En el marco de “La Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado”, el Obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo denunció que los ilegales que cruzan la entidad son víctimas de la delincuencia organizada e incluso de las mismas autoridades federales y estatales.
Precisó que no es válido que los ilegales se hayan convertido en presa fácil de la delincuencia organizada ya que hay reportes y denuncias de extorsión, secuestros, abuso sexual en contra de hombres y mujeres indocumentados e incluso, denunció, se han encontrado fosas con cadáveres de inmigrantes en la zona sur del Estado, en municipios como Coatzacoalcos y Acayucan, por ejemplo.
“Hay lugares donde efectivamente se han encontrado también fosas, allá por el rumbo de Coatzacoalcos, Acayucan, aquí posiblemente sí hemos tenido problemas de algunos que se han quejado”, apuntó.
Precisó que es respetuoso de lo que afirma la Procuraduría General de Justicia del Estado, misma que asegura que la situación está bajo control.
Incluso, hay denuncias que apuntan a que los mismos agentes del Instituto Nacional de Migración y la policía estatal entregaban a los ilegales a la delincuencia organizada.
“Estamos diciendo eso, que la delincuencia organizada es la que ha estado abusando, es cierto que se le echó la culpa y yo en esto no quiero juzgar, no tengo evidencias pero dicen que el Instituto de Migración también, etcétera, la misma policía en lugares donde estaban estos albergues a veces hacían redadas y los entregaban y esas cosas pero desde luego que estas cosas se han ido mejorando desde el momento en que se cambió la ley de Migración”.
En conferencia de prensa, expuso que una cosa es que los países hagan valer su derecho a limitar sus fronteras y otra que criminalicen a los indocumentados quienes, de acuerdo a las sagradas escrituras, tienen todo el derecho de transitar hacia el lugar que deseen porque “todos somos hijos de dios, hermanos, y ciudadanos del mundo”.
Destacó que otro municipio donde hay problemas porque es paso obligado de los ilegales es Tierra Blanca donde tienen la casa “Guadalupe”, estación religiosa que les permite atender a los indocumentados.
“En Tierra Blanca hemos tenido algunos momentos difíciles que se han aminorado pero hay que estar vigilantes”, puntualizó.
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