5 de noviembre de 2016

SE BUSCAN: GUILLERMO PADRÉS Y JAVIER DUARTE


Los casos de Javier Duarte y Guillermo Padrés representan, para el gobierno federal y las instancias encargadas de impartir justicia, una gran oportunidad de hacer valer el Estado de derecho en medio de profundos y latentes cuestionamientos.
De igual modo, los partidos políticos, en este caso el PRI y el PAN, deberían considerar la posibilidad de actuar en congruencia, frente a la exigencia generalizada, para ejercer castigos ejemplares a aquellos cuadros que usan sus posiciones de poder para enriquecerse a costa de los contribuyentes.
El PRI y el PAN han hecho lo que su protocolo estatutario les indica: a Duarte y Padrés les han retirado el apoyo institucional, lo que aparentemente es bueno; pero, ¿es suficiente solo un “jalón de orejas” del partido? Casos como el de Humberto Moreira, acusado de delitos de blanqueo y malversación, así como de cohecho y organización criminal, es la prueba más evidente de que la justicia partidaria sirve para muy poco o nada, más allá del oportuno desmarque.
Pero la oportunidad está allí, presta a ser tomada por las instancias de gobierno y las instancias responsables de hacer justicia. El hartazgo y el desánimo social frente a la impunidad deben ser el aliciente para que, de una vez por todas y sobre cualquier costo político, se haga justicia.
Tal vez, en la actual coyuntura, el costo sea muy alto; pero es el momento justo de demostrar que el honor y la justicia están por encima de la corrupción y la indiferencia.
Por eso le preguntamos a todos ustedes, nuestros lectores, ¿lograrán que se haga valer el Estado de derecho en México?
Como siempre, les damos la bienvenida.

Adelante.

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