El fotógrafo asegura que en Veracruz amenazar a la prensa crítica se ha convertido en algo cotidiano. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo |
Por Shaila Rosagel
Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).– Desde hace casi un
mes, el fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril vive en el Distrito Federal, en
un autoexilio de Veracruz, obligado por las amenazas de las que fue víctima. El
joven colaborador de la revista Proceso, Cuarto Obscuro y de la agencia de noticias AVC salió
huyendo el 9 de junio pasado, luego de protagonizar varios episodios de acoso.
El reportero gráfico es originario de la Ciudad de México, pero
desde hace ocho años radicaba en Veracruz. En esa entidad dejó su trabajo, sus
corresponsalías, amigos, su casa y hasta su perro por el miedo a ser asesinado
como los 12 periodistas que ya fueron ejecutados durante la administración del
Gobernador priista Javier Duarte de Ochoa.
En entrevista con SinEmbargo, Rubén platicó sobre el estado que
guardan la prensa y de la libertad de expresión en Veracruz; el modus operandi
del gobierno de Duarte de Ochoa para mantener sometidos a los medios de
comunicación y la vida que deben llevar los reporteros y fotógrafos que no
quieren recibir dinero a cambio de su silencio.
La anarquía es tal, dijo, que todos la están pasando mal menos la
corrupción, en un Veracruz que la muerte escogió para vivir en brazos de un
gobierno admirador del ex dictador español Francisco Franco.
***
–¿Qué detonó tu salida de Veracruz? ¿Qué día saliste del estado?
–Salí el 9 de junio por un acoso de desconocidos. Salí a las 9:00
horas del martes 7 de junio a trabajar y una persona me observó detenidamente.
No le puse mucha atención. De ahí fui a mi cobertura. Regresé a mi casa, en
eso, por Facebook, me avisó una compañera que estaban estudiantes reunidos en
una mesa de diálogo con autoridades de la Universidad Veracruzana. Me fui a las
tres de la tarde y exactamente en la esquina de mi casa había tres sujetos con
un taxi prendido. No quise mirarlos porque noté la presencia muy insistente.
Pude identificar a uno. Saqué mi teléfono para anotar sus señas, cuando paro mi
taxi, volteó a verlo y me toma una foto. Me subí al taxi, los tipos mal
encarados, no eran de ahí de Xalapa. Tenían pinta porteña. Ahí me di cuenta que
era el mismo que vi en la mañana. Por la tarde iba camino a mi casa y veo que
vienen dos tipos hacia mí en actitud violenta, se vienen y no se quitaron. Yo
me pegué a la pared, y uno de ellos me pasa cerca, sentí su respiración. Me
puse de lado, no lo seguí con la mirada, seguí mi camino, volteo y me están
viendo. Iban de negro. Me vine al DF el jueves nueve.
–¿Qué coberturas haces en Veracruz? ¿Crees que detonaron este
acoso?
–Yo me especializo en movimientos sociales. Tengo una portada en
la revista Proceso con el Gobernador, esa portada lastimó mucho, de hecho la
compraron a granel…
–¿Qué foto es?
–Es una
fotografía donde el Gobernador sale con una gorra de policía y de perfil que va
caminando. Nosotros en Xalapa nos hemos manifestado siempre que asesinan a un
compañero. Fui golpeado en el desalojo de maestros en 2013, en la plaza Lerdo,
junto con otros compañeros, a raíz de eso tuvimos que ir a marchar. Hicimos que
el Congreso hiciera la Comisión para la Atención y Protección de Periodistas,
que no sirve de nada. Estuve en la colocación de la placa en la plaza Lerdo,
donde le pusimos Regina Martínez –otra periodista asesinada–. He dado cursos de
seguridad para los fotógrafos y me han hecho saber que soy incómodo para el
gobierno del estado.
–¿Cómo te hacen saber eso?
–No me dejan entrar a los eventos oficiales. En una ocasión
cuando fue lo de los 35 cuerpos que encontraron en el monumento a los voladores
de Papantla, en Boca del Río, el entonces Procurador Reynaldo Escobar Pérez iba
a dar una conferencia. Entonces me dice una persona encargada de prensa, Edwin,
no recuerdo su apellido, que yo qué hacía ahí, que yo no tenía nada que hacer y
que estaba estorbando. Entonces de ahí comenzaron a tomarme fotos por parte de
la gente de Gobierno del Estado.
–¿Sólo te acosan a ti?
