4 de
noviembre del 2016.
A la comunidad nahua de Santa María Ostula, Michoacán:
A los pueblos del mundo:
A la sociedad civil nacional e internacional:
A los medios libres de comunicación:
Los pueblos, naciones y tribus que somos el Congreso Nacional
Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, manifestamos nuestro
profundo repudio a las acciones que los malos gobiernos y las bandas criminales
realizan al unísono en contra de la comunidad indígena nahua de Santa María
Ostula, municipio de Aquila, Michoacán, para tratar de acabar con su digna e
histórica lucha.
Los gobiernos no sólo fueron cómplices del atentado en contra de
Cemeí Verdía el 25 de mayo de 2015, sino que liberó a los culpables Juan
Hernández Ramírez (entonces presidente municipal de Aquila) y José Antioco
Calvillo. Encarceló a Cemeí Verdía con cargos inventados y asesinó al
niño Hidelberto Reyes García.
Los malos gobiernos ahora pretenden detener al comandante Germán
Ramírez, fabricándole delitos y culpas a quienes luchan y defienden la tierra y
a sus familias. Mientras, al mismo tiempo, se reagrupan los miembros del
cartel de los Caballeros Templarios que ya se encuentran reorganizados y
fuertemente armados al oriente del municipio de Aquila.
El delito de los comuneros, policías comunitarios de Ostula y
autodefensas de la sierra costa de Michoacán, ha sido no aceptar la muerte y el
terror que los malos gobiernos y la delincuencia organizada en la región
ofrecen como única opción. En cambio, con su resistencia y rebeldía
Ostula no sólo nos ha enseñado la dignidad de un pueblo organizado, sino que ha
demostrado al mundo que es posible construir la paz y la justicia en medio de
la destrucción en la que los capitalistas han sumergido a este país.
Denunciamos este nuevo ataque a la comunidad indígena de Ostula y
responsabilizamos de esta agresión a los malos gobiernos, a Enrique Peña Nieto
y a Silvano Aureoles, cómplices de los líderes templarios El Tena, El Tuco,
Chuy Playas y Federico González (Lico) a quien la comunidad ha señalado en
numerosas ocasiones como el responsable del asesinato de 34 comuneros y la
desaparición de 6. Los responsabilizamos por la sangre que quieren ver
correr para proteger sus negocios capitalistas, de proteger en lugar de buscar
y detener a los líderes templarios, de garantizar la impunidad a los militares
asesinos del niño Hidelberto, de buscar a toda costa despojar las tierras
comunales y recursos naturales, de buscar asesinar esa esperanza para este país
que se llama Santa María Ostula.
Expresamos nuestra respeto y solidaridad con las movilizaciones de
la comunidad a quien decimos que en el corazón colectivo del Congreso Nacional
Indígena brilla una intensa luz alimentada por la dignidad de Ostula y llamamos
a los pueblos originarios y sociedad civil de México y mundo, a la sexta
nacional e internacional, y a los medios de comunicación honestos a estar
atentos y solidarios.
Noviembre de 2016
Por la Reconstitución Integral de
Nuestros Pueblos
Nunca Más un México Sin Nosotros
Congreso Nacional Indígena.
Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
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