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El común denominador de estos exgobernadores del PRI es el robo que hicieron a las arcas de sus respectivas entidades, el desvío de recursos federales en su beneficio, la creación de empresas fantasmas para canalizarles dinero público, dejar en bancarrota a sus estados y heredar a sus sucesores multimillonarias deudas.
Todos
estos políticos que pertenecen al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y
que gobernaron algún estado del país, en estos momentos se encuentran prófugos
de la justicia. El común denominador de estos exfuncionarios públicos es el
robo que hicieron a las arcas de sus respectivas entidades, el desvío de
recursos federales en su beneficio, la creación de empresas fantasmas para
canalizarles dinero público, dejar en bancarrota a sus estados y heredar a sus
sucesores multimillonarias deudas.
Además,
también son denunciados por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Por lo
menos una docena de exgobernadores está en la mira de la Procuraduría General
de la República (PGR), acusados, casi todos, de delitos del orden local y
federal, como abuso de autoridad, tráfico de influencias, enriquecimiento
ilícito, lavado de dinero y ejercicio indebido del servicio público.
Los
principales fugitivos que componen la lista son Javier Duarte de Ochoa, de
Veracruz; Jorge Herrera Caldera, de Durango; César Duarte Jáquez, de Chihuahua;
Roberto Borge Angulo, de Quintana Roo; Rodrigo Medina de la Cruz, de Nuevo
León; y Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington Ruvalcaba, de Tamaulipas.
Por el
único que la PGR ofrece una recompensa de 15 millones de pesos es por Duarte de
Ochoa, mientras que Herrera Caldera se amparó para evitar una posible
detención, luego de la denuncia que hizo en su contra el gobierno de José Rosas
Aispuro. Duarte Jáquez y Borge Angulo, mantienen comunicación continua con
personal de la PGR para ver si hay orden de aprehensión en su contra.
Al
exgobernador que se le sigue armando un voluminoso expediente es a Medina de la
Cruz, por el delito de ejercicio ilegal de funciones, que se castiga con 12
años de prisión, entre otras cosas.
Los
prófugos que también son buscados por la justicia norteamericana, son los
tamaulipecos Hernández Flores y Yarrington Ruvalcaba. El segundo, tiene emitida
un ficha roja por la Interpol para localizarlo y detenerlo. Entre las
acusaciones en su contra está el de delitos contra la salud, en su modalidad de
colaboración con el crimen organizado.
Quien
fue acusado formalmente de lavado de dinero por el gobierno de los Estados
Unidos fue Eugenio Hernández. La acusación la dio a conocer oficialmente el
fiscal Kenneth Magdison, y en ella estableció que el exgobernador conspiró para
“lavar instrumentos monetarios”.
Quien
acaba de entregarse para dar inicio a su juicio es el sonorense, Guillermo
Padrés Elías, quien se entregó ante el juez, fue detenido junto con su hijo y
ayer mismo fue trasladado al Reclusorio Preventivo Sur, con la posibilidad, en
breve, de ser enviado a un penal de máxima seguridad, como ocurrió con su
familiar.
Otros
que también enfrentan denuncias en su contra en la PGR es el actual gobernador
de Coahuila, Rubén Moreira Valdés por el desvió de 160 millones de pesos del
erario estatal hacia empresas fantasmas. Maestros lo acusaron de robarles 400
millones de sus pensiones.
Humberto
Moreira Valdés, hermano de Rubén, también es acusado de ocasionar un
multimillonario quebranto el estado de Coahuila cuando fue gobernador, además
de existir una denuncia por delitos de lavado de dinero, enriquecimiento
inexplicable, encubrimiento y peculado.
Otro
común denominador de estos exgobernadores es que se encuentran desaparecidos, o
bien, amparados ante cualquier detención.
Con
información de UnoMásUno
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