A la par que Javier
Duarte declaraba en la celebración del día internacional de las mujeres
que “Las mujeres son lo más valioso de nuestra sociedad”, cientos de
veracruzanas sufrían de todo tipo de vejaciones hasta el punto, en el
caso de muchas, de perder la vida. El día de ayer el
Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios exigió que se inicien de
inmediato las investigaciones necesarias para emitir en Veracruz
declaratoria de alerta de género.
La sentencia de la asesora jurídica Yuridia Rodríguez es contundente, no admite demoras, ni líneas discursivas optimistas…”El estado tiene la obligación de proteger la vida de las mujeres”. Así de simple y así de complejo por la ineficiencia e indiferencia mostrada por un gobierno empeñado en negar los hechos cotidianos, aún los más dramáticos, aunque estos sean los que lamentablemente nos marcan como sociedad.
Tan sólo en el primer año de administración de Javier Duarte en Veracruz, se cometieron 133 homicidios dolosos en contra de mujeres y 94 más, sencillamente “desaparecieron” de la faz de la tierra señalo la abogada del Observatorio Ciudadano Nacional. La respuesta de gobierno del estado ante estos señalamientos, es la misma que aplica para cada caso, sin importar que se trate de niños, mujeres, ancianos, árboles o mantarrayas…..Son sólo notas periodísticas, punto.
¿Solo notas periodísticas?
Según el estudio presentado por las académicas Diana E. Rusell y Roberta A. Harmes “Feminicidio una perspectiva global”, las mujeres son más propensas a ser víctimas de homicidio en su propio hogar, principalmente como consecuencia de altercados domésticos y por ende resultan determinantes las acciones que las autoridades encargadas de la procuración de justicia lleven a cabo después de que se presenta una denuncia por maltrato o violencia intrafamiliar.
En este sentido, la Presidenta de Mujeres con Derechos A.C. Margarita Moreno Castro, denunciaba en el mes de junio que si los feminicidios en la entidad han aumentado de manera alarmante es en gran medida por lo difícil que resulta aplicar la ley en contra de quienes cometen cualquier tipo de agresión en contra de las féminas. Señala que gracias a los recovecos legales existentes, los agresores logran fácilmente evadir las consecuencias legales de sus actos. Mencionaba que tan solo en la zona centro del estado, se atienden en promedio 8 casos diarios de violencia psicológica y/o física. La mayor parte de ellos, se quedan sin castigo.
A decir de las estudiosas del tema, también la disolución del vínculo familiar y el modo monoparental que predomina en las familias, es un factor que influye en que una mujer sea proclive a ser víctima de homicidio. Y aunque no sea responsabilidad del estado que las familias se mantengan unidas, si es de su competencia directa castigar a quienes agredan a un ciudadano veracruzano en las condiciones que sea y más cuando las denuncias están sustentadas y son expuestas por los propios representantes populares.
La diputada Olga Lidia Robles denunciaba el pasado 30 de mayo que el estado de Veracruz ocupa el tercer lugar a nivel nacional en maltrato a madres solteras, 900 mil mujeres son agredidas principalmente por sus propias parejas, señaló la legisladora. La vulnerabilidad emocional y económica de las mismas las convierte en blanco fácil de sujetos carentes de escrúpulos y según datos del INEGI el 30% de los hogares veracruzanos están a cargo de mujeres solas. A mes y medio de la denuncia de la diputada, el estado no ha implementado ni una sola acción para tratar de “suavizar” la cifra.
Las que nadie ve…..
Y aunque los feminicidios no distinguen nivel social, cultural, académico o económico, es una realidad que existe un sector de la población femenina en nuestro estado que se encuentra en el más indignante y desolador abandono oficial…… las mujeres indígenas.
