19 de julio de 2013

EL BUEN TONO, EL PASQUIN FOLKLÓRICO

"En Córdoba, el empresario visionario José Abella García, tuvo esa visión de crear un pasquín, con todos esos ingredientes, informal, morboso, siempre al borde de la calumnia, chantajista, pero que finalmente logra objetivos: convenios gubernamentales, de todos los niveles, golpeteos a bandos empresariales contrarios, protección a grupos empresariales afines. Son pasquineros con buena maquinaria.
EL PASQUÍN DE JOSE ABELLA GARCIA...
POR HUGO MORALES ALEJO / Dos veces Premio México de Periodismo pro la Fapermex 
"…Hasta allí me siguió, como una sombra, el rostro del que ya no se veía, y en el oído me susurró la muerte que ya aparecería.

Allí yo tuve un odio, una vergüenza, niños mendigos de la madrugada, y el deseo de cambiar cada cuerda por un saco de balas…": Santiago de Chile, Silvio Rodríguez. 


Para ser un buen periodista, dice Ryszard Kapuscinski, se necesita ser buena persona, para poder tener la sensibilidad de escribir lo que la gente siente y vive.

No se estudia periodismo para hacer dinero, como tampoco se elige la profesión de sacerdote franciscano, o mentor sociólogo para ser rico.

Se requiere vocación

A veces se cansa uno de escribir y ganar premios y no lograr nada con el simple hecho de escribir.

Cuando fui presidente de la Federación de Estudiantes Cordobeses, en 1987-88, siendo presidente de la Secundaria General para Trabajadores, me di cuenta que cuando tomábamos los camiones para obligarlos a recular en el aumento de los precios del pasaje, la radio de entonces y los medios de entonces, le daban la razón al gobierno y a los camioneros. Publicaban sus versiones, no las nuestras. Aparecíamos como los malos, cuando el monopolio camionero siempre hacía lo que quería.

De allí nació la idea de algunos amigos de hacer “Procesito” un tabloide estudiantil que se repartía en las escuelas, para hacer nuestros comunicados.

De allí conocí al “Buda”, Albertico Delgado, como regidor del PPS en Córdoba, que me sugirió hacer un medio más grande usando un nombre que se había usado en los 60s, dirigido por un reportero Cordobés, de apellido Croda, llamado “La Nigua”.

Por eso hicimos un tiempo La Nigua, impresa, que a través de los años se volvió digital.

Antes de ser comunicadores, antes de estudiar en la Univo, me nació la vocación de romper el cerco mediático.

En contra parte, existen pasquineros, elaboradores de pasquines. Pasquín se le denomina a un medio sin forma (tomado de un editor francés, con este apellido, Pasquín), sin continuidad ni formalidad expresiva, con poco talento en sus contenidos.

Se le dice pasquineros a los que reparten su pasquín en las oficinas de gobierno, que nadie compra y que “dan toques y raspan” de tan corrientes.

Pero hay empresarios que ven en el formato de pasquín la oportunidad de hacer dinero, mediante el morbo y el chantaje, por eso surgieron revistas como TvyNovelas, Órale, Casos de Alarma, etcétera.

Esos son empresarios pasquineros, su objetivo es hacer dinero, no periodismo. Ciertamente consiguen impunidad para familiares y para ellos, concesiones fuertes, millonarias. Hacen o quitan –según ellos- gobernantes. Más bien manipulan a los líderes de opinión de tener influencia más allá de la que en verdad tienen, son casos muy folklóricos.

En Córdoba, el empresario visionario José Abella García, tuvo esa visión de crear un pasquín, con todos esos ingredientes, informal, morboso, siempre al borde de la calumnia, chantajista, pero que finalmente logra objetivos: convenios gubernamentales, de todos los niveles, golpeteos a bandos empresariales contrarios, protección a grupos empresariales afines. Son pasquineros con buena maquinaria.

El primer asesor de José Abella, curiosamente fue un servidor, la primera nómina la hizo un servidor, el primer director –grave error- que sugerí fue Manuel Castillo a quien conocí como periodista de batalla, pero hoy se ha convertido en editor por sobrevivencia. A veces es prioritario comer que ser digno.

Abella tiene el olfato de hacer dinero, es de ascendencia. Heredó un imperio formado del alcoholismo de la ciudad y la prostitución, a través de la concesión de cervecerías, en los sesentas. Es gente de esa cuyo único Dios es la Caja de Caudales. Es admirable cómo por encima de todo consiguen objetivos, la economía y el poder.

El único que le abrió las puertas editoriales cuando le quemaron su empresa –por sus problemas personales y de orden empresarial, no por su trabajo periodístico, como se victimizó- fue un servidor.

Cuando la mafia internacional le cerró la fuente de ingreso de melaza, para su trasiego, a su empresa, el único que le entrevistó y que le hizo famoso el tema fui yo. Puedo jactarme de manejar el tema muy bien, de la mafia de las mieles y el tema azucarero.

PERRO QUE COME PERRO

Este jueves 18, me informaron de inmediato por internet y por mensajes y radio que el empresario cordobés Fabián de Gasperín Calatayud, del mismo grupo empresarial de José Abella, se reunió en El Buen Tono con su director, para decirle que lo tengo hasta la madre con la petición de cerrar las granjas en Paso del Macho y que necesitaba apoyo para madrearme. De allí nació la idea de hacer un tiraje especial (no gratis por su puesto, harbanu Abella, baratus, baratus no), para acusar a un servidor de ser “extorsionador”. Así, nada más, sin fuente ni datos aportados. Solamente que un servidor es un extorsionador.

Recorrieron 3 carros de sonido con el diario, la ciudad de Paso del Macho, leyendo dicha “noticia” a voz viva.

Si con eso se terminara la epidemia que Fabián de Gasperín Calatayud ha generado con su empresa, hasta me daría por buen servido del pasquín especial de este viernes, dedicado a un servidor. Sin con la madriza que le mandó a poner a mi hijo y la detención que pago Fabián de Gasperín, ilegal en mi contra, se acabara esto, me daría por bien servido, pero no es así.

El problema es que siguen creciendo las enfermedades. Preocupante para cualquiera y para tema de reportajes de fondo, de los cuales los pasquines no toman en cuenta.

Los empresarios pasquineros sólo saben de generar dinero sin perder nada. Son capaces de mentir, de explotar, de engañar, para lograr la misión de obtener ganancias diarias. Llegan al colmo de despedir reporteros sin ninguna prestación. De hecho fue famoso Abella por perder laudos de trabajadores despedidos en su empresa transportista, en Conciliación y Arbitraje.

Lo peor es que en su afán de crear morbo y su angustiosa idea de ganar dinero, le importa poco la seguridad de sus trabajadores. Al menos he platicado con dos que se encuentran ocultos porque les “editaron” las notas de sección policíaca, en contra del crimen organizado, poniendo sus créditos. Es decir, alteraron lo que ellos habían escrito, provocándoles problemas con el crimen organizado. Una manera por demás cruel de hacer dinero.

Muchas historias de podrían escribir de este tipo de personas amantes de la caja de caudales, pero yo sí soy periodista, estudie esa carrera y tengo que ir con mi cámara y mi grabadora a escribir la historia, otras historias más interesantes que la pestilente hediondez de la burguesía.

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