Desarmador Politico en la cultura
Juanita La Quejica
"Todos los hombres estamos hechos del mismo barro, pero
no del mismo molde." Proverbio mexicano
La chilena Gabriela Mistral (1889-1957) es sin duda la
escritora latinoamericana más renombrada del siglo XX y también la primera
latinoamericana en recibir el Premio Nóbel de Literatura en 1945.
El éxito de Gabriela Mistral empieza con “Los sonetos de
la muerte” con los que toma parte en un concurso poético en 1914. La tristeza,
el dolor, la muerte súbita, el amor frustrado e incompleto están aparentes en
su obra y llenan sus poemas con colores fúnebres (Bellini: 1997, 304-305).
“Esperaré que me hayan cubierto totalmente…
¡Y después hablaremos por una eternidad!”
“y, roto el pacto enorme, tenía que morir…”
“Malas manos tomaron tu vida”
“¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!”
Dios es su refugio, su inspiración, aunque a veces se
sienta abandonada pero no cesa de pedir su ayuda y compasión.
"¡Tú, que vas a juzgarme, lo comprendes, Señor!
"
“Y en su Dios se ha dormido, como en cojín de luna;”
Su poesía se balancea entre el Modernismo y la poesía
nueva. No quiere exaltar los viejos modelos clásicos como en la época
modernista y encuentra su voz de poeta en el eco de las “cosas” humildes del
mundo (Bellini: 1997, 304).
“Vestía sayas pardas”
“Por sobre la sandalia rota y enrojecida”
La carencia de la maternidad la atormenta y su manera de
llevarse con esa realidad cruel es de cantar a los niños a través de su poesía
y de estar cerca de ellos a través de su profesión, lo de maestra.
“dulcedumbre de madre para el hijo dormido”
“canta el Padre para ella sus canciones de cuna”
Su tragedia personal se convierte en entendimiento hondo
e interpretación de la tragedia humana
“Como un henchido vaso, traía el alma hecha
para volcar aljófares sobre la humanidad;”
La naturaleza, Dios, la tierra americana, la
reivindicación de la hermandad americana son fuentes constantes de su
inspiración. Imágenes insólitas hasta ese momento y un vocabulario con
arcaísmos locales diferencian su lenguaje de poeta (Bellini: 1997, 304-306). No
olvida a sus raíces, a su tierra y a su raza. No olvida que su destino era ser
campesina.
“te bajaré a la tierra humilde y soleada”
“En su río de mieles, caudaloso,
largamente abrevaba sus tigres el dolor!”
“Campesina, ¡no le pides perdón!”
La literatura se transforma en un arma para promocionar
sus ideas sobre la educación y la creación de jóvenes escritores. Es maestra
hasta el fondo de su existencia y su humanitarismo generoso empapa su expresión
artística con una ternura insuperable, que convierta sus poemas en un tesoro
eterno e universal.
“La Maestra era pura.”
“La Maestra era pobre. Su reino no es humano.”
“La Maestra era alegre. ¡Pobre mujer herida!”
Su poesía es ante todo “femenina” y eso es su propia
novedad (Karagueorgou-Bastea: 2001, 59). Logra de luchar, sobrevivir y
destacarse en el mundo masculino de las letras de su época. Crea un espacio
propio para ella y para las mujeres escritoras y poetas que van a seguir sus
pasos (Garganigo: 2002, 379).
En el caso de Alfonsina Storni (1892-1938) de ascendencia
italo-argentina, sus temas son principalmente el amor, la desilusión, la soledad
y la muerte. Su verso puro, la libertad con la que canta al amor, su evolución
métrica indican un paso de las notas románticas del Modernismo al simbolismo.
“tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.”
“Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.”
Alfonsina Storni es activa como mujer y no duda en
mostrarlo. Su enfoque es el hombre como una “cosita” que desengaña. . Su
diferencia con Mistral es que toma una posición más radical frente al mundo varonil.
Es quizás la primera vez que se encuentra en la poesía latinoamericana un
lenguaje que describe el hombre como un “objeto sexual”, escrito por una mujer
(Karagueorgou-Bastea: 2001, 26, 59).
“Hombre pequeñito, te amé media hora.
No me pidas más.”
“Estuve en tu jaula, hombre pequeñito”
“Digo pequeñito porque no me entiendes,
Ni me entederás.”
Storni se confronta con un mundo masculino, oscuro y
violento y se suicida de desamor (Karagueorgou-Bastea: 2001, 26).
“(Dios te lo perdone)”
“Déjame sola;”
“Si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…”
Lamentablemente, aunque la poesía le sirva como un vínculo para salirse de su jaula, Storni no lo sucede y se refugia a la última salida que es el suicidio y la muerte.
Si Alfonsina Storni viviría hoy, ¿podría salvarse la vida
siendo una Paquita La Del Barrio, que es un símbolo para las mujeres abusadas
de América Latina? ¿El “Hombre pequeñito” de 1919 es el precursor de esa casi
“folclórica” y popular “Pobre pistolita” que “no dispara nada, ni de vez en
cuando”? La guerra de ambos contra el machismo, sus imágenes dulces y
comprensivas, pero convencidas al mismo tiempo de que el mundo está lleno de
“Ratas de dos patas” las transforman en activistas en defensa de la mujer y nos
muestran que las cosas en América Latina no han cambiado radicalmente durante
la última centuria y que el mundo sigue siendo caracterizado por el
omnipresente poder del hombre.
Bibliografía
1.Bellini, G. Nueva historia de la literatura
hispanoamericana, Madrid: Castalia, 1997
2.Garganigo, J. et al. Huellas de las literaturas
hispanoamericanas, New Jersey: Pearson Education, 2002
3.Paquita La Del Barrio, entrevista. Excélsior, El Periódico Latino del Condado de Orange. Disponible en www.ocexcelsior.com. Fecha de consulta 15.11.08
4.Rata de dos patas, letra y música de Paquita La Barrio.
Disponible en www2.informatik.uni-muenchen.de. Fecha de consulta 15.11.08
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Tomado
del blog de Juanita La Quejica
"Todos
los hombres estamos hechos del mismo barro, pero no del mismo molde."
Proverbio mexicano .
https://juanitalaquejica.blogspot.com/2008/11/gabriela-mistral-y-alfonsina-strorni-la.html
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