por Lilia Baizabal
“Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas“: Henry Van Dyke.
Seguir una estrella para dar con el salvador de la humanidad, era la tarea de los reyes magos, su camino no careció de dificultades, sin embargo lo lograron y ofrecieron tres regalos simbólicos: oro, incienso y mirra. En México, la presidencia ahora gobernada por el PRI, revive el Día de Reyes en Veracruz, anunciando el festejo en grande, para recordar la promulgación de la Ley Agraria del 6 de Enero de 1915.
Con el arribo del PAN a la presidencia, se suspendieron a lo largo de 12 años los multitudinarios eventos que en el municipio de Veracruz, eran celebrados por los presidentes en turno. Se conmemoraba la promulgación de la Ley Agraria del 6 de enero del año de 1915, emitida por Venustiano Carranza pero redactada por Luis Cabrera, -una de las mentes más lúcidas de los años de la Revolución-.
A 98 años de su promulgación, realizar un multitudinario evento el municipio de Boca del Río, no debería ser el único propósito de la clase política gobernante, sino más bien, recordar el concepto de justicia social en que se basó pues en aquellos años, la nueva Ley Agraria, surgió como respuesta a la necesidad de controlar la situación armada y política del país.
Con notable claridad se observaron los peligros que vivia el nuevo régimen y la posibilidad real de una contrarrevolución, sino se llevaba a cabo una reforma de orden económico, centrada precisamente en el reparto agrario que además de hacer justicia a los campesinos, sirviera para desactivar, cualquier foco de insurrección.
Para poca fortuna de miles de campesinos e indígenas esa “justicia social”, sigue pendiente hasta ahora. Y lo preocupante es que la presidencia imperial contemple el regreso a los viejos esquemas del pasado, sin tomar en cuenta que los reclamos a las necesidades políticas y democráticas en el país, no son el fondo más que manifestaciones de las necesidades económicas.
En la tradición, son los reyes quienes traen los regalos, previo envío de una carta ofreciendo las buenas acciones del año que termina. Qué anuncio espectacular realizará el presidente de la República Enrique Peña Nieto en el WTC de Boca del Río, donde está programado el evento multitudinario. Qué trae el presidente de regalo a los veracruzanos en el Día de Reyes. Habrá motivo para que en adelante, se espere como los niños, con anhelo este importante día…
¿Recordar las buenas obras del año pasado para obtener regalos?. Se oye como una buenaidea ¿no?. En materia agraria, existe mucho pendiente en el país, Veracruz no escapa a la exigencia de obtener mayores apoyos por parte de la federación. Urge al estado, recuperar su lugar en la lista de entidades productoras de maíz, frijol, arroz, café y otros en el renglón de la ganadería, pesca y forestal.
La tradición también cuenta que tras el nacimiento de Jesús, unos distinguidos visitantes acudieron hasta Belén para obsequiarle oro, incienso y mirra.
El oro significaba un tributo a los reyes, el incienso era una ofrenda al carácter divino del niño Jesús y la mirra se ofreció como tributo al componente humano del hijo de Dios.
En los evangelios únicamente se menciona que eran magos, nunca se dice que eran reyes, tampoco sus nombres o incluso si eran tres, estas son creencias que se han arraigado con el paso del tiempo.
Para fortuna de los veracruzanos no existen elecciones a la renovación del poder ejecutivo, de lo contrario, no faltarían los que concentrarían toda su atención en la ceremonia de mañana, buscando al “tapado”. La ceremonia de la promulgación de la Ley Agraria del 6 de Enero, fue ocupada por los ex presidentes del PRI como el espacio ideal para presentar al que meses después, vendría a dirigir los destinos de Veracruz.
Fue Miguel Alemán Velasco, el último “destapado” en un evento del 6 de enero. Le tocó a Ernesto Zedillo Ponce de León siendo presidente, encabezar esa ceremonia frente a la estatua del Barón de Cuatrociénegas Venustiano Carranza, ubicado frente a la explanada de la sede de la tercera zona naval militar del Golfo de México.
Esperemos entonces que el regreso a los festejos del pasado, signifiquen no solo la movilización de miles de campesinos e indígenas de las zonas más pobres del estado, para que hagan bulto en el acto agrario. Que a esos “invitados especiales”, no se les festeje su“Día de Reyes”, obsequiándoles una torta, un refresco y se les permita conocer la playa.
Que no se traigan campesinos de otros lugares del país, pues en Veracruz, ya casi no existen ante la fuerte migración hacia Estados Unidos. Los hombres del campo, han abandonado el estado, en busca de un futuro mejor y el escaso apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno para reactivar la siembra y el cultivo.
Que no sea Veracruz el espacio para la ceremonia fuerte de la agenda presidencial en el “Día de Reyes” y después todo continúe como siempre. Un campo olvidado y una población campesina de las más pobres del país.
Que no continúe México observando como los jóvenes que juraron en campaña, construir una “nueva nación”, continúan aplicando los mismos esquemas de poder que la “dictadura perfecta”, impuso durante 70 años en el país.
Urge al país, que esta nueva generación de políticos, trabaje en la restitución del poder político del Estado a manos del Estado, y no cedido de manera vergonzante por la desaparición y el exceso de algunos poderes privados.
Urge el desbloqueo inmediato de los conflictos estructurales que impiden a México aprovechar la oportunidad histórica que tiene en sus manos.
Urge al nuevo gobierno trabajar en la construcción de más y mejores oportunidades de educación para los miles de jóvenes que andan por ahí sin trabajo y sin la esperanza de tener acceso a enseñanza superior. Cuándo les llegará su Dia de Reyes. Muchos de los que deciden apoyar a la delincuencia pues en el otro lado, nada se les ofrece.
O construyen el nuevo liderazgo para dar salida a los jóvenes, o acabarán convirtiéndose en una gigantesca bola de fuego que esta vez no solamente robará, romperán cristales o arrancará farolas de las calles, sino que sencillamente acabará con unas instituciones huecas porque ya no tienen sangre fresca con qué salir a dar la batalla por esta gran nación.
Tienen que ponerse a trabajar en serio. Se les agota el tiempo…
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