18 de febrero de 2014

¿CUMPLIRÁ DUARTE CON LOS TUXTLAS?

*El fin de Verafest. 
Por Iván Calderón 
  Fue en el año 2006 cuando en el gobierno de Rafael Carrión Álvarez por gestiones ante el ex gobernador de la fidelidad dio inicio en San Andrés Tuxtla un festival conocido como “Verafest”, el cual tenía como objetivo potencializar el turismo en esta parte del estado, ofreciendo eventos artísticos al estilo del “Acafest” desarrollado en el puerto de Acapulco o la también casi estrenada cumbre Tajín, reactivando de esta forma la economía en esta región veracruzana.

  El inicio del Verafest estuvo respaldado por el Fidelismo quién absorbió todos los gastos de operatividad, así como de la secretaría de turismo del gobierno federal y de la iniciativa privada, ya que en su momento la producción de estos eventos estuvo a cargo de televisoras de paga emanadas del grupo Televisa.

  Este evento artístico el cual se celebra ente los meses de abril y mayo, buscando el pretexto de la semana mayor, se estrenó con los grupos de Moderato, Moenia, Alejandra Guzmán, Sin Bandera, Franco de Vita, Maribel Guardia, Lorena Herrera, entre otros más.

  Con la llegada de Marina Garay, se superaron los eventos del anterior gobierno, siendo muy recordados los conciertos de Emmanuel y Vicente Fernández, gracias a la inclusión de su hijo como presidente de la junta de mejoras y ahora diputado local Octavio Pérez Garay.

  Luego, en la tan cuestionada administración de Rafael Fararoni Mortera, muy a pesar de que se pensó que por ser un empresario cervecero y coordinador carnavales o expoferias, el Verafest estuvo plagado de deslices y de presentaciones chicharroneras donde el único objetivo era vender cerveza, generando sólo beneficios para su concesionaria Corona.

  El Verafest perdió su esencia, y a lo largo de estos años ha sido teñido de inoperancia y desvío de recursos, ya que el dinero recaudado tendría (en teoría) que haber sido utilizado para acciones en beneficio colectivo, y eso nunca pasó, es más, jamás ninguna autoridad ya sea carrioncista, marinista o coronista, ofreció cuentas de a dónde fueron a parar los recursos obtenidos en estos festivales. Y nadie nunca lo sabrá.

  Ahora bien, con la llegada de Manuel Rosendo Pelayo al gobierno municipal de San Andrés Tuxtla quizá se considere que el Verafest ha llegado su fin y que gracias a las relaciones y experiencias que el alcalde Sanandrescano obtuvo a lo largo de su carrera política, se ejecuten eventos artísticos y culturales de otro nivel, y que en vez de ser pan y circo para el pueblo, como ocurrió en el pasado, se logre verdaderamente reactivar la economía a través del turismo y la generación de empleos.
 
  Se tiene la plena seguridad que el gobierno de Manuel Rosendo Pelayo, rescate las tradiciones y establezca un buen desarrollo turístico. Además se piensa que en acuerdo con el Ayuntamiento de Catemaco de Jorge González Azamar por ser casi una zona conurbada se podrían elaborar programas entre estos dos municipios, multiplicando con esto los beneficios. Pero, digamos aquí, son conjeturas.

  Lo que sí es casi es una realidad es que el Verafest ha cerrado su ciclo, y en breve el gobierno municipal  anunciará otro tipo de evento que harán que la esfera estatal y nacional voltee los ojos a los Tuxtlas, generando con esto una verdadera derrama económica entre los diferentes sectores de la sociedad, ya que al final todo se debe de traducir en impulso financiero, que tanta falta le hace a esta parte del estado.

 En fin, veremos si ahora si, como tanto lo pregonó el gobernador Javier Duarte, “los Tuxtlas se ponga de moda”, ya que a la fecha quienes habitan esta parte del estado siguen esperando que el mandatario veracruzano cumpla su palabra de que este sería el “Sexenio de los Tuxtlas”.

 Aún sigue pendiente el compromiso de la construcción de la Súper Carretera, la cual comunicaría a la Suiza Veracruzana con los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos, además de tener una llegada más rápida a la capital del estado. Y se sigue esperando.
  
  Es muy triste e irritante revelar que a pesar de que el mismo gobernador asistió al banderazo de esta súper carretera, este evento sólo sirvió de escaparte político en las pasadas elecciones municipales, ya que a 3  días del suntuoso banderazo, las máquinas se fueron y estas jamás volvieron. Estando recuperados sólo unos cuantos kilómetros de esta vía.

  Para hablar de impulso turístico, se tiene que cuestionar sobre el mantenimiento y rehabilitación del sistema carretero. No se puede lograr una atracción turística, cuando las vías de comunicación están en el abandono.

  Sólo basta dar un recorrido en la carretera que comunica a la autopista del tramo “Cosamaloapan-Isla” con Santiago Tuxtla, el cual está hecho una ruina, o los caminos que nos dirigen a los puntos turísticos de la región como el Salto de Eyipantla, Sontecomapan, La Barra, o Montepío.

  La sociedad de los Tuxtlas aún tiene la esperanza de que el Gobernador Javier Duarte finiquite su compromiso. Todavía puede llegar la Prosperidad que tanto se ha anunciado… ¿Se hará realidad?, porque si nos vamos a los hechos los ciudadanos de los Tuxtlas solo se han vivido promesas incumplidas y de la embustera demagogia.

A sus órdenes.


@IvanKalderon  

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