15 de mayo de 2019

LÓPEZ OBRADOR SE DOBLA ANTE EL “GRAN CAPITAL DEL NEOLIBERALISMO”




México.- Era cuestión de tiempo: la realidad pesa y pesa mucho. El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien gusta de decir que él “se dobla pero no se quiebra”, hoy se ha doblado ante el gran capital financiero del “mundo neoliberal”.
Hoy, en el marco de su conferencia matutina, López Obrador firmó una carta compromiso con tres instituciones financieras internacionales de gran calado (HSBC, JP Morgan y Mizuho), con el fin de renovar líneas de crédito con vencimiento hacia finales de 2019 y principios de 2020.
Se trata de un paso previo para poder ser sujeto de nuevos financiamientos y generar, así, un buen ánimo en los mercados financieros internacionales que él, López Obrador, tanto desprecia y rechaza desde su retórica populista y estatista.
Vaya, en pocas palabras está renegociando parte de la deuda de México con el propósito de darle un respiro y un margen de maniobra a la abatida y asfixiada empresa Petróleos Mexicanos (PEMEX). No podía ser de otro modo: el peso de la realidad es imbatible.
Este acuerdo con la “odiosa” banca internacional “neoliberal” se logra tras cinco meses de negociación, y permite el refinanciamiento de deuda hasta por un monto de 2,500 millones de dólares, así como la renovación de dos líneas de crédito revolvente hasta por un monto total de 5,500 millones de dólares. Así lo acaba de anunciar PEMEX mediante un comunicado.
“Este acuerdo se sitúa como la operación bancaria más grande de una empresa de energía en Latinoamérica, así como la operación bancaria más grande en la historia de Petróleos Mexicanos”, dice la improductiva “empresa productiva” del Estado Mexicano.
Se trata de un signo positivo por parte del gobierno de López Obrador. Alguien (Urzúa-Herrera) le abrió los ojos ante la cruda y dura realidad. Si quiere “salvar” a PEMEX, no hay de otra: hay que negociar con la banca internacional del “mundo neoliberal”. Hay que generar confianza en los mercados internacionales del dinero, no sólo para sanear las finanzas de PEMEX sino también, y sobre todo, para que siga fluyendo la Inversión Extranjera Directa a un país que la necesita con urgencia, un país llamado México.
Ojalá que el gobierno de López Obrador se baje de su absurda y fanática retórica anti-neoliberal y, en cambio, siga el camino del pragmatismo político que transitaron “Lula” da Silva, Evo Morales y Rafael Correa: echar pestes de vez en cuando, con fines populacheros, contra el “gran capital”, mientras negociaban con éste nuevos porcentajes de distribución de los dividendos. Es lo sano y es lo viable: juego de ganar-ganar.
Ahora, para coronar esta renegociación de la deuda de PEMEX, sería positivo que, para seguir saneando las finanzas públicas y seguir fortaleciendo la economía nacional, López Obrador anuncie la cancelación del absurdo proyecto de Dos Bocas y la recuperación del promisorio aeropuerto de Texcoco.

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