–A mí y al grupo de los periodistas en los que estoy.
–Este último acoso que detonó que te salieras del Estado está muy
cerca al ataque a los jóvenes de la Universidad Veracruzana, ¿tú cubriste
esto?, ¿tomaste fotos de la escena?
–De todo. Lo que pasa es que lo que hago es darle seguimiento a
los casos. No me quedo con tomar eso que pasó a los estudiantes y ya. Con todos
los movimientos que han tenido los estudiantes. Cubrí el del 20 de noviembre
del mismo año que asesinaron a Regina [Martínez], en el desfile estaba Javier
Duarte y no podíamos estar en frente del templete. A los fotógrafos y
camarógrafos nos encerraban a los lados.Yo pedí que me dejaran tomar unas fotos
y en el momento que me acerco, veo que despliegan una manta que decía: ‘Javier
Duarte, el pueblo te tiene en la mira, no perdona ni olvida’. En eso viene un
estudiante y me dice que estaban golpeando a unos de sus compañeros. Le di la
cobertura y cuando tomo la foto de que estaban deteniendo a los estudiantes, me
toma del cuello una persona de la Ayudantía del Gobierno del Estado y me dice:
‘deja de tomar fotos si no quieres terminar como Regina’. Eso me lo dijo una
persona de gobierno. Son policías vestidos de civil. La persona que orquestó el
operativo de esos estudiantes está en la Secretaría de Seguridad Pública. Había
una señora que iba saliendo de hacer sus compras, que les dijo que dejaran de
golpear a un estudiante y llegó ese personaje: a la señora la jaló del cabello,
le tiró sus compras y se la llevó a golpes. Estamos hablando de una anarquía
generalizada. No puedes decir nada ni hacer nada. Había fracotiradores arriba
de un hotel para el desfile.
LA LISTA NEGRA
–Hace
unos días vinieron los jóvenes que fueron agredidos a machetazos en Veracruz,
dijeron que hay una lista negra de personas incómodas para el gobierno. ¿Estás
en esa lista?
–No, de hecho yo pensé que iba a estar en esa lista, pero no
estoy.
–¿Hay otros compañeros tuyos, fotógrafos, periodistas qué estén?
–No, puro activista, consejeros del INE [Instituto Nacional
Electoral] y gente del PT [Partido del Trabajo]. A mí me llaman los mismos
compañeros fotógrafos ‘anarquista’, porque he cubierto ese tipo de eventos.
–¿Me estás hablando de la misma prensa? ¿Te llaman fotógrafo
anarquista?
–De hecho, al grupo que tenemos nos han llamado guerrilleros. A mí
me han llamado guerrillero, porque he dado cursos de seguridad y
profesionalización a los compañeros. Me parece ridículo.
–¿Y qué arma cargas para que te digan guerrillero?
–Ninguna.
Mi cámara y ética sobre todo. Nunca he recibido un sólo peso. No lo pienso
hacer. Cada que sale un estudiante y se mete al gremio trato, de si lo quieres
llamar ‘robármelo’ y decirle, ‘oye no recibas dinero’, esto no es así.
–¿Hay mucho “chayoteo” en Veracruz?
–Yo creo que el 98 por ciento de la prensa.
–¿Estamos hablando desde directores hasta reporteros?
–Sí
claro. De hecho hay compañeros que ya los mandaron a pura cultura, para que no
hagan nada, que no hagan investigación. Lo que ya no se quiere hacer en
Veracruz es periodismo de investigación, está prohibido, todos deben
conformarse con el boletín. Estamos hablando de que van 12 compañeros
asesinados, cuatro desaparecidos y del 2000 a la fecha, 17 exiliados. Y cada
que llama un Diputado y el mismo Gobernador a sus ‘Desayunos de la Libertad de
Expresión’, se llena, porque desgraciadamente la prensa en Veracruz está al
servicio de quien le echa de comer.
–¿Qué les dan en ese desayuno de la libertad de expresión?
–Pues mira ahorita un compañero se ganó un coche…
–¿Rifan automóviles?
–Sí,
coches, pantallas, teléfonos, iPads. En el caso de Víctor Báez, un periodista
asesinado que era director de Reporteros Policiacos, él fue a uno de esos
desayunos, se ganó un coche y a la semana lo aventaron destazado enfrente del
Diario de Xalapa. Le duró una semana su coche. Yo estoy muy en desacuerdo con
que a la prensa se le tenga que dar dinero, no tiene que hacerlo. Entiendo que
los sueldos son bajos, pero si exigimos prestaciones, seguro como gremio,
posiblemente lo vamos a conseguir, pero para todos es más fácil recibir dinero.
