13 noviembre, 2017
* “Era el Z-1”:
Solalinde * Masacres en Veracruz-Boca del Río * El
secuestro de Aramoni * Expediente Córdoba: todos implicados *
El antifaz de Javier Duarte * Ahora resulta que merece piedad *
Levantones en Coatza * La Zorra, un zar en CMAS *
Basificación de joaquinistas * El cirujano y los amigos del H.
Hoy, como en 2009,
Solalinde llama zeta a Fidel Herrera. “Era el Z-1”, le dice el prelado al padre
del caos y la quiebra de Veracruz, al tutor de la violencia y el baño de
sangre, al que gobernó de la mano del crimen organizado.
Habla hoy Alejandro
Solalinde Guerra, como ocho años atrás, reiterando que el desastre de seguridad
y las víctimas de la delincuencia, las fosas y los desaparecidos, no es casual
y pasa por el ex gobernador.
“Fidel Herrera era
el Z-1”, dice este santo varón de voz lapidaria y solvencia moral, sacerdote
católico, responsable de la pastoral por la movilidad humana en el Pacífico
Sur, que se juega la vida en cada frase, que se juega la vida en la denuncia,
que se juega la vida por el peso de sus palabras.
Y era más. Estaba
Fidel —dice Solalinde— detrás de los secuestros de migrantes y de las
desapariciones. “Y nadie hizo caso”.
Lo embiste una vez
más, cuando al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, lo implican
testimonios de integrantes de Los Zetas en juicios en Estados Unidos,
relacionados con el lavado de dinero y la relación con gobernadores, el pago de
sobornos, contenidos en el informe de la Clínica de Derechos Humanos de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Texas.
Conocido el expediente,
Solalinde vuelve a la carga.
“ ‘Desde 2009
—precisa— yo dije que Fidel Herrera Beltrán era el Z-1 en Veracruz; que estaba
detrás de los secuestros a migrantes y de las desapariciones y nadie hizo
caso”.
Lo reseña el
reportero Miguel Ángel León Carmona para el portal e-consulta,
enfatizando que Solalinde es uno de los críticos relevantes de Fidel y de su
sucesor, Javier Duarte.
El 15 de enero de
2009, señala León Carmona, Solalinde “responsabilizó a Herrera Beltrán por
plagios de personas en la frontera sur de Veracruz, ello tras la publicación de
un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) la cual
advirtió sobre miles de plagios, que generaban ganancias hasta por 25 millones
de dólares.
“Dicho negocio
ilícito, dijo el entrevistado, no se controló en la administración 2004-2010 y
fue heredado por la administración de Javier Duarte, hoy preso por los delitos
de delincuencia organizada y lavado de dinero”.
De la evidencia —el
testimonio de un presunto operador de Los Zetas— habría enterado al Centro de
Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). En ella se establecía el vínculo
entre Herrera y Duarte con Los Zetas.
Y advierte que el
testigo fue ejecutado.
“Ese testimonio
—expresa Solalinde— también se lo entregué a reporteros de Veracruz y a la
CNDH, pero no quisieron hacer nada. Yo entiendo que la CNDH le tuvo miedo. A
los seis meses al testimonio (testigo) lo mataron. Obviamente no se lo iban a
perdonar”.
Otro que conoció de
los entresijos de los migrantes centroamericanos en Veracruz, los secuestros,
la responsabilidad del grupo delincuencial de Los Zetas, fue el ex secretario
de Seguridad Pública en el gobierno calderonista, Genaro García Luna, “quien
fue acusado en diversas ocasiones por tener nexo con Los Zetas”. Y también se
abrió.
“Nos vimos en su
búnker —cuenta Solalinde— y yo se lo dije en su cara, que Fidel Herrera Beltrán
era ‘El Zeta 1’, que estaba en lo de los secuestros y también Javier Duarte.
¿Por qué no hicieron nada?, Genaro García Luna, desgraciadamente, hizo daño a
todos, pero sobre todo a los migrantes”.
Y hoy, como
siempre, Fidel finge que combatió a los Zetas, que los enfrentó y que su
gobierno, su policía, cuando pudo, los frenó. Y que atrás de la descalificación
está el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, movido por la venganza.
Su hijo, el
diputado del Partido Verde, Javier Herrera Borunda, también blande la espada.
Acusa que el crimen organizado entró a Veracruz con el chirinismo, cuando Yunes
era secretario de Gobierno, el poder tras el trono.
Otros medios, entre
ellos Reporte Índigo, le atribuían a Yunes azul la verdadera relación con el
narcoempresario Francisco Colorado Cessa, dueño de ADT Petroservicios, preso en
Estados Unidos y condenado a 20 años de cárcel por lavar dinero de Los Zetas.
La “evidencia” es una fotografía donde Yunes aparece en primer plano y Pancho
Colorado en el plano de atrás, a distancia.
Yunes un día le
levantó el brazo a Miguel Colorado Cessa, notario de Poza Rica y candidato a
diputado federal. Y la fotografía es letal.
Otro periodista,
Ricardo Ravelo, ex reportero de Proceso, actual director de la revista
Variopinto, va más allá: Yunes representa el brazo panista de los zetas.
