América
Latina tiene alrededor de 133 millones de afrodescendientes, cerca de 24 por
ciento de su población total, y la llegada de esa población está asociada a uno
de los capítulos más oscuros de la historia latinoamericana: "la
esclavitud y su trágico legado de exclusión social", señala un estudio del
Banco Mundial divulgado en Honduras. Y aunque los afrodescendientes de América
Latina han logrado importantes avances en la reducción de su pobreza, aún queda
mucho por hacer para alcanzar su inclusión social y económica en sus países
respectivos, según el Banco Mundial. El informe, presentado en el puerto
caribeño de La Ceiba, fue elaborado con base en censos de 2015 en 16 países y
establece que la región ha logrado un enorme progreso en la reducción de la
exclusión y de las desigualdades durante las últimas dos décadas, al incluir
variables etno-raciales en diversas herramientas. Como producto de esos
esfuerzos, entre 2005 y 2015, más de 50 por ciento de los hogares
afrodescendientes que vivían con menos de 5.5 dólares al día per cápita
salieron de la pobreza en Brasil y Uruguay, mientras que más de 20 por ciento
lo hicieron en Ecuador y Perú. Pero alertó que "falta mucho por
hacer" porque tienen menos años de educación, son víctimas del crimen y la
violencia con mayor frecuencia y son 2.5 veces más propensos a vivir en
condiciones de pobreza crónica que el resto de la población. Más de 91 por
ciento de los pobladores de origen africano están en Brasil y Venezuela, con
105 millones, y 7 por ciento en Colombia, Cuba, Ecuador y México. Los restantes
están en República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica,
Panamá, Uruguay y otros países. Según el informe, muchos de los
afrodescendientes tienen poco en común actualmente, pero todos "comparten
una larga historia de desplazamiento y exclusión". "Afrontar las
causas de la discriminación estructural es fundamental para combatir la
injusticia y crear oportunidades para todos", afirmó Jorge Familiar,
vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. La directora
del Banco Mundial para Centroamérica, la senegalesa Seynabou Sakho, dijo a la
Afp que el estudio es un esfuerzo para que los Estados y la sociedad civil
"puedan juntar su voz y generar este nivel de urgencia y de presión"
para disminuir la desigualdad de las poblaciones afrodescendientes. Más de 100
personas asistieron a la presentación del informe, incluyendo autoridades del
Banco Mundial, la alcaldía de La Ceiba y miembros de comunidades
afrodescendientes.
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