Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
En Veracruz el PRI da palos de ciego.
Pretende remasterizarse en el marco de la peor derrota de su historia
-86 años sin perder-, con un PRI a nivel nacional descabezado y con una
división interna donde Héctor Yunes Landa, insiste en volver a jugar dando un
puntapié a quien de manera natural es el único que puede revivir al muerto,
Pepe Yunes.
Por si fuera poco el líder aldeano, también perdedor, Amadeo Flores
Espinosa a la sordina hace que como que no ve ni oye el ejemplo de dignidad de
Manlio Fabio Beltrones.
Se aferra.
So pretexto de que el primer priista Javier Duarte, busca imponer a
Flavino Ríos Alvarado, otro decadente, propicia acuerdos en lo oscurito con las
rémoras del priismo so pretexto de “mejor yo y no aquel”.
El priismo cupular se ciega.
Asegura que perdió por poquito cuando en la realidad apunta que un voto
hace la diferencia entre el ganador y el perdedor; presume el voto duro del
millón que es más volátil que nunca al migrar en buena medida a Morena,
mientras la vieja guardia se aferra a una estructura prostituida por la compra
del voto e ignora que hoy este partido es una oposición que está fuera de la
ubre y marcada por un pasado ominoso.
¿Dónde conseguir mil 800 de pesos millones para ganar las municipales en
2017 y otros dos mil 500 para ganarle el brinco a Miguel Ángel Yunes
Linares en el 2018?
Ya por estos días empiezan a emerger las cascadas de errores que
llevaron a la derrota al abanderado priista. Ese equipo chafa que lo rodeó todo
el tiempo y le hizo perder el piso y la realidad misma.
Y qué decir de esa marca del Duartismo que lo tatuó.
Sus operadores que lo engañaron y robaron y ese dejar hacer, dejar pasar
del Duartismo en favor de Morena que estuvo a un tris de cumplir el propósito
de Fidel Herrera de que ninguno de apellido Yunes llegaría.
El propio Héctor en larga charla con la profesional del periodismo, Elia
Melchi, da cuenta de la traición Duartista… también de su apetito pejista que
salió a flote con arrogancia incluida: “¡Que Miguel me pida una disculpa!”.
Y la cascada de yerros.
Confiar en operadores electorales pillos; seccionales voraces… y la
imprudente dama de la maleta, el hombre de hojalata y los de prestigio cero
como Enrique Ampudia, Carlos Brito, esa prensa que nadie lee ni confía… ese
“Capitán Chanclas” quien juró por ésta que Pepe iba a ser el candidato “yo
nunca me he equivocado en mi vida…” y que al salir emboletado Héctor se le fue
a arrodillar más rápido que aprisa para después del 5 de junio regresar al
redil de Javier Duarte, su verdadero y real jefe… bueno, hasta el uno de
diciembre ya que por si las moscas ya desde ahora busca afanosamente acomodarse
en el barco pepista…
Y tantos más traidores que juraron a Héctor amor eterno y garantía de
una victoria indiscutible todavía minutos antes de las 6 del a tarde en que la
derrota asomaba contundente.
¿Qué hizo Amadeo para impedirla? ¿Qué hizo el coordinador de su campaña
Jorge Moreno aparte de pasear a su perro en la casa de campaña de Héctor?..
¿Qué del famoso war room o sus publicistas aparte de enriquecerse?
Bueno, pues aparte de nada, exigir desde la noche del 5 de junio
participación en la siguiente contienda, demandar espacios de privilegio en un
partido derrotado y dividido, gritonear que el jefazo Héctor sea de nuevo
insertado porque ahora si van con todo quesque aprovechando la
experiencia de la derrota.
Ello cuando se impone una refundación; acaso una estrategia diferente a
la compra del voto; nuevos hombres; otro candidato, y consignas y compromisos
sociales diferentes.
La bandera del muera Duarte se acabó. Murió el día de la elección.
Duarte en 155 días ya no es nada y sea que lo lleve a la cárcel el
gobierno de Enrique Peña Nieto o el de Miguel Angel Yunes Linares el capítulo
cierra antes del uno de diciembre.
Para el PRI la nueva tarea deberá fincarse en el rescate de la
credibilidad, así como observar si el nuevo mandatario va a cumplir los
compromisos de llevar a prisión a los saqueadores y rescatar a Veracruz en la
proporción que en el día a día adelanta.
Para el PRI nuevas banderas deberán ser los emblemas de lucha.
Aunque, la neta, ganar está en chino ya que perder es lo previsible para
el partido máxime que a menos de seis meses de arrancar la convocatoria para
las municipales el PRI está dividido, derrotado, sin rumbo y con la ambición de
unos cuantos que aunque sea despostillados desean quedarse con los trastos
inservibles.
Mientras el gobernador Miguel Angel Yunes Linares está que no cabe de
felicidad.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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