Describe que en el
mandato de Patricio Chirinos entró el crimen organizado a Veracruz. Uno de los
capos era Albino Quintero Meraz, vecino del ex gobernador Miguel Alemán Velasco
en Costa de Oro. Ni Yunes ni Alemán se percataron ni nadie los enteró que un
líder narco residía en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
“Tanto poder tenía
y tan protegido estaba que incluso llegó a ser un miembro distinguido del
Comité de Financiamiento del PRI en Veracruz en los tiempos de Yunes”.
Cita:
“Cuenta Quintero en
las declaraciones que rindió ante la Procuraduría General de la República tras
ser detenido que la droga la pasaban el territorio mexicano a través de
Guatemala, luego la transportaban hacia Tabasco y Veracruz y así los
cargamentos terminaban en Tamaulipas para después ser cruzados a Estados
Unidos. Todo con el cobijo político y policiaco.
“En Minatitlán y
Coatzacoalcos el cártel del Golfo y Los Zetas crearon un enclave importante.
Desarrollaron la industria del secuestro y por primera vez se tuvo conocimiento
de que los cárteles ya no solo operaban con el tráfico de drogas sino que
comenzaron a implementar otras modalidades delictivas: tráfico humano,
extorsiones, venta de protección, cobro de piso a giros negros…”.
Ravelo coincide con
Fidel Herrera Beltrán y su hijo Javier Herrera Borunda:
“La nota refiere
que Yunes le declaró a Carmen Aristegui, cuando conducía el noticiero de MVS,
que Fidel Herrera había recibido recursos de Colorado, que era su amigo y que
incluso acudía a su rancho. (Fidel Herrera rechazó el infundio y dijo que la
única vez que vio a Francisco Colorado fue en una cabalgata organizada en el
norte de Veracruz, donde coincidieron por accidente).
“La nota de Apro
añade:
“ ‘No obstante,
Yunes tiene relaciones con la familia Colorado Cessa desde el sexenio de
Patricio Chirinos (1992-1998) donde participó como secretario General de
Gobierno’ ”.
Pero la historia
implica a Fidel. Y no absuelve. Con su policía, su aparato judicial, proliferó
la impunidad y el avance de los zetas.
Del fidelismo son
las masacres en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Costa de Oro, la
tierra que por primera vez gobernaba Miguel Ángel Yunes Márquez y que llegaría
a ser botín de narcos.
Un panista,
Francisco Serrano Aramoni, titular de la Aduana de Veracruz, un día —1 de junio
de 2009— fue levantado y no se volvió a saber de él.
Tiempo después, en
un video que circulara en las redes sociales, tres zetas torturados por un
grupo afín a Joaquín El Chapo Guzmán, revelarían que a Serrano Aramoni lo mataron
al día siguiente de su secuestro.
Y de nuevo la mano
del fidelismo. Habrían participado en el levantón agentes de Tránsito de Estado
en el puerto de Veracruz.
El Expediente
Córdoba, divulgado por unos cuantos medios de Veracruz y ampliamente por
Proceso, contiene declaraciones de integrantes de Los Zetas, implicando a jefes
policíacos, agentes del Ministerio Público, policías ministeriales,
subprocuradores, magistrados, funcionarios de gobierno y hasta al abogado
preferido de Fidel Herrera, Jorge Reyes Peralta en una red de sobornos para que
el grupo delincuencial operara a placer.
Y así los seis años
en el poder. Y luego el duartismo, que refrendó sus pactos y la entrega del
territorio al crimen organizado.
De ahí la lápida
sobre sus hombros, la de la complicidad, la de contubernio.
“Era el Z-1”, le
dice Solalinde a Fidel y se cimbra Veracruz.
–
Archivo muerto
–
Con antifaz de
ladrón, Javier Duarte es el protagonista del pre informe de Yunes. Con sorna lo
exhibe el gobernador de Veracruz, desatando la furia del duartismo, de sus
adversarios, de los celadores de las buenas costumbres y de un sector de los
críticos que ven en los espectaculares e imágenes que circulan en las redes
sociales un exceso demencial. Javier Duarte en su faceta de vulgar ladrón. Reclama
Miguel Ángel Yunes Linares al ex gobernador como su trofeo. Lo haya traído a
México el gobierno federal, vía la extradición desde Guatemala, el
encarcelamiento de JDO es yunista azul. Fue Miyuli quien le puso el dedo, lo
masacró como el delincuente que es, el títere malogrado de Fidel Herrera
Beltrán, su financiero y cómplice en la bursatilización de la tenencia
vehicular, en los créditos robados, en las cuentas públicas aprobadas por su
rebaño en el Congreso de Veracruz. Y ya siendo gobernador, Duarte mostró la
uña, la rapacidad, su naturaleza corrupta, los alcances para saquear las arcas.
