Por: Luis Velázquez
Veracruz, México; 14 de agosto, 2013.-- I Según CONEVAL hay en Veracruz 4 millones de pobres y miserables, algo así como el 53 por ciento de la población.
Y lo peor, son pobres desde hace más de 500 años.
Y por tanto, nada indica en los
programas sociales del gobierno que en los próximos tres años que restan
del duartismo su escenario económico, social y cultural será
modificado.
Los pobres, dijo alguna vez el ideólogo Juan Antonio Nemi Dib, a la sazón secretario de Salud, son inevitables, y ni modo.
Así traigan a la tierra jarocha al gurú del banco mundial de los pobres.
Y así declaren el “Adiós a la pobreza”
en Mixtla de Altamirano con un techo de lámina, un piso de cemento, una
estufa ecológica y una despensa.
Y así juren y perjuren que los priistas quieren acabar con la pobreza y la miseria en Veracruz.
Y así la elite priista se corte las venas en nombre de los pobres… nada alienta el optimismo.
Se trata de palabras melosas y acarameladas para sembrar, acaso, quizá, la esperanza en los pobres.
Pero a los pobres, hartos como están, les vale.
II
Estamos en el tercer año del sexenio
próspero y nadie sabe, por ejemplo, el número de pobres que han dejado
de serlo, desde aquella tarde cuando en el auditorio del Museo de
Antropología de Xalapa dijeron que sacarían de pobres a equis número de
familias por mes.
Las palabras se las llevó el viento, y
con el tráfago de los días y las semanas el asunto se ha olvidado y
nuevos hechos y circunstancias se manejan en el discurso político y en
el tendedero mediático.
Vaya, para terminar, hay pobres y miserables desde el relato bíblico.
Es más, desde 450 años antes de Cristo,
cuando Herodoto, el primer reportero enviado especial del mundo, se
echara en la espalda un morralito con una muda de ropa y se fuera a
caminar el continente asiático.
Los pobres solo sirven para tirar cohetes con fervor patrio en el mes de septiembre.
III
Bastaría referir el siguiente dato: tres
familias en Veracruz (los Chedraui, en Xalapa; los Chahín, en Orizaba, y
los Ruiz Ortiz, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río) acumulan el
60 por ciento de la riqueza estatal.
El resto son pobres, miserables,
jodidos, desempleados, subempleados, migrantes y ni-nis, jóvenes y
padres de familia que ni trabajan ni estudian.
Pero además, pudiera agregarse otro dato apocalíptico:
Cada seis y tres años aparecen en el escenario jarocho nuevos ricos, nuevas fortunas.
Se trata de la riqueza de los políticos
que multiplican sus bienes con la impunidad del mundo, pues todo indica
que la elite priista en el poder sólo ha llegado para arrasar con lo que
se pueda.
IV
Vaya el lector de fin de semana a las sierras indígenas de Veracruz, a saber: Otontepec, Chicontepec, Huayacocotla y Papantla.
De igual manera, Zongolica, los Valles de Santa Martha y Uxpanapa, y Soteapan.
Y allí descubrirá, asombrado y atónito,
perplejo, la otra realidad de la tierra jarocha, donde el hambre y la
miseria se cruzan y entrecruzan, y mantienen como rehenes a las etnias,
sin que ninguna posibilidad exista de dignificar la vida cotidiana.
El lector encontrará casos de niños,
ancianos y mujeres fallecidos por la anemia y la desnutrición. Una
diarrea. Una enfermedad que en la zona urbana puede curarse con una
receta médica.
La miseria en todo su desgarre como si se descendiera a los infiernos tan temidos.
Una realidad se vive aquí en la ciudad, y
otra, radical, diferente, en las regiones montañosas de Veracruz, que
también forman parte del “estado ideal para soñar”.
Lo peor del asunto es lo siguiente:
estamos en el tercer año del gobierno, y “antes de que el gallo cante
tres veces”, la desigualdad social, económica y cultural habrá de
multiplicarse en la entidad federativa a la que las actrices Rossana
Nájera y Edith González invitan a caminar.
De nada sirve, pues, que tengamos el
primer lugar, como alardea Harry Grappa, en turismo de aventura y de que
por el espíritu visionario del secretario de Turismo los meseros de
Boca del Río estén aprendiendo mandarín.
La pobreza sigue aquí para que los políticos tengan suficiente tela para armar sus discursos. Palabras vanas. Insulsas.
POSDATA: Columnas picosas, reportajes picosos y crónicas picosas en el blog.expediente.mx como en ningún otro medio en Veracruz.
FUENTE: EL PIÑERO DE LA CUENCA.
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