POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA ,
11 JUNIO, 2016REPORTAJE
ESPECIAL
El PAN
celebra las siete gubernaturas que ganó en los pasados comicios. Se desgañita
presumiendo la alternancia y también la integridad de sus candidatos. Pero un
análisis detallado revela que seis de los siete gobernadores electos bajo las
siglas panistas se forjaron y militaron en el PRI, están implicados en
escándalos de corrupción, son parte de dinastías caciquiles o alfiles del
peñanietismo. Ellos demuestran, en resumen, el gatopardismo del sistema
político mexicano.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Su origen
está en el PRI, pero mediante el PAN –en alianza con el PRD y otros partidos–
integran cacicazgos familiares que controlan diferentes fuerzas políticas en
sus entidades. Algunos están marcados por escándalos de corrupción, y si bien
el PAN se enorgullece de ellos por haber ganado gubernaturas en los comicios
del domingo 5, casi todos los que fueron legisladores trabajaron activamente en
favor de las reformas impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto.
Más allá del festejo panista por
arrebatar las gubernaturas en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Quintana Roo,
Tamaulipas y Veracruz, así como por la retención de Puebla, cuatro de sus
candidatos –hoy gobernadores electos– son expriistas.
El caso más notable, por reciente, es
el del quintanarroense Carlos Joaquín González, candidato de la alianza
PAN-PRD, que hace apenas unos meses militaba en el PRI y era subsecretario de
Turismo. Formaba parte del gabinete de Peña Nieto.
La carrera de Joaquín González –
medio hermano del exdirigente nacional del PRI y actual secretario de Energía,
Pedro Joaquín Coldwell– abarca tres lustros, durante los cuales consiguió la
alcaldía de Solidaridad, municipio conocido por su zona turística Playa del
Carmen.
Al concluir su gestión en 2008, pasó
de manera efímera por la Secretaría de Turismo estatal durante la
administración del priista Félix González Canto. Y al año siguiente fue electo
diputado federal, encargo que concluyó en 2012, cuando fue nombrado
subsecretario de Turismo. Ahí se mantuvo hasta febrero pasado: renunció al
puesto y al PRI después de que el gobernador actual, Roberto Borge, impulsara
como su sucesor a Mauricio Góngora, finalmente derrotado el pasado domingo.
Fragmento
del reportaje que se publica en la edición 2067, ya en circulación
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