El Colegio de Abogados de Córdoba denunciaba en marzo pasado que las mujeres de la sierra de Zongolica no son sólo victimadas por sus agresores, sino también por los encargados de procurar justicia. Ignoradas, discriminadas, extorsionadas y en el mejor de los casos, tratadas con los peores modos cuando alguna de ellas llega a una agencia especializada a tratar de interponer una denuncia.
Producto de ese mismo “abandono oficial” la mujeres indígenas son explotadas física y sexualmente del modo más ruin posible, el que ocurre a la vista del propio gobierno quien inmerso en la demagogia y la negación, minimiza el hecho hasta borrarlo de la agenda de los pendientes. La investigadora de la Universidad Veracruzana Rocío Córdova, alertaba a las autoridades estatales sobre la vulnerabilidad de los grupos femeninos étnicos a ser utilizadas por las mafias para el comercio sexual o para pedir limosnas en las calles a cambio de un lugar para dormir y una comida al día. Como “letra muerta” calificó la académica a las leyes y derechos de las etnias en Veracruz.
Ante estos datos reales, proporcionados incluso por sus propios funcionarios, vale la pena preguntarle al Gobernador Javier Duarte si de verdad las mujeres son lo más valioso de Veracruz…. ¿O a qué mujeres se refiere? ¿A las 900 mil madres solteras maltratadas sin que las autoridades a su cargo hagan algo? O acaso a las indígenas a las que sus agentes del ministerio público tratan con prepotencia y desprecio. ¿A cuáles en específico? ¿A las 133 asesinadas o las 94 desaparecidas? ¿A las que piden limosna en las calles obligadas por las mafias a las que el mandatario estatal no tiene los tamaños para enfrentar para defender a sus gobernadas? ¿O a lo mejor las más valiosas eran las que terminaron asesinadas en sus colonias por robarles 50 pesos en calles oscuras y sin policías?....
Desde luego que todas ellas son lo más valioso que tenemos como sociedad porque son las que luchan día a día por superar las canalladas que una administración deficiente y corrupta se niega a atender. Que no se confunda el Gobernador, claro que son valiosas, pero lo son en sí y por sí mismas, ya que nadie que considere valiosa a otra persona permite, y menos cuando es su obligación legal y moral protegerlas, que sean víctimas diarias de un mal gobierno.
La sentencia de la asesora jurídica Yuridia Rodríguez es contundente, no admite demoras, ni líneas discursivas optimistas…”El estado tiene la obligación de proteger la vida de las mujeres”. Así de simple y así de complejo por la ineficiencia e indiferencia mostrada por un gobierno empeñado en negar los hechos cotidianos, aún los más dramáticos, aunque estos sean los que lamentablemente nos marcan como sociedad.
Tan sólo en el primer año de administración de Javier Duarte en Veracruz, se cometieron 133 homicidios dolosos en contra de mujeres y 94 más, sencillamente “desaparecieron” de la faz de la tierra señalo la abogada del Observatorio Ciudadano Nacional. La respuesta de gobierno del estado ante estos señalamientos, es la misma que aplica para cada caso, sin importar que se trate de niños, mujeres, ancianos, árboles o mantarrayas…..Son sólo notas periodísticas, punto.
¿Solo notas periodísticas?
Según el estudio presentado por las académicas Diana E. Rusell y Roberta A. Harmes “Feminicidio una perspectiva global”, las mujeres son más propensas a ser víctimas de homicidio en su propio hogar, principalmente como consecuencia de altercados domésticos y por ende resultan determinantes las acciones que las autoridades encargadas de la procuración de justicia lleven a cabo después de que se presenta una denuncia por maltrato o violencia intrafamiliar.
En este sentido, la Presidenta de Mujeres con Derechos A.C. Margarita Moreno Castro, denunciaba en el mes de junio que si los feminicidios en la entidad han aumentado de manera alarmante es en gran medida por lo difícil que resulta aplicar la ley en contra de quienes cometen cualquier tipo de agresión en contra de las féminas. Señala que gracias a los recovecos legales existentes, los agresores logran fácilmente evadir las consecuencias legales de sus actos. Mencionaba que tan solo en la zona centro del estado, se atienden en promedio 8 casos diarios de violencia psicológica y/o física. La mayor parte de ellos, se quedan sin castigo.
