Susana González G. | jueves, 25 abr 2019 12:32
Con el
lema “El Istmo es nuestro”, alrededor de 50 organizaciones indígenas,
campesinas, ecológicas, comunitarias, agrarias, educativas e incluso sindicales
lanzaron este jueves un pronunciamiento conjunto, dirigido al presidente Andrés
Manuel López Obrador, para manifestar su “rotundo rechazo al megaproyecto del
Corredor Transístmico”, con el que se pretende unir por ferrocarril los puertos
de Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como exigirle respeto a los derechos de los
pueblos indígenas.
Se trata, indicaron, “ni más ni
menos que de la continuación de proyectos de muerte impulsados por los
gobiernos neoliberales” que han significado “despojo de tierras y aguas, daños
ambientales, mayor inseguridad y un peligro para la soberanía nacional, así
como imposición que significa violencia de los pueblos indígenas”. Consideraron
que el proyecto acarreará la militarización de la zona, bajo la modalidad de la
Guardia Nacional, a lo cual se oponen por considerar que incrementará la
violencia.
Durante años, refirieron, las
comunidades istmeñas han enfrentado despojos, imposiciones y violencia, pero
tuvieron la esperanza de las cosas iban a cambiar con la llegada del nuevo
gobierno que encabeza López Obrador.
Sin embargo, reprocharon al
mandatario federal el anuncio de programa y haber realizado una consulta que
calificaron como simulada. “Es claro que el nuevo gobierno federal ha dejado de
lado su discurso de 'primeros los pobres' para, con engaños, seguir sirviendo a
los intereses de los empresarios”, puntualizaron.
Las organizaciones firmantes
del pronunciamiento también exigieron al presidente que informe con detalle
sobre el mismo: “Señor presidente López Obrador: ¿A qué le teme cuando su
gobierno se niega a brindar información precisa y amplia a los pueblos y
comunidades afectadas directamente por este proyecto?”, espetaron.
En los pueblos donde se realizó
la consulta simulada “se ha levantado la voz diciendo que la modernización de
puertos y del ferrocarril no benefician a las comunidades y las mujeres
indígenas que no han sido tomadas en cuenta, enérgicamente han dicho que urgen
escuelas, hospitales, apoyos para el trabajo, agua potable y exigen que su
palabra sea respetada”.
Aseguraron que la pobreza en la
que sigue la población del Istmo de Tehuantepec, la mayoría indígena no es
producto de la falta de inversión sino del saqueo promovido por los gobiernos a
favor de empresas trasnacionales. Así ha sucedido, ejemplificaron, con el
proyecto eólico en la región para el que se ha hecho una cuantiosa inversión de
más de 4 mil millones de dólares sin que haya beneficiado a la población
regional pero, en cambio, “ha dejado inmensas utilidades a las empresas
eléctricas europeas”.
Dado que el proyecto
transístmico involucra la instalación de maquiladoras, la explotación de minas
y el uso del fracking, los pueblos de la región no están
de acuerdo que la escasa agua que hay se utilice para alimentar dichas
actividades.
El pronunciamiento, en el que
se enfatiza “porque primero los pueblos, no al Corredor Transístmico”, es
suscrito por la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la
Tierra y el Territorio, el Movimiento Regional Indígena en Respeto y Defensa
por la Vida, Comité Nacional por la Defensa y Conservación de los Chimalapas,
Guardianes del Mar, Pobladores de Salina Cruz, Movimiento Agrario Indígena
Zapatista Yureni, Maderas del Pueblo Sureste, Pobladores México, Educa, Red de
Defensores Comunitarios, Fuerza Social Choapense, Coordinadora Estatal Campesina,
Obrera, Magisterial e Indígena, así como por la sección 22 del SNTE-CNTE, la
sección 75 del Sindicato de Telefonistas, El Sindicato de Telebachilleratos
Comunitarios y el de Trabajadores y Empleados de la Universidad Benito Juárez
de Oaxaca, entre otras.
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