El periodista mexicoamericano presenta “Sembrando Odio”, un documental extraordinario (ver VIDEO) en el que se habla de una nación –Estados Unidos– peligrosamente dividida, partida en lo profundo. Trump ha dicho que los medios comoUnivisión o Telemundo no tienen razón de existir, y pugna por su desaparición. Sólo porque hablan en un idioma que no comprende; sólo porque están destinados a una población que él planea deportar y que, para sus partidarios, debería desaparecer de Estados Unidos o –dicen sus seguidores más radicales– del planeta.
Ciudad de México, 2 de noviembre
(SinEmbargo).– Las fuerzas más oscuras de Estados Unidos salieron del
clóset. El discurso de odio de Donald Trump ha permitido que el Ku
Klux Klan (KKK), por ejemplo, pueda declararse abiertamente en activo, con
espacio en las calles, en la prensa, en foros donde antes se daba cabida sólo
a las fuerzas democráticas de una nación que se presume defensora de
la libertad y la democracia.
Durante gran parte del siglo pasado, el
KKK se dedicó a perseguir, humillar, despojar y asesinar no sólo a
afroamericanos: también a mexicoamericanos. Ahora, alentada por Trump, esa
fuerza neonazi se volverá “observadora electoral”; así lo anunció ayer el
líder Andrew Anglin. En cualquier otro momento de los últimos años, Anglin
viviría a salto de mata. Hoy no. Ese es el clima que se vive en Estados Unidos
previo a… ¿a qué? La elección presidencial es tan cerrada que todavía no es
posible saber quién ganará: si Trump, calificado por intelectuales como
embrión de una nueva versión del fascismo, o Hillary Clinton, una
política de mucha carrera y muchos escándalos.
Jorge Ramos, un
periodista mexicoamericano que ha padecido en carne propia ese nuevo
clima de violencia racial –ha sido amenazado y sacado a empujones de las
conferencias de prensa de Trump–, publicó en Univisión, apenas este
domingo, un reportaje (ver VIDEO)
en el que habla de esa nación dividida: de la tierra de los libres –como
canta su himno nacional– que ya no son tan libres; del hogar de los valientes que se ha
vuelto, en estos días, contra los suyos.
El documental se llama “Sembrando Odio”.
“El asombroso ascenso del odio en Estados
Unidos a través de la lente del periodista Jorge Ramos”, dice Univisión del
documental, transmitido a millones de hispanos en Estados Unidos. “Desde
el Klu Klux Klan hasta el llamado movimiento Alt-Right, los nacionalistas
blancos se ven envalentonados por la campaña Trump y crecen en número”.
Trump ha dicho que los medios como Univisión y Telemundo no tienen
razón de existir, y pugna por su desaparición. Sólo porque hablan en un idioma
que no comprende; sólo porque están destinados a una población que él
planea deportar y que, para sus partidarios, debería desaparecer. Desaparecer
de Estados Unidos o –dicen sus seguidores más radicales– del planeta.
Ramos dice a SinEmbargo en entrevista, a propósito de “Sembrando Odio”:
“Estados Unidos es un país dividido con millones de personas que piensan como Trump. Gane o pierda, el daño está hecho. Ha permitido que el racismo y la discriminación se conviertan en lo normal. Además, propone el horror, es decir, las mayores deportaciones en la historia de Estados Unidos. Quiere deportar a 11 millones de indocumentados en dos ellos. Eso implicaría arrestar, detener y deportar a 15 mil personas cada día. Hoy las encuestas dicen que cualquiera de los dos, Trump o Hillary, podrían ganar”.
–¿Qué vivirá el mundo, y México en particular, si un hombre como esos llega a la Presidencia de Estados Unidos? –se le pregunta.
–Si Trump gana, sabe que puede hacer lo que quiera con [Enrique] Peña Nieto. El Presidente mexicano no tuvo ni el valor ni la sabiduría para decirle “NO” cuando lo tuvo frente a él en una improvisada y mal pensada conferencia de prensa. Dudo que los mexicanos tengan la confianza de que su Presidente se pueda enfrentar con Trump. Ya lo hizo una vez y lo barrieron. El peligro para México es enorme, más allá de la construcción de un muro y la deportación de millones de mexicanos. Podría suspender el TLCAN [Tratado de Libre Comercio de América del Norte], ocasionando serios problemas a la ya anémica economía mexicana e imponer nuevas tarifas al dinero que envían los mexicanos [remesas] desde Estados Unidos”.
El próximo martes, Estados Unidos sale a votar. Y el próximo miércoles, ese país amanece con un nuevo Presidente y, quizás, porque las encuestas no son claras, México enfrentará una de sus peores amenazas de su historia: Donald Trump, y esos millones de estadounidenses que consideran a nuestro país la culpa de gran parte de sus propios males.
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