Será un exceso de Yunes mostrarlo con antifaz de delincuente y decir que Karime
Macías no merece abundancia sino que merece la cárcel, pero peor, infinitamente
peor, que el priista Javier Duarte se haya llevado hasta el último peso del
erario, vía sus empresas fantasma, vía las empresas de papel, con el silencio
cómplice del PRI, un Héctor Yunes que no sólo lo dejó hacer sino le llegó a
decir “mi jefe político”, y el resto de la pandilla que lo ayudó a robar. Ahora
resulta que esta lacra merece piedad. Sí, con antifaz y le faltó el traje de
reo… Dolor y angustia en el sur. A un constructor, Fernando “N”, lo levantaron
en Bellavista 204 y 16 de Septiembre, en el centro de Coatzacoalcos. A eso de
las 19:25, según reporte del C4, organismo de información y control del
gobierno de Veracruz, cuatro sujetos encapuchados y portando armas largas, a
bordo de una camioneta tipo Takoma, color blanca, lo privaron de su libertad. Exigen
3 millones por su vida. Es hijo de la ex subdirectora de Diario del Istmo. Una
versión difundida por el periódico Noreste, de Poza Rica, señala que el pasado
fin de semana fue devuelto con su familia. Otra señala que sigue en manos de
sus captores. Otro caso, el de Sebastián, joven futbolista que se hallaba en la
cancha 7, frente al periódico Liberal, cuando un comando armado llegó por él.
Lanzaron un disparo al aire, lo tomaron y se lo llevaron. Un caso más, el de
una conductora de la televisora local Olmeca TV, quien apenas se estacionaba
frente al medio de comunicación, en la calle Caracas de la colonia Guadalupe
Victoria, cuando un vehículo se le cerró. Logró echarse de reversa, tratando de
evadirlos. Al ver que estaba cercada, los embistió. Le dispararon uno de los
proyectiles dio en una pierna, pero logró huir para ser atendida en la Cruz
Roja. Y en Las Choapas, el ex tesorero de Renato Tronco, Gustavo Alarcón,
milagrosamente evitó ser secuestrado. Lo perseguía otro auto, y en él los
captores. Le dispararon en diversas ocasiones, dejando los impactos en la
carecería del vehículo Jetta en que se transportaba. Logró llegar a la
comandancia de la Policía Municipal, presuntamente herido. Ahí se resguardó. Y
la violencia no cesa… Le llaman “La Zorra” y es un zar de CAEV en Villa
Allende. Su nombre, Rafael Álvarez, un facilitador de factibilidades, anuencias
para que empresas y pequeños comercios se conecten a la red de agua. Bajo el
amparo de Carlos Vallejos, hoy subdirector Técnico de la Comisión de Agua y
Saneamiento de Coatzacoalcos, “La Zorra” “resolvía” todo: el contenido de las
solicitudes, los detalles de cada obra, el palomeo que permitiera a negocios
como Oxxo y otras tiendas de conveniencia comenzar a operar con un desembolso
mínimo. Ojo: con un pago menor a lo que debía cobrar CMAS o CAEV. Traslucía
Rafael Álvarez la soberbia del que siente que araña el cielo, protegido por sus
bienhechores, según relato cáustico de empleados y obreros. Otro de los que
durante el reinado del Comandante Tony, alias Tony Macías, el suegro incómodo
de Javier Duarte, operó a placer y con impunidad… Mínimo 10 joaquinistas fueron
o serán basificados y sindicalizados en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Entre
ellos hay personal del DIF, de Obras Públicas y del palacio municipal. Los
acoge con agrado el Sindicato Único de Empleados Municipales, o sea Gersaín
Hidalgo Cruz. En la lista —cuyos nombres van a desatar una tormenta— figuran
operadores menores del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol. Toda una
contradicción, un contrasentido, una aberración si la memoria no falla. Decenas
de priistas joaquinistas se fueron a la calle dizque para adelgazar la nómina
municipal, para no dejarle una carga al futuro alcalde, Víctor Manuel Carranza
Rosaldo, y tender un puente con Morena que evitara auditorías, persecución,
hurgar en los dineros y en las finanzas. Y a la hora de los privilegios,
decenas se quedaron sin empleo y hasta sin liquidación mientras Caballero y
Gersaín pactaban la basificación de un grupo de que se queda en nómina con buen
salario y mejores prestaciones. O sea, tomadura de pelo a Morena. Tomadura de
pelo a quienes se pusieron la camiseta del alcalde. Tomadura de pelo a los que
creyeron que la nómina se iba a adelgazar y en los hechos creció el número de
basificados… ¿Quién es ese cirujano plástico del norte, regio, que opera en
lote, a los Ortiz y a sus amigos, el que en bodega acumula un arsenal de senos
de silicón, nachas protuberantes, caderas, pómulos, barba partida, prótesis
para respingar narices boludas, aguileñas y hasta las tipo moco de pavo?
Cirujano preferido del jet set de Coatzacoalcos, es un as con el bisturí en la
mano, fabricando cinturitas de abeja y vientre plano, a damitas y a macho
menos. Curioso que el regio opere a los Ortiz, los Betos, los Rodríguez. Puro
cuate del H.
Sobre el autor:
Email: mussioc2@gmail.com
Twitter: @MussioCardenas
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