tendráVeracruz, es militante del PRI desde 1973. Si bien, su curricula inicia en las mesas del ministerio público, su lealtad a gobiernos priistas y los acuerdos por intereses políticos lo han movido en los últimos 15 años de puesto en puesto, pero sin terminar sus encomiendas: “brincar” de un cargo a otro, es su principal característica.

Su trayectoria lo muestra como un verdadero “chapulín gubernamental”, acomodado en el puesto que le ordene el gobernante de su partido en turno, y leal a su organismo político e intereses personales.

Este martes 28 de junio se realizaron las entrevistas entre los ocho aspirantes al cargo de Fiscal Anticorrupción y lo que ha molestado, es que en los pasillos de palacio legislativo, ya se menciona que son entrevistas “de mero trámite”, toda vez que el hoy ex secretario general del Congreso fue elegido por el propio Fiscal General de Veracruz,Luis Ángel Bravo, el martes pasado cuando llegó de forma sorpresiva al Congreso a “saludarlo”.

La elección no la hizo este poder autónomo, Legislativo, se decidió desde la oficina de Palacio de Gobierno, con miras –asegura Julen Rementería del PAN– a que haya un priista “leal, un fiscal a modo que proteja a los actuales funcionarios y al propio Javier Duarte cuando ya no sea gobernador, de cualquier investigación judicial en su contra”.

Muchos nombres sonaron. Sin embargo, un currículum de “lealtad impecable al PRI” en tiempos difíciles como éste, de transición de un color partidista en el gobierno a otro, como el que asumirá el primero de diciembre de este año, eran necesarios, afirman.

Un fiscal ligado a la actual clase gobernante, apoyado con tres nuevos magistrados que serían, según mencionan legisladores de oposición en la 63 Legislatura local, “afines a gobierno también”, podrían impedir una investigación judicial que dé con los culpables del saqueo de las arcas públicas, y entonces la impunidad quede sin castigarse y el PRI recupere la gubernatura en 2018, es el propósito afirman.

Francisco Portilla Bonilla nació el 14 de abril de 1949 en Tierra Blanca, Veracruz. Es licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana (UV). Tiene diplomados en Derecho Civil, Corporativo, Fiscal, Inmobiliario y Notarial, todos por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Fue juez mixto municipal de los municipios de Ixtaczoquitlán y Córdoba en 1972, y fungió en 1973 como agente del Ministerio Público en la Dirección de Averiguaciones Previas de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ), y secretario de juzgado de primera instancia en el Distrito Judicial de Orizaba.

En el periodo 1973 -1975 inició su carrera cuando laboró como agente del Ministerio Público en los distritos judiciales de Pánuco, Papantla, Xalapa, San Andrés Tuxtla, Minatitlán y Córdoba.

Colaboró en 1976 como juez mixto de primera instancia en el Distrito de Huatusco, y en 1977 como agente del Ministerio Público en el Distrito Judicial de Veracruz.

Durante el periodo 1977-1980 fue Procurador General de Justicia del Estado, notario público número 17 del distrito registral de Córdoba, de 1981 a la fecha con licencia. De 1986 a 1992 fue magistrado numerario del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

CARGOS QUE ABANDONÓ

Además fungió como presidente municipal de Córdoba, de 2005 a 2007, cargo que dejó para posteriormente buscar ser diputado local por este distrito, un puesto para el cual solicitó licencia para incorporarse a la administración pública como Subsecretario de Gobierno del estado, cargo que también dejó a medias cuando buscó de 2011 a 2013 la Presidencia Municipal de Córdoba, y su anterior cargo hasta mediados de 2015, fue el de Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, y también renunció. Y hasta el pasado 23 de junio fungió como Secretario General del Congreso del Estado, cargo al que apenas tomó posesión en 2015 al cual renunció para ir por la Fiscalía Anticorrupción.

En resumen en la última década “Paco Portilla” se ha caracterizado por abandonar cargos, dejarlos a medio terminar, para buscar “algo mejor”, ganar mejor y servir mejor, a su partido, ha quedado claro.

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