"En Córdoba, el empresario visionario José Abella García, tuvo
esa visión de crear un pasquín, con todos esos ingredientes, informal, morboso,
siempre al borde de la calumnia, chantajista, pero que finalmente logra
objetivos: convenios gubernamentales, de todos los niveles, golpeteos a bandos
empresariales contrarios, protección a grupos empresariales afines. Son
pasquineros con buena maquinaria.
EL PASQUÍN DE JOSE ABELLA GARCIA... |
POR HUGO MORALES ALEJO / Dos veces Premio México de Periodismo
pro la Fapermex
"…Hasta allí me siguió, como una sombra, el rostro del que ya no se veía, y
en el oído me susurró la muerte que ya aparecería.
Allí yo tuve un odio, una vergüenza, niños mendigos de la madrugada, y el deseo
de cambiar cada cuerda por un saco de balas…": Santiago de Chile, Silvio
Rodríguez.
Para ser un buen periodista, dice Ryszard Kapuscinski,
se necesita ser buena persona, para poder tener la sensibilidad de escribir lo
que la gente siente y vive.
No se estudia periodismo para hacer dinero, como tampoco se elige la
profesión de sacerdote franciscano, o mentor sociólogo para ser rico.
Se requiere vocación
A veces se cansa uno de escribir y ganar premios y no lograr nada con el
simple hecho de escribir.
Cuando fui presidente de la Federación de Estudiantes Cordobeses, en
1987-88, siendo presidente de la Secundaria General para Trabajadores, me di
cuenta que cuando tomábamos los camiones para obligarlos a recular en el aumento
de los precios del pasaje, la radio de entonces y los medios de entonces, le
daban la razón al gobierno y a los camioneros. Publicaban sus versiones, no las
nuestras. Aparecíamos como los malos, cuando el monopolio camionero siempre
hacía lo que quería.
De allí nació la idea de algunos amigos de hacer “Procesito” un tabloide
estudiantil que se repartía en las escuelas, para hacer nuestros comunicados.
De allí conocí al “Buda”, Albertico Delgado, como regidor del PPS en
Córdoba, que me sugirió hacer un medio más grande usando un nombre que se había
usado en los 60s, dirigido por un reportero Cordobés, de apellido Croda,
llamado “La Nigua”.
Por eso hicimos un tiempo La Nigua, impresa, que a través de los años se
volvió digital.
Antes de ser comunicadores, antes de estudiar en la Univo, me nació la
vocación de romper el cerco mediático.
En contra parte, existen pasquineros, elaboradores de pasquines. Pasquín se
le denomina a un medio sin forma (tomado de un editor francés, con este
apellido, Pasquín), sin continuidad ni formalidad expresiva, con poco talento
en sus contenidos.
Se le dice pasquineros a los que reparten su pasquín en las oficinas de
gobierno, que nadie compra y que “dan toques y raspan” de tan corrientes.
Pero hay empresarios que ven en el formato de pasquín la oportunidad de
hacer dinero, mediante el morbo y el chantaje, por eso surgieron revistas como
TvyNovelas, Órale, Casos de Alarma, etcétera.
Esos son empresarios pasquineros, su objetivo es hacer dinero, no
periodismo. Ciertamente consiguen impunidad para familiares y para ellos,
concesiones fuertes, millonarias. Hacen o quitan –según ellos- gobernantes. Más
bien manipulan a los líderes de opinión de tener influencia más allá de la que
en verdad tienen, son casos muy folklóricos.
En Córdoba, el empresario visionario José Abella García, tuvo esa visión de
crear un pasquín, con todos esos ingredientes, informal, morboso, siempre al
borde de la calumnia, chantajista, pero que finalmente logra objetivos: convenios
gubernamentales, de todos los niveles, golpeteos a bandos empresariales
contrarios, protección a grupos empresariales afines. Son pasquineros con buena
maquinaria.
El primer asesor de José Abella, curiosamente fue un servidor, la primera
nómina la hizo un servidor, el primer director –grave error- que sugerí fue
Manuel Castillo a quien conocí como periodista de batalla, pero hoy se ha
convertido en editor por sobrevivencia. A veces es prioritario comer que ser
digno.
Abella tiene el olfato de hacer dinero, es de ascendencia. Heredó un
imperio formado del alcoholismo de la ciudad y la prostitución, a través de la
concesión de cervecerías, en los sesentas. Es gente de esa cuyo único Dios es
la Caja de Caudales. Es admirable cómo por encima de todo consiguen objetivos,
la economía y el poder.
El único que le abrió las puertas editoriales cuando le quemaron su empresa
–por sus problemas personales y de orden empresarial, no por su trabajo
periodístico, como se victimizó- fue un servidor.
Cuando la mafia internacional le cerró la fuente de ingreso de melaza, para
su trasiego, a su empresa, el único que le entrevistó y que le hizo famoso el
tema fui yo. Puedo jactarme de manejar el tema muy bien, de la mafia de las
mieles y el tema azucarero.
PERRO QUE COME PERRO
Este jueves 18, me informaron de inmediato por internet y por mensajes y
radio que el empresario cordobés Fabián de Gasperín Calatayud, del mismo grupo
empresarial de José Abella, se reunió en El Buen Tono con su director, para
decirle que lo tengo hasta la madre con la petición de cerrar las granjas en
Paso del Macho y que necesitaba apoyo para madrearme. De allí nació la idea de
hacer un tiraje especial (no gratis por su puesto, harbanu Abella, baratus,
baratus no), para acusar a un servidor de ser “extorsionador”. Así, nada más,
sin fuente ni datos aportados. Solamente que un servidor es un extorsionador.
Recorrieron 3 carros de sonido con el diario, la ciudad de Paso del Macho,
leyendo dicha “noticia” a voz viva.
Si con eso se terminara la epidemia que Fabián de Gasperín Calatayud ha
generado con su empresa, hasta me daría por buen servido del pasquín especial
de este viernes, dedicado a un servidor. Sin con la madriza que le mandó a
poner a mi hijo y la detención que pago Fabián de Gasperín, ilegal en mi
contra, se acabara esto, me daría por bien servido, pero no es así.
El problema es que siguen creciendo las enfermedades. Preocupante para
cualquiera y para tema de reportajes de fondo, de los cuales los pasquines no
toman en cuenta.
Los empresarios pasquineros sólo saben de generar dinero sin perder nada.
Son capaces de mentir, de explotar, de engañar, para lograr la misión de
obtener ganancias diarias. Llegan al colmo de despedir reporteros sin ninguna
prestación. De hecho fue famoso Abella por perder laudos de trabajadores
despedidos en su empresa transportista, en Conciliación y Arbitraje.
Lo peor es que en su afán de crear morbo y su angustiosa idea de ganar
dinero, le importa poco la seguridad de sus trabajadores. Al menos he platicado
con dos que se encuentran ocultos porque les “editaron” las notas de sección
policíaca, en contra del crimen organizado, poniendo sus créditos. Es decir,
alteraron lo que ellos habían escrito, provocándoles problemas con el crimen
organizado. Una manera por demás cruel de hacer dinero.
Muchas historias de podrían escribir de este tipo de personas amantes de la
caja de caudales, pero yo sí soy periodista, estudie esa carrera y tengo que ir
con mi cámara y mi grabadora a escribir la historia, otras historias más
interesantes que la pestilente hediondez de la burguesía.
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