VERÓNICA MALO GUZMÁN@maloguzmanverosáb 16 mar 2019 08:01
Urge que el gobernador veracruzano pida ayuda a López Obrador; urge que
el presidente de México reprenda a Cuitláhuac por no hacer la tarea,
Foto propiedad de: internet
“Veracruz,
rinconcito/Donde hacen su nido/Las olas del mar/Veracruz, rinconcito/De patria
que sabe sufrir y cantar.” Agustín Lara
Veracruz arde
Vamos a decirlo con claridad: a partir
de que Cuitláhuac García asumió la gubernatura del estado, Veracruz ha sufrido
una ola de violencia simple y sencillamente extrema. Una situación crítica que
no se había visto ni en los peores momentos de las administraciones que lo
antecedieron, y vaya que fueron fallidos en términos de seguridad pública los
gobiernos de Miguel Ángel Yunes, Javier Duarte y Fidel Herrera.
A modo de ilustración: en días
recientes, tres tráileres y una camioneta fueron incendiados; todos habían sido
grafiteados con las siglas “CJNG” (abreviación de Cártel de Jalisco Nueva
Generación). Lo anterior se suma al asesinato de un elemento de la fuerza civil
por miembros del CJNG, así como heridos, patrullas incendiadas y un ataque al
cuartel de la policía estatal en Tierra Blanca, donde los agentes tuvieron que
atrincherarse. Además, la aparición de tres narcomantas, una de ellas acusando
a Hugo Gutiérrez (secretario de Seguridad Pública) de estar ligado con Los
Zetas; tal vez por los operativos contra los criminales que dicho funcionario
ha emprendido...
Naturalmente, ello no significa que
esta entidad sea la única sumida en una espiral de sangre, pero el peso que
tiene Veracruz es de otro orden de magnitud en lo económico, político y social.
Veamos el porqué.
La importancia de
Veracruz
El estado más largo de la nación; con
una riqueza natural, comercial y cultural increíble. Para el 2017, Veracruz se
encontraba entre las entidades con mayor contribución al PIB nacional en
actividades terciarias (comercio y servicios), y también en términos nominales.
Su aportación al es del 4.7%, además de que ocupa el sexto lugar en la economía
a nivel nacional.
Tiene uno de los puertos más
importantes de la República, que incluye la escollera (rompeolas) más larga de
América Latina (4km245) y, también en el 2017, estableció un récord histórico
en el manejo de carga del país: 1 millón 32 mil automóviles de
importación/exportación, más de un millón 117 mil contenedores de 20 pies y
carga general suelta, fluidos e hidrocarburos, granel mineral y agrícola. Si
bien este número decreció en el 2018 por la doble tributación del IVA que se
busca desaparecer en esta legislatura federal, misma que ha subido el número de
desempleados, ayudando a que se muevan o acepten propuestas de los narcos. Pero
ese es otro asunto.
Pillaje y política
Duarte, “el infame”, robó y saqueó todo
lo que pudo a Veracruz. La deuda del estado alcanza en estos momentos los
47,940.8 millones de pesos, ocupando el cuarto lugar nacional con el monto más
alto de compromisos por pagar. Sin olvidar, que a los veracruzanos les llevará
20.5 años saldar dicha deuda. Por si fuera poco, Yunes también ayudó a
incrementar dicha deuda; sus quejas diarias acusando a Duarte de malversación
de fondos, cochupos y corruptelas fueron ciertas, pero eso nunca debió haber
sido distractor para no hacer nada durante su administración, legando un estado
por demás emproblemado y violento.
¿Dónde está?
Además de hablar en términos de las
finanzas del estado, bajo los cuales Cuitláhuac García tiene muy poco margen
para maniobrar, en esta reciente ola de violencia no se ha sabido nada del
gobernador. Lo único que tuiteó sobre la misma fue: “P.D. Al final se impondrá
la paz y no permitiremos que grupos delictivos desvíen la atención ni violen la
ley”.
Así, mientras el estado ardía, y los
veracruzanos requerían el apoyo y liderazgo de su gobernador, él se fue a
pasear a la Mixtequilla, y no se presentó en las zonas en conflicto. Los
ciudadanos tuvieron que conformarse con el tuit arriba señalado.
Momento de cambio
Aun morenistas comprometidos voltean
preocupados al icónico estado al ver cómo se desarrolla la gestión de
Cuitláhuac, la cual deja mucho que desear y lo que hace no se refleja ni
siquiera en el conocimiento de la ciudadanía por una pésima, por no decir nula,
comunicación.
El cambio de gobierno en Veracruz,
estuvo (sigue) lleno de obstáculos para el actual gobernador. Deuda galopante,
un fiscal implantado por Yunes y una violencia galopante son apenas algunos de
los retos que enfrenta Cuitláhuac.
Sin embargo todo lo anterior no es
pretexto para que él siga desdibujado como gobernante y no presente una
estrategia ante el crimen organizado (o que pida ayuda al gobierno federal) y
no haga nada por sacar a Veracruz del marasmo. Es momento de cambiar.
Más allá de Veracruz,
el daño político
Las inacciones de Cuitláhuac
tendrán/tienen un altísimo costo para los veracruzanos en lo social, económico
y en vidas, el peor de los índices. Pero su actitud, también está minando y
erosionando a otro tipo de “víctimas” empezando por Andrés Manuel.
Si la actitud de Cuitláhuac no cambia,
tal vez sea el único estado que, en las elecciones del 2021, no consiga los
votos necesarios para que Morena vuelva a arrasar. Los 50 diputados locales
pueden dejar de ser de Morena y con ello disminuir drásticamente su fracción.
Lo mismo en el Congreso de la Unión, donde Veracruz tiene 36 diputados (votados
directamente y por representación proporcional) y la mayoría pertenecen a
Morena. Sin contar las alcaldías que pueden perder (Veracruz es el 3er estado
con mayor número de ayuntamientos: 212).
Con lo anterior se puede inferir que la
bancada de Morena perderá la mayoría en las elecciones de 2021, haciendo más
complicado la reforma de leyes y todos los cambios que quiera realizar a partir
de entonces el presidente López Obrador. ¿Será por eso que, dentro de un
ejercicio de planeación estratégica, a López Obrador le urge que la consulta de
revocación de mandato coincida con las elecciones federales intermedias del 21?
Es solo pregunta, que conste.
Por supuesto, en dos años pueden pasar
muchísimas cosas; pero para que el cambio sea en positivo, García Jiménez
deberá comenzar por reforzar la policía estatal, pedir ayuda al gobierno
federal en el tema de seguridad y, ante todo, demostrar que la mejor opción de
los veracruzanos, fue elegirle. El tiempo corre, y corre no solo en su contra,
sino en contra del ejecutivo federal.
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