Apenas el Diputado Renato Tronco, que quiere ser Gobernador, hizo un desayuno
de la libertad de expresión y hasta compañeros que han estado participando en
marchas, lo ven como normal y se ganan el coche, las pantallas; no se dan
cuenta que eso les traerá consecuencias malas: ‘yo te di, ahora tu me tienes
que atender a mí’, esa es la realidad de Veracruz, así se maneja la política,
el periodismo, así se maneja a la sociedad. Es una prensa ridículamente
ultrajada por el gobierno. Puedes ver portadas con el boletín, ni la cabeza le
cambian, es la misma foto y misma cabeza en todas las portadas. Cuando quemaron
la Junta Local del INE, en Ruiz Cortines, llegamos los medios, atrás de
nosotros venían unos albañiles, entonces los granaderos los detuvieron y
nosotros les tomamos fotos. Lo grave de esto, no es esa detención sin sustento,
lo grave es que la que dirigió la detención es una periodista. Ella fue la que
le dijo a los policías: huélele las manos, ábrele la mochila, revísale esto y
es una periodista que porta armas y que su hija está trabajando en la
Procuraduría de Justicia.
–Rubén, ¿a quién le informaste y dónde solicitaste ayuda sobre las
amenazas para venirte a México?
–He hablado con Artículo19, con el CPJ [Comité para la Protección
de los periodistas], con los medios con los que colaboro, con Proceso y Cuarto Obscuro, con AVC, ellos están
conscientes. Estoy buscando a Periodistas de a Pie, porqué en Veracruz no hay
esa garantía. La Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas no
sirve de nada. El día de la golpiza del 14 de septiembre a un compañero le
dieron con toletes eléctricos en el corazón y la misma Comisión le dijo: ‘Mejor
recibe dinero, no hagas escándalo, ya te pasó, ya te robaron’. He venido acá y
me preguntan si ya me acerqué a la Comisión. No tienen idea de la corrupción
que hay en esa Comisión. Yo no confío en ninguna institución del Estado, no
confío en el gobierno, temo por mis compañeros, temo por mí. No es nada más
Rubén, es familia, amigos, yo no quiero perjudicar a nadie más con eso.
–¿En Veracruz gobierna la represión?
–Viene
una represión muchísimo más grande que la que tenemos hoy en día y recordemos
que Javier Duarte, al inicio de su mandato dijo que era admirador de Franco, es
un referente al que la gente no puso mucha atención y lo están viviendo los
veracruzanos. Sólo le pido a la gente, a la sociedad y a los periodistas que
volteen a ver a Veracruz, porque nos están matando a toda libertad de
expresión.
–¿Cómo cambió tu vida luego de venir al DF?
–Me molesta mucho que una persona decida el rumbo de mi vida. Que
por un capricho, una necedad, una inmadurez a todas luces notable, tenga que
salirme de un estado al cual quiero muchísimo
–¿Cuántos años tenías allá?
–Ocho años, mi casa, mi empleo, mis corresponsalías, la gente que
quiero y llegar acá, me da mucha tristeza más bien.
–¿Estás empezando de cero aquí?
–Pues no de cero, pero pues sí lo siento así. Me han apoyado
mucho, pero me siento triste y muy enojado de que esté sucediendo esto y nadie
haga nada. Que la prensa te saque columnas diciendo que es por llamar la
atención, cuando no voltean a ver que hay 12 personas asesinadas. Que los
mismos compañeros digan cuando te golpean en las marchas que es algo natural,
gajes del oficio, no lo entiendo. Estoy preocupado por mis compañeros, porque
les están cerrando las vías de comunicación. Me cuesta trabajo arrancar otra
vez para acá. Ya no me acostumbro a la dimensión de la ciudad, es complicado
para mí, porque los recursos que traigo comienzan a terminarse. El transporte
aquí es caro, comidas más caras, la renta más cara, claro me está costando
mucho trabajo y la intención que tengo es regresar, cuando el estado dé
condiciones para poder trabajar, no quiero que exista un número 13 y 14. Es
triste pensar en Veracruz, no hay palabras para decir lo mal que está ese
estado, ese gobierno, la prensa, y lo bien que está la corrupción. La muerte
escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí.
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