Las consecuencias de dar prioridad
presupuestaria a la imagen del Gobernador en lugar de a dependencias claves
para el bienestar de los veracruzanos como educación y salud se sufren cada
día. Escuelas en las más indignantes condiciones, centros hospitalarios
carentes hasta de los insumos más básicos para la atención médica, y
casas hogar que pertenecen al estado como el “Hogar del Niño” con
pequeños cenando atole de arroz y un vaso con agua.
Mientras que a dependencias como Comunicación Social encargadas de exaltar la imagen del gobernador a cada instante se les otorgan presupuestos millonarios, los cuales además son ejercidos en medio de la más absoluta opacidad, a la Secretaría de Salud de la que no sólo dependen hospitales y centros de salud, también casas hogar para niños de escasos recursos, se les limita cada peso, obligándolos a vivir en la más indignante miseria.
Este año el presupuesto de egresos del estado de Veracruz registró un inusitado incremento para Comunicación social, 33%, a la Secretaría de Salud se le otorgó sólo un 1.7%. De manera oficial se destinaron 83 millones de pesos para la difusión de las actividades del Gobernador Javier Duarte y para la promoción de las “obras” realizadas por Gobierno del estado, también aunque sea información catalogada como “reservada” se sabe que en convenios con medios de comunicación se “invierten” cerca de 600 millones de pesos cada año. De manera extra oficial se habla de un monto aproximado a los 1,600 millones de pesos manejados de manera discrecional.
Un “hogar” con calor de infierno…
“Si quieren comer otra cosa que no sea frijoles díganle a sus papás que paguen más”…. Es la respuesta que les da la Directora del Hogar Gutiérrez Zamora, mejor conocido como “El hogar del niño” Pilar Fernández Rendón cuando a alguno de los pequeños se le ocurre preguntar si se podría comer otra cosa, según narra una de las madres de familia, quien recientemente sacó al menor de este internado por los continuos maltratos de los que era objeto
Además del presupuesto que se supone el estado a través de la Secretaría de Salud debe otorgar a la manutención de este hogar, a los padres de cada uno de los 60 niños que permanecen en calidad de internos de lunes a viernes se les cobra en promedio 260 pesos mensuales. A pesar de esto las carencias en medio de las cuales viven los pequeños son notables, un cuarto con una televisión para todos, camas destartaladas, colchones sucios y viejos, habitaciones con filtraciones de humedad, paredes cuarteadas –hasta el punto que hace poco hubo un derrumbe- y aulas educativas carentes del material escolar que se requiere.
En cuanto a la alimentación de los niños se refiere, el desayuno, la comida y la cena, trascurre cada día sin mayores variaciones, el menú consta de enfrijoladas, spaguetti (solo se le pone jamón cuando alguien dona) sopa de pasta, lentejas y frijoles. Un vaso de leche por las mañanas, agua de sabor por las tardes y agua simple por las noches. En medio de las tres comidas, cuando producto de alguna donación hay dulces se les reparten. La ropa y los juguetes con los que cuentan en su mayoría son los que sus propias familias les pueden comprar y en alguna que otra ocasión se les permite quedarse con “algo” de lo que obsequian los ciudadanos, siempre y cuando sea usado, lo nuevo es apartado por la directora del lugar para “otras causas”. Tampoco los aparatos donados por Fundación Azteca a través de la Televisora en Veracruz han podido ser usados por los niños, ni las laptops, ni el refrigerador, ni el resto de los enceres… simplemente como tantas otras cosas que la sociedad entrega de manera voluntaria y generosa “se extravían” asegura una madre de familia.
Todos los días en horario de oficina, en las instalaciones del “Hogar” se reciben donativos de todo tipo y la secretaria en turno entrega un comprobante de la donación. Cuando se trata de comida, se lleva al área de cocina para que se aproveche de manera racionada durante la semana, cuando se trata como le mencionaba en el párrafo anterior de ropa o juguetes USADOS se permite que algunas cosas se queden entre los niños internos, el resto de lo que llega, desde juguetes caros hasta electrodomésticos son re vendidos en un bazar que se ubica en las mismas instalaciones del “Hogar del Niño”. Aproximadamente se recaudan 700 pesos diarios, el resto de lo que se dona, narra una ex empleada, se lo lleva la Directora para “apoyar” a otras casas hogar….¿Cuáles? ¿Cómo elige Pilar Fernández a quienes apoyará a pesar de las necesidades apremiantes de la propia institución que dirige? Solo ella lo sabe…..
Y no solamente los niños son víctimas permanentes de la prepotencia y opacidad con la que Fernández maneja los recursos, también los propios empleados. En promedio laboran 60 personas pertenecientes a los tres sindicatos más importantes de la Secretaría de Salud, la relación de la directora con la líder del que más agremiados tiene en el “Hogar del Niño” es muy buena, tan buena que a pesar de quejarse Padres de Familia del descuido y malos modos con los que tratan a los pequeños, ahí siguen.
Por lo menos en un año se ha denunciado en tres ocasiones irregularidades por parte de padres de los niños internos, ex empleados y empleados en este Hogar, sin que la Secretaría de Salud intervenga. Antes su ex titular Pablo Anaya, no sólo solapaba todas estas clases de prácticas sino que incluyó a su cuñada para que también pudiera “ayudarse” con el trabajito. Hace unos días el nuevo Secretario de Salud Juan Antonio Nemi Dib, estuvo en las oficinas de dicha institución y aunque aseguran tuvo un trato amable con los empleados, nadie pudo acercarse a el por órdenes de Pilar Fernández, ésta prohibió a los empleados dirigirle la palabra bajo la amenaza de en complicidad con el sindicato habría consecuencias para quien se fuera de boca. Asegura a quien la quiera oír ser muy “influyente”, cercana al Gobernador y su esposa, la Presidenta del DIF Estatal, incluso mientras esta reportera investigaba una denuncia en diciembre del año la misma Directora comentó que desconocía sus alcances.
Tiene razón Pilar Fernández, la falta de claridad con la que se manejan los recursos entregados por la propia autoridad, por la sociedad civil y lo que ingresa por parte de las ventas de bazar, los malos tratos a los niños y empleados y la indiferencia oficial ante esta situación deben obedecer a “alcances mayores”…. Tan poderosos deben ser sus “protectores” que olvidan que su deber moral y legal es con los ciudