Por Armando Ortiz Ramírez
No se
trata de que el próximo gobernador busque revancha, no se trata de que busque
vengarse de los artífices de la guerra sucia que se implementara en su contra,
una guerra que alcanzó magnitudes bestiales. Se trata de que se haga justicia,
de que quede un precedente para que de llegar otro gobernador como el presente,
éste se disuada de seguir los malos ejemplos de Fidel Herrera y de Javier
Duarte.
De
hecho, los resultados que se dieran a favor de Miguel Ángel Yunes Linares
tienen que ver no sólo con sus propuestas de campaña, en las que se enfocó
antes que contestar las infamias en su contra, sino que tienen que ver con el
agravio a miles de veracruzanos a los que de tajo les cercenaron la esperanza.
Fidel
Herrera y Javier Duarte son los artífices de esta docena trágica que le dio en
la madre a toda una generación. Pónganse a pensar, fueron miles los jóvenes que
en 2004 cumplieron 18 años, miles los jóvenes veracruzanos que en 2004
terminaron sus estudios universitarios, miles los jóvenes que estaban en edad
laboral, listos para las primeras oportunidades que se les brindaran. Sin
embargo sus esperanzas fueron truncadas por este par de sujetos que llegó al
poder para enriquecerse de manera brutal, de manera miserable, de manera
criminal. Este par de sujetos llegó acompañado de una camarilla de indecentes a
quienes dejaron tomar del presupuesto de los veracruzanos todo el dinero que se
les antojara.
Gracias
esta camarilla de delincuentes muchos de esos jóvenes transitaron dos sexenios
sin que hubiera industria donde pudieran trabajar, sin empresas, sin obra, sin
esperanza. Es por ello que muchos se fueron a engrosar las filas de la
delincuencia organizada, otros tienen un trabajo que apenas les da para vivir;
muchos egresados laboran en empresas que nada tienen que ver con lo que
estudiaron en la universidad. La frustración de toda una generación se reflejó
en su manera de votar.
Pero
hay más crimen. Estos sujetos que abusaron del poder también lucraron con el
dolor de los veracruzanos, permitieron que empresarios sin escrúpulos se
enriquecieran vendiendo placebos en lugar de medicinas especializadas. Muchos
niños con cáncer sufrieron por causa de estos desalmados. Pero también lucraron
con la educación, con la seguridad, con todo lo que para ellos significara dinero
sin importarles el daño que le causaran a los veracruzanos.
No hubo
infraestructura para el progreso en estos doce años. Javier Duarte, durante su
sexenio, sólo se puso a poner piedras de edificios, de carreteras, de
hospitales, de escuelas, que nunca se construirán. Da vergüenza ir a Puebla y
ver el gran cambio que existe en ese estado, en su capital, y ver que en
Veracruz ni siquiera se terminó la autopista que en el primer día de su
gobierno Duarte acudió a iniciar.
No
señor Miguel Ángel Yunes, no le pedimos que se vengue por lo que le hicieron,
por los muchos agravios en su contra, siendo el último el haber detenido al
senador Fernando Yunes Márquez el mismo día de la elección, los veracruzanos no
queremos venganza, queremos justicia. Queremos que los bienes robados se
restituyan para beneficio de los veracruzanos, queremos que esta etapa en
Veracruz quede inscrita en los anales de su historia, como el bienio en el que
se cambió el rostro de nuestro estado.
Sabemos
que la justicia a veces se toma su tiempo, pero los veracruzanos aguantamos 12
años de injusticia, seremos pacientes, podemos esperar unos meses más.
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com
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