8 de enero de 2013

MÁS DECEPCIÓN EN EL PANISMO/ PIEDRA EN EL ZAPATO



Lilia Baizabal
por Lilia Baizabal
“Todo es Política Ficción”. Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de México,  entrevistado por la periodista Denise Maerker en lo que fue el primer programa de “Punto de Partida”.

El PAN inicia el  2013 con 80 por ciento menos de militantes en su padrón. Solo 20 de cada 100 antiguos “panistas” se volvieron a anotar como miembros activos en su reciente renovación, de acuerdo a la información que circuló este lunes a nivel nacional.
Lo preocupante es que Veracruz apareció en la lista de las tres entidades del país,  que más adherentes perdieron con poco más de 137 mil. Preocupante probablemente para los panistas de “viejo cuño”, pues para los que cobran como autoridades de ese partido en el estado, no significó gran cosa. Ni se inmutaron.
Lo dejó entrever el Secretario de Fortalecimiento interno del citado organismo, Federico Salomón Molina cuando dijo que en Veracruz las cifras son “halagadoras ya que los auténticos panistas, refrendaron su militancia”.
¿Y por qué no revelaron las cifras?. ¿Quiénes son esos auténticos panistas?.
Nos queda claro que la “desbandada” mayor no la representan las miles de gentes“fantasmas” que fueron empleadas para relleno en el sufragio de elecciones internas que a la clase  política en el poder le convino.
Veracruz es uno de esos estados donde en tiempos del ex dirigente nacional del PAN,Manuel Espino, con Víctor Alejandro Vázquez en la representación estatal,  se avaló el “inflado” del padrón de adherentes con la intención de fortalecer la votación a favor de las candidaturas que se vendían al “mejor postor”.
Tal  desbandada no podría justificarse, salvo que todos los que se fueron, lo hicieron después de que el PAN perdió la Presidencia de la República, varias gubernaturas, alcaldías y otros puestos de elección popular, cayendo a la tercera posición como fuerza electoral nacional.
Es decir, se acabaron los “panistas” cuando se acabó la chamba remunerada. Tal y como lo declaró el líder nacional del organismo Gustavo Madero que bastante tranquilo, salió ante los medios de comunicación nacional para decir, que el padrón del PAN estaba inflado.
¿Descubrimiento?.  No. Era algo que todos los panistas sabían y que en 12 años en la Presidencia, fue avalado por los presidentes de partido en turno y el poder presidencial, para hacer ganar a las fórmulas que representaban la defensa de los intereses de los grupos en el poder.
Con absoluto cinismo reconoce Madero que los nombres de esas personas,” solo sirvieron para ganar las contiendas internas y ahora que no hay elecciones, a esa gente ya nadie las anotó”.
Para otros, muchos de los que se fueron, lo hicieron porque estaban decepcionados de sus propios militantes en puestos de gobierno, acusados de corruptelas o ineficiencias mucho peor de lo que se quejaban cuando eran militantes de otros partidos los que gobernaban.
Nadie puede entender cómo es posible que solo hasta que el PAN, perdió la Presidencia de la República, trascienda que el 80% del padrón de  militantes y adherentes estaba inflado por ciudadanos que según Madero, “nisiquiera cumplían con los requisitos, nunca existieron como miembros en la vida interna del partido”.
O sea. ¿Eran fantasmas?. Lo único cierto es que los panistas continúan decepcionando a la población con tantas mentiras. Los hechos y sus actuaciones al menos en Veracruz, dejan en claro que no saben ser una seria oposición. No tuvieron bastante con haberse quedado con el cambio prometido en la bolsa tan pronto arribaron a la Presidencia de la República, y haber insistido en una guerra presuntamente contra el narcotráfico, que en realidad lleva más de 130 mil asesinados.
Deben los panistas reconocer también que muchos otros de los que decidieron no continuar en su partido, son jóvenes, que se van decepcionados ante la falta de un liderazgo moral. Cómo podrían continuar, observando la triste actuación primero de Vicente Fox que engañó a miles de mexicanos que le dieron el sufragio en el año 2000, de manera espléndida y  de Felipe Calderón Hinojosa, que con apenas 50 años al salir de Los Pinos, no llenó los zapatos de liderazgo político de la mayoría de los ciudadanos menores de 35 años.
Esos que ahora se van del PAN, muy probablemente se sumen a otras corrientes más liberales e incluso “rémoras” de otros partidos, como el PANAL, el Verde Ecologista, o hasta el nuevo partido de Manuel Espino “Concertación Mexicana”, obsequio del PRI por haberse prestado al golpeteo contra el PAN en las elecciones pasadas.  Nos queda claro que no existen para defender los intereses ciudadanos, sino mas bien, para sumarse  a la rampante corrupción que significa regentear las siglas de una organización política para beneficio de unos cuantos.
Por lo demás, a las mayorías no les convienen las debacles de ningún partido político. Sea del PAN o del PRD que pareciera haber perdido también el rumbo. De sobra se sabe que son ellos, los que toman las grandes decisiones de este país y si los que se creían fuertes se desmoronan, no existe más el contrapeso real, de una forma diferente de ver las cosas al que otra vez, tiene el poder político formal, o sea el PRI.
Corren los mexicanos el riesgo de volver a una nueva forma de “dictadura perfecta”, diría Mario Vargas Llosa,  la de un solo partido político que como se observó a través de la historia, podría cometer los mismos errores y excesos del pasado, a su regreso.
Por eso la ciudadania que no milita en ningún partido, debe organizarse y trabajar en pos del impulso a los cambios que urgentemente México necesita.
Ahí estan los hechos.

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