A decir de las estudiosas del tema, también la disolución del vínculo familiar y el modo monoparental que predomina en las familias, es un factor que influye en que una mujer sea proclive a ser víctima de homicidio. Y aunque no sea responsabilidad del estado que las familias se mantengan unidas, si es de su competencia directa castigar a quienes agredan a un ciudadano veracruzano en las condiciones que sea y más cuando las denuncias están sustentadas y son expuestas por los propios representantes populares.
La diputada Olga Lidia Robles denunciaba el pasado 30 de mayo que el estado de Veracruz ocupa el tercer lugar a nivel nacional en maltrato a madres solteras, 900 mil mujeres son agredidas principalmente por sus propias parejas, señaló la legisladora. La vulnerabilidad emocional y económica de las mismas las convierte en blanco fácil de sujetos carentes de escrúpulos y según datos del INEGI el 30% de los hogares veracruzanos están a cargo de mujeres solas. A mes y medio de la denuncia de la diputada, el estado no ha implementado ni una sola acción para tratar de “suavizar” la cifra.
Las que nadie ve…..
Y aunque los feminicidios no distinguen nivel social, cultural, académico o económico, es una realidad que existe un sector de la población femenina en nuestro estado que se encuentra en el más indignante y desolador abandono oficial…… las mujeres indígenas.
El Colegio de Abogados de Córdoba denunciaba en marzo pasado que las mujeres de la sierra de Zongolica no son sólo victimadas por sus agresores, sino también por los encargados de procurar justicia. Ignoradas, discriminadas, extorsionadas y en el mejor de los casos, tratadas con los peores modos cuando alguna de ellas llega a una agencia especializada a tratar de interponer una denuncia.
Producto de ese mismo “abandono oficial” la mujeres indígenas son explotadas física y sexualmente del modo más ruin posible, el que ocurre a la vista del propio gobierno quien inmerso en la demagogia y la negación, minimiza el hecho hasta borrarlo de la agenda de los pendientes. La investigadora de la Universidad Veracruzana Rocío Córdova, alertaba a las autoridades estatales sobre la vulnerabilidad de los grupos femeninos étnicos a ser utilizadas por las mafias para el comercio sexual o para pedir limosnas en las calles a cambio de un lugar para dormir y una comida al día. Como “letra muerta” calificó la académica a las leyes y derechos de las etnias en Veracruz.
Ante estos datos reales, proporcionados incluso por sus propios funcionarios, vale la pena preguntarle al Gobernador Javier Duarte si de verdad las mujeres son lo más valioso de Veracruz…. ¿O a qué mujeres se refiere? ¿A las 900 mil madres solteras maltratadas sin que las autoridades a su cargo hagan algo? O acaso a las indígenas a las que sus agentes del ministerio público tratan con prepotencia y desprecio. ¿A cuáles en específico? ¿A las 133 asesinadas o las 94 desaparecidas? ¿A las que piden limosna en las calles obligadas por las mafias a las que el mandatario estatal no tiene los tamaños para enfrentar para defender a sus gobernadas? ¿O a lo mejor las más valiosas eran las que terminaron asesinadas en sus colonias por robarles 50 pesos en calles oscuras y sin policías?....
Desde luego que todas ellas son lo más valioso que tenemos como sociedad porque son las que luchan día a día por superar las canalladas que una administración deficiente y corrupta se niega a atender. Que no se confunda el Gobernador, claro que son valiosas, pero lo son en sí y por sí mismas, ya que nadie que considere valiosa a otra persona permite, y menos cuando es su obligación legal y moral protegerlas, que sean víctimas diarias de un mal gobierno.
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