29 de agosto de 2013

LOS QUE FALTABAN….A LA PROTESTA EN LAS CALLES DE LOS MILES DE MAESTROS PERTENECIENTES A LA COORDINADORA NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN, HABRÁ QUE SUMARLE LA PROTESTA EN LOS TRIBUNALES DEL OTRO GRUPO QUE TAMBIÉN SE DICE AFECTADO POR LA REFORMA EDUCATIVA, EL DE LAS EMPRESAS DE COMIDA CONSIDERADA POR LOS LEGISLADORES COMO “CHATARRA”....

Desde el 2010 se dio a conocer un listado de “alimentos prohibidos” en las escuelas elaborado por la Secretaría de Educación Pública

A la protesta en las calles  de los miles de maestros pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, habrá que sumarle  la protesta en los tribunales del  otro grupo que también  se dice afectado por la Reforma Educativa, el de las empresas  de comida considerada por los legisladores como “chatarra”.   Según las modificaciones que se aprobaron la semana pasada, queda prohibida la venta de este tipo de alimentos en las tiendas o  cooperativas escolares de todo el país, las empresas proveedoras de las mismas y siguiendo la inercia nacional  ya saltaron, denuncian que se está violando el  derecho a la libertad de comercio….. Como reza el dicho “Ya éramos muchos y pario la Abuela”.

Desde el 2010 se dio a conocer un listado de “alimentos prohibidos” en las escuelas elaborado por la Secretaría de Educación Pública, dentro del  que se contemplaban, frituras, tacos, gorditas, pastelillos, galletas, pambazos, hamburguesas, refrescos y pizzas.   En ese momento solo siete entidades  se comprometieron a que a través de reglamentos específicos y en coordinación con las Secretarías Estatales  de Salud y Educación se implementaría dicha medida.  Campeche, Colima, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí y desde luego el ajonjolí de todos los moles, Veracruz, aunque en Veracruz ya estuviera prohibido,  gracias a la Reforma al Artículo 13 de la Ley de Educación aprobada por el Congreso Local desde el 2006, en la que se estipuló  como obligación de la SEV vigilar el contenido nutricional de los alimentos que se venden dentro de las escuelas.

Para el 2013 en el caso específico de nuestro estado, Diputados Locales de oposición denunciaron que a las autoridades estatales les había “faltado energía” para cumplir a cabalidad con la disposición legal.  Ni a cabalidad ni a medio razonar, simplemente la medida no se pudo implementar  además de por la falta,  no de “energía”,  sino de voluntad del titular de la SEV Adolfo Mota, porque como todas las Reformas populistas, mal pensadas y hechas al vapor, esta dejo los vacíos legales suficientes como para que hoy las empresas de comida chatarra puedan apelar a las instancias legales correspondientes.  Aun cuando el estado de Veracruz está considerado como el primer lugar en obesidad en el país,  en adultos -7 de cada 10- y en niños -1 de cada 3-, el asunto se tomó con la ligereza acostumbrada, en buena parte y sin que sirva de “pretexto”,  por la misma circunstancia que lamentablemente  se hace presente en cada tema que nos ocupa, falta de recursos e indiferencia oficial.

Para empezar lo primero que habría que supervisar, más allá de lo que se vende en las “tienditas” es lo que el propio estado a través de los  sistemas  DIF les da  a los pequeños como  desayunos  escolares.   Madres de familia de la Colonia El  Renacimiento del puerto de Veracruz, denunciaban hace poco que el DIF Porteño les daba a los niños un mazapán, cuatro galletas y un botecito de leche como “desayuno frio” y que además aunque está estipulado que este debe ser gratuito, se los estaban cobrando en 12 pesos.   No sólo se viola lo que la propia Ley de Educación Estatal señala… “No permitir comidas con bajo valor nutricional en las escuelas”, sino que además es la propia autoridad la que se los entrega.    

Otra de las disposiciones señaladas en las modificaciones que el Senado realizo en el 2010, hablaba de la implementación primero parcial y después total en las escuelas del país de las jornadas de tiempo completo, en las que además del desayuno, se les brindaría a los alumnos, sobre todo  en escuelas de alta marginación social, la comida.   En este entendido y considerando que según el último reporte de UNICEF dado a conocer en mayo de este año,  Veracruz es uno de los tres estados del país con mayor número de niños en pobreza extrema –más de 1.5 millones, lo que implica casi el 70% de la población infantil-  lo que se venda o deje de vender dentro de las escuelas es lo de menos ya que  no tienen con qué comprarlo.  Por supuesto el problema se agrava porque tampoco se ha podido cumplir con esta meta.  

Hace apenas unos días el Gobernador Javier Duarte declaraba que para Veracruz  el tema de  las escuelas de tiempo completo se podía considerar como meta cumplida y superada, con más de mil centros escolares operando bajo este esquema.  De 21,516 planteles educativos que hay en los 212 municipios del estado, en mil se cumple con las jornadas escolares de 8 horas, de 2.1 millones de niños, 63 mil cuentan con el “beneficio” de la extensión del programa académico y se supone con los dos alimentos que lo acompañan –desayuno y comida-.   Si la meta a nivel nacional era la implementación total de este esquema y en Veracruz  con mil escuelas vamos al 42% por ciento –cifra proporcionada por el propio mandatario- de 21 mil que existen, entonces Pitágoras de nueva cuenta demuestra su absoluta falta de pericia matemática.  No salen las cuentas, y aun así se anuncia como un extraordinario logro. 

En esta misma inercia de incumplimiento  se encuentran la mayoría de los estados del país,  por lo que la lucha legal  emprendida entre la industria procesadora de alimentos y el estado mexicano resulta por demás absurda.  No sólo no se  destinan por parte  de los estados y de la  federación  los recursos necesarios para cumplir con el proyecto nacional de jornadas escolares de tiempo completo que incluye como le mencionaba, dos de las tres comidas del día, tampoco se cuenta con el recurso humano para verificar que la ley prohibitiva de comida chatarra en las tiendas de las escuelas se cumpla, y menos se tiene  el sustento legal adecuado  para impedirlo.  

Trafico de papas….

El punto de partida de esta nueva vacilada es tratar de evitar que la obesidad infantil en México siga incrementando – no olvide que a nivel mundial  nuestro país ocupa el primer lugar en población obesa- pero para ello se requiere primero,  que las escuelas más pobres del país tengan con qué suplir los alimentos de los menores y después que se especifique dentro de esta nueva Reforma aprobada por el Senado, cuáles serán las acciones a seguir cuando los niños en lugar de comprar la comida chatarra en su escuela, la traigan de casa.  ¿Qué es lo que está prohibido, comprar o consumir comida chatarra en las escuelas?  ¿En caso de que algún niño lleve comida chatarra como parte de su “lunch”  y lo comparta con sus compañeros se harán acreedores a alguna sanción sus padres?  ¿En base a qué?... No le sorprenda que el nuevo negocio millonario en México  sea el tráfico de papas fritas  y pambazos durante el recreo.

FUENTE: NOTIVER

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