El interno que se suicidó en el ultimo día del año del 2012 en el penal de mediana
seguridad de la Toma, en Amatlán, fue sentenciado a 80 años de prisión por el presunto secuestro y asesinato del estudiante Víctor Manuel Pitol Castelan, de 12 años,
vecino de la colonia Manuel González, municipio de Zentla.
Héctor Guillen Cisneros, de 29 años, y su primo Francisco Guillen Rosas, de 47 años, capturados durante un operativo realizado en 2 de marzo del 2010, fueron procesados presuntamente por secuestrar al menor cuando regresaba de la escuela y le exigían a sus padres, Víctor Manuel Pitol Cantón y esposa, Leticia Castelán Fadanelli la cantidad de 5 millones de pesos.
Presuntamente a estos sujetos se les accionó el arma calibre 45 y otra más, con ocho cartuchos útiles, que les fue asegurada, lesionando en el abdomen al menor de edad, el cual fue trasladado al hospital Darío Méndez Lima, pero lamentablemente falleció.
El 4 de marzo de ese mismo año, los dos presuntos
delincuentes ingresaron a prisión, siendo sentenciados 80 años de prisión,
sentencia que Héctor Guillen Cisneros aparentemente no aguanto y opto por quitarse la vida,
ahorcándose con una cuerda que amarró a los barrote de su celda y luego se ató
al cuello.
EXTRAÑOS LOS CASOS DE SUICIDIO
Al menos 26 reclusos han muerto al interior de los penales
del Estado de Veracruz, la mayoría por presuntos suicidios con pantalones y
sábanas, otros por caídas de literas, paros respiratorios y homicidios por
parte de los internos.
Seria conveniente sano que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
interviniera mediante una investigación sobre este hecho, en donde hasta donde
se tiene conocimiento aquellos que no pagan protección son acosados y golpeados. Y en Veracruz la justicia no se aplica correctamente, la delincuencia es la que gobierna los penales veracruzanos.
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