Fuera de Foco/ Por Silvia Núñez Hernández
El 04 de julio del año en curso, un grupo de
priístas arribaron a Temixco, Morelos para contratar a quienes quisieran
participar en la contienda electoral del pasado 07 de julio en el estado de
Veracruz. Un gran número de personas de bajos recursos se interesaron -92 para
ser precisos- y fueron trasladadas de su ciudad natal hacia diferentes puntos
del territorio veracruzano en donde se encargarían de cuidar las casillas
asignadas por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y este, le
pagaría mil pesos a cada uno, más su traslado y sus comidas.
La tónica cambió cuando los operadores priístas les exigieron a los morelenses que participaran en grescas y hurtos en las diversas casas de campaña de sus oponentes políticos. Acto que fue rotundamente rechazado por los vecinos de Temixco. Su negativa originó la ira de los militantes del tricolor y sin decir “agua va” los abandonaron a su suerte, no cumpliendo con el trato económico que habían convenido como pago de la guardia en las casillas, ni tampoco se les consideró el retorno a sus municipios en el estado de Morelos.
Ante estos hechos y sin poder contactarlos, los familiares de estos, realizaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Morelos por la presunta desaparición de los 92 contratados por el PRI en el estado de Veracruz. Mientras que en la entidad, las instancias competentes, hicieron como que “La Virgen les habló” y aseguraron no saber absolutamente nada sobre tema.
La dependencia en Morelos, abrió la queja con número 318/2013-5 sobre el escamoteo de los morelenses y solicitó a los familiares de los hoy plagiados por priístas veracruzanos, a que ratifiquen para poder proseguir con las averiguaciones pertinentes sobre dichas desapariciones. Daniel Portugal Lagunas, visitador de la CDH de Morelos, indicó que su homóloga en el estado de Veracruz le indicó no tener conocimiento del asunto, pero le aseguró procedería inmediatamente en las indagatorias para dar con la ubicación o la situación de cada uno de los morelenses desaparecidos.
La Procuraduría General de Justicia de Veracruz (PGJ) a cargo de Amadeo Flores Espinosa indicó que no cuentan con información sobre dichas desapariciones –acto que no nos causa extrañeza, pues estamos conscientes de la gran ineptitud que lo caracteriza- pero contradiciéndose, indicó que el único dato que tiene registro es que el ayuntamiento de Álamo, Temapache atendió a 27 morelenses que solicitaron ayuda para alimentación y transporte y así retornar a su ciudad natal.
En el estado donde no pasa nada, este tipo de actos deshonestos son tan usuales -contienda tras contienda- por parte de los partidos políticos y sobre todo, por el que ostenta el actual gobernante, Javier Duarte de Ochoa y sus compinches. Volviendo a ser noticia nacional, el mandatario estatal no se cansa de su patético protagonismo–hasta el último día de su desafortunado gobierno- cuando no repara en “regarla” una y otra vez.
Sabemos que no le podemos pedir “peras al olmo” y pretender que también el dominado presidente de la República, Enrique Peña Nieto, reaccione ante los miles de errores que comente el actual gobernante veracruzano y no le haga justicia a los ciudadanos.
Ha circulado una versión que cada día es más fuerte y podríamos considerarla como un “rayito de esperanza” para los veracruzanos. Pese a que quienes vivimos en esta triste, lúgubre y mal administrado estado y municipio; contamos con la esperanza -según escuchar versiones salidas de los pasillos de palacio de gobierno- que el ejecutivo estatal simplemente se lo llevan del estado para continuar su elocuente alimentación en tierras defeñas. Se cuenta que quien tomará el cargo es el actual secretario de Desarrollo Social en el estado, Marcelo Montiel Montiel –aunque sabemos este no hará absolutamente nada en beneficio de Veracruz, pues también es hijo de la fidelidad- al menos tendremos el descanso de no volver a ver a Javier Duarte en lo que resta de la administración.
La tónica cambió cuando los operadores priístas les exigieron a los morelenses que participaran en grescas y hurtos en las diversas casas de campaña de sus oponentes políticos. Acto que fue rotundamente rechazado por los vecinos de Temixco. Su negativa originó la ira de los militantes del tricolor y sin decir “agua va” los abandonaron a su suerte, no cumpliendo con el trato económico que habían convenido como pago de la guardia en las casillas, ni tampoco se les consideró el retorno a sus municipios en el estado de Morelos.
Ante estos hechos y sin poder contactarlos, los familiares de estos, realizaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Morelos por la presunta desaparición de los 92 contratados por el PRI en el estado de Veracruz. Mientras que en la entidad, las instancias competentes, hicieron como que “La Virgen les habló” y aseguraron no saber absolutamente nada sobre tema.
La dependencia en Morelos, abrió la queja con número 318/2013-5 sobre el escamoteo de los morelenses y solicitó a los familiares de los hoy plagiados por priístas veracruzanos, a que ratifiquen para poder proseguir con las averiguaciones pertinentes sobre dichas desapariciones. Daniel Portugal Lagunas, visitador de la CDH de Morelos, indicó que su homóloga en el estado de Veracruz le indicó no tener conocimiento del asunto, pero le aseguró procedería inmediatamente en las indagatorias para dar con la ubicación o la situación de cada uno de los morelenses desaparecidos.
La Procuraduría General de Justicia de Veracruz (PGJ) a cargo de Amadeo Flores Espinosa indicó que no cuentan con información sobre dichas desapariciones –acto que no nos causa extrañeza, pues estamos conscientes de la gran ineptitud que lo caracteriza- pero contradiciéndose, indicó que el único dato que tiene registro es que el ayuntamiento de Álamo, Temapache atendió a 27 morelenses que solicitaron ayuda para alimentación y transporte y así retornar a su ciudad natal.
En el estado donde no pasa nada, este tipo de actos deshonestos son tan usuales -contienda tras contienda- por parte de los partidos políticos y sobre todo, por el que ostenta el actual gobernante, Javier Duarte de Ochoa y sus compinches. Volviendo a ser noticia nacional, el mandatario estatal no se cansa de su patético protagonismo–hasta el último día de su desafortunado gobierno- cuando no repara en “regarla” una y otra vez.
Sabemos que no le podemos pedir “peras al olmo” y pretender que también el dominado presidente de la República, Enrique Peña Nieto, reaccione ante los miles de errores que comente el actual gobernante veracruzano y no le haga justicia a los ciudadanos.
Ha circulado una versión que cada día es más fuerte y podríamos considerarla como un “rayito de esperanza” para los veracruzanos. Pese a que quienes vivimos en esta triste, lúgubre y mal administrado estado y municipio; contamos con la esperanza -según escuchar versiones salidas de los pasillos de palacio de gobierno- que el ejecutivo estatal simplemente se lo llevan del estado para continuar su elocuente alimentación en tierras defeñas. Se cuenta que quien tomará el cargo es el actual secretario de Desarrollo Social en el estado, Marcelo Montiel Montiel –aunque sabemos este no hará absolutamente nada en beneficio de Veracruz, pues también es hijo de la fidelidad- al menos tendremos el descanso de no volver a ver a Javier Duarte en lo que resta de la administración.
Esperemos que dicha noticia no sea “charada” y sea un acto de justicia divina. Por ahí dicho “milagrito” debería de integrar en el paquete a la vocera y vice gobernadora, María Gina Domínguez Colío, quien le ha generado al estado un verdadero perjuicio luego de que esta se dedica a canalizar los recursos del erario público a sus cuentas personales.
El “perico” de Arredondo
Para los veracruzanos ya no es noticia la inmoralidad característica por parte de los servidores públicos. Estamos acostumbrados a ver como se enriquecen y luego, con el cinismo que les caracteriza –aquí es el único estado que reciben a los delincuentes políticos y los veneran sin problema alguno, como actualmente lo hacen con Fidel Herrera Beltrán-. Un ejemplo lo protagoniza el ex titular de la Secretaría de Educación Veracruz (SEV) y ex rector de la Universidad Veracruzana, Víctor Arredondo Álvarez, quien pretende nuevamente ser titular de la máxima casa de estudios de la entidad.
Su propio ex homólogo, Emilio Gidi Villarreal, en una entrevista realizada por parte de la empresa informativa La Jornada en su sección Veracruz se pronunció en contra de la posibilidad que Arredondo Álvarez vuelva a ostentarse como el rector de la más importante casa de estudios de la entidad. Argumentó que el hecho formaría parte de “una ilegalidad” y sobre todo, un retroceso para la UV, cuando este en el tiempo se ostentó como rector, jamás se prestó al diálogo con la comunidad universitaria y sólo hizo valer su estancia a través de la imposición. http://www.jornadaveracruz.com.mx/Noticia.aspx?ID=130430_064313_525
Tampoco podemos olvidar los grandes negocios que Víctor Arredondo realizó como rector de la máxima casa de estudios en el estado, cuando subarrendó los servicios de computadoras que costaban un “ojo de la cara” pudiendo con ese dinero, comprar equipo propio y evitar mal gastar los recursos de la UV que bien pudieron haber servido para construir más aulas y ampliar la matrícula estudiantil.
La imposición es un acto que en la actualidad el gobierno del estado –justificando que dicha instancia educativa es autónoma, pero tiene injerencia por “debajo de la mesa” al final de cuentas, ahí está el IEV, el TEEV, la CDH en el estado, etc.- es un acto recurrente y ofensivo, pero que absolutamente nadie hace algo para impedirlo.
Lo de la terna en la Universidad Veracruzana es pura “vacilada”. Quienes hemos sido alumnos de esa máxima casa de estudios, que lo importante para alguien que quiere ostentarse como rector, director y secretario académico, sólo debe de preocuparse por aparecer en la terna; la decisión final la tiene el actual rector –que en este caso es Raúl Arias Lovillo- el cual recibe la orden por parte del gobernador del estado –en este caso, Javier Duarte de Ochoa- para que le brinde el espacio a quien será el próximo rector de la Universidad Veracruzana.
Para eso quieren el poder amable lector quienes actualmente lo ostentan. Cuentan con la total apatía de los veracruzanos, quienes con resignación se dejan violentar por parte de nuestros empleados para que continúen enriqueciéndose a nuestras costillas, mientras tanto, los habitantes sigan padeciendo de faltas de oportunidades laborales, la marginación, la inexistente obra pública, etc., pues el dinero sólo sirve para que el gobernador continúe alimentándose e incrementando su ya exagerada corpulencia física.
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