Campo devastado
Desaparecen millones de empleos tras la entrada en vigor del tratado
Se contrae el PIB del sector; el país, tercer importador mundial de
alimentos
Matilde Pérez U.
Periódico La Jornada
Jueves 20 de febrero de 2014, p. 2
Jueves 20 de febrero de 2014, p. 2
En las dos décadas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) el resultado para el campo es devastador: se perdieron 4.9 millones de
empleos en la agricultura familiar, 6 millones de habitantes del sector rural
migraron, el PIB agropecuario pasó de 5 por ciento a 1.5 y México se convirtió
en el tercer importador mundial de alimentos, destacan evaluaciones de 15
agrupaciones nacionales y de Estados Unidos y Canadá.
En el documento Mitos del TLCAN
después de 20 años, las agrupaciones –entre ellas Red de Comercio Justo,
Fronteras Comunes, Alianza Justicia Global, Red Mexicana de Afectados por la
Minería (Rema), Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de
Productores del Campo y Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio–
destacaron que subieron los precios de los alimentos al consumidor y
paralelamente aumentó el consumo de comida chatarra.
El mercado agroalimentario mexicano es
dominado por 30 trasnacionales y sólo 10 por ciento de los agricultores del
país son exitosos, mientras el déficit comercial es de 119 mil 112 millones de
dólares, apuntaron.
El país también se convirtió en
importador de plaguicidas para responder al modelo agroexportador de
hortalizas; compró en el exterior 949 mil toneladas de esos productos. Antes
del tratado se gastaban 57 millones de dólares en dichas adquisiciones, y ahora
206 millones, comentó Alejandro Villamar, integrante de Rema. Dogmas y
prácticas del TLCAN han sido como una camisa de fuerza mercantilista que asfixia
a nuestra sociedad y la naturaleza.
El tratado, agregaron las agrupaciones
sociales, “representó el abandono de la producción nacional de alimentos a
favor de las importaciones –se compra el 42 por ciento de éstos–, lo que se
tradujo en la caída del ingreso de los campesinos y aumento de la desigualdad”.
En una carta que enviaron a los
presidente de México, Enrique Peña Nieto, y de Estados Unidos, Barack Obama,
así como al primer ministro de Canadá, Stephen Harper, destacaron que el libre
comercio ha sido negativo para la mayoría de los habitantes de las tres
naciones, pues se han hecho a un lado los derechos humanos y no hay un análisis
profundo de los impactos sociales, culturales y ambientales; han predominado
los intereses de un puñado de corporaciones.
Es momento de hacer a un lado la
retórica sobre los beneficios del libre comercio y poner en el centro del
escenario el bienestar de las poblaciones, pues el libre comercio ha implicado
la desaparición del empleo de calidad, la precarización del trabajo, la
degradación ambiental, el deterioro de la cohesión social y el aumento de la
violencia, subrayaron.
La pérdida de soberanía alimentaria, el
despojo de los recursos naturales por las empresas mineras, la excesiva
concentración de la riqueza y el trastorno en el equilibrio el poder son
ejemplo de que el modelo de libre comercio no funciona para los intereses de la
mayoría, expresaron.
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