(11 de junio, 2016.RevoluciónTRESPUNTOCERO).- El 10 de junio de 1971 el
grupo paramilitar llamado Halcones reprimió una manifestación de estudiantes en
la que murieron y desaparecieron decenas de jóvenes que exigían un México más
democrático, esta respuesta violenta fue llamada con el tiempo “Masacre de
Corpus Christi” o “El Halconazo”.
Los estudiantes marchaban ese día en solidaridad con la Universidad
Autónoma de Nuevo León la cual había modificado a finales de 1970 su ley
orgánica de en la que se propuso una mayor participación de los estudiantes y
maestros para elegir al rector. En 1971 llegó Héctor Ulises, pero el gobierno
estatal en desacuerdo redujo el presupuesto a la institución y obligó a que se
aprobara una nueva ley en la que se eliminaba la autonomía.
Los universitarios regiomontanos comenzaron una huelga. La Universidad
Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional respondieron al
llamado de solidaridad y convocaron a una manifestación masiva en apoyo a la
Autónoma de Nuevo León el jueves 10 de junio de 1971. Los demás es de todos
conocido.
Para conmemorar estos hechos los
sobrevivientes del Comité 68 convocaron a una marcha que partió pasadas las
cuatro de la tarde de la Escuela de Ciencias Médico Biológicas en el Casco de
Santo Tomás, del Instituto Politécnico Nacional.
El principal objetivo de la manifestación es recordar que a 45
años de ese crimen de Estado el principal responsable, el entonces presidente
de México, Luis Echeverría Álvarez sigue viviendo en la impunidad.
El Comité 68 encabezó la marcha, detrás de ellos las diversas
organizaciones y comités locales y nacionales que se sumaron para exigir
justicia por esos hechos de violencia en contra de los estudiantes.
Junto a los veteranos activistas caminaron representantes de las
nuevas luchas sociales en contra del Gobierno de Enrique Peña Nieto: los padres
de los 43, el Frente en Defensa de los Pueblos (que se opone a la devastación
ecológica que causará la construcción el Nuevo Aeropuerto), la Asamblea
Nacional Politécnica, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajares de
la Educación (CNTE), entre otros.
Los contingentes avanzaron sobre
la calzada México-Tacuba rodeados en todo momento por los más de 4 mil policías
que según informó la Secretaría de Seguridad Pública local acompañaría la
marcha para evitar desmadres.
Los miles de manifestantes recordaron las consignas que hace 45
años lanzaron en contra de Luis Echeverría: “Ni perdón, ni olvido, castigo,
castigo a los asesinos”, Diez de Junio, no se olvida, es de lucha combativa”,
“Esos son esos son los que chingan la nación”, “Esta marcha no es de fiesta es
de lucha y de protesta” corearon los miles de manifestantes a lo largo de todo
el recorrido.
Cuando el contingente entró por la calle Cinco de Mayo hacia el
Zócalo capitalino, cientos de policías de tránsito y granaderos equipados con
escudos, cascos y toletes rodearon al llamado “bloque negro anarquista” a quien
se le ha señalado en varias ocasiones como los causantes de destrozos en
comercios y edificios públicos.
“La marcha es pacífica, la presencia de la policía capitalina es
una provocación en la que no vamos a caer, que quede claro: responsabilizamos
al Gobierno de la Ciudad de México de cualquier incidente violento que suceda
esta tarde”, afirmó un maestro de la CNTE desde el altavoz instalado en un
autobús que encabezó la manifestación.
Cerca de las seis de la tarde el
contingente, cercano a los 3 mil manifestantes, arribó al Zócalo los
representantes del Comité 68 y los demás dirigentes de las organizaciones que
acompañaron la marcha subieron a un templete colocado frente a Palacio
Nacional, donde realizaron un mitin político.
Félix Hernández Gamundi, miembro del Comité 68, fue el primer
orador en el mitin, ahí afirmó que “a 45 años de distancia, la memoria es
condición para la justicia y la libertad”, dijo al tomar la palabra.
En
declaraciones para Revolución
TRESPUNTOCERO agregó,
“tenemos que seguir exigiendo justicia porque es obvio que el Estado mexicano
ha sido omiso; la misma Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, donde
tenemos una denuncia por la negación de justicia del Estado mexicano, pero
parece ser que la Corte Interamericana también ha sido lenta y omisa.
Nosotros tenemos que seguir
insistiendo por que justamente el único recurso que nos queda es la
justicia internacional. Vivimos una situación crítica en materia de derechos
humanos en México y no lo podemos admitir. Las reformas estructurales hoy, pretenden
despojar a los mexicanos de los recursos naturales estratégicos que por décadas
permitieron el desarrollo del país. Esta misma reforma pretende alterar la vida
interna del Instituto Politécnico Nacional y debemos permitir todas estos
atropellos del gobierno federal”, reclamó el activista.
Por su
parte Salvador Almansa, maestro de la sección 18 de Michoacán dijo a Revolución
TRESPUNTOCERO, “esta marcha demuestra el consenso social que hay entre las
diferentes luchas sociales en México. Ahora el pueblo va junto con la CNTE y la
CNTE va junto con el pueblo en una lucha que no es cierto que sea por heredar
plazas o por que tengamos miedo a la evaluación o por conservar privilegios, es
una lucha no solamente por la reforma educativa es una lucha en contra todas las
reformas estructurales que han creado en México un clima de confrontación”.
Cerca de las siete y media de la noche el mitin concluyó, y los
asistentes comenzaron a dispersarse justo cuando iniciaba una intensa
lluvia en el primer cuadro de la Ciudad de México. La Secretaría de Seguridad
Pública local reportó al final saldo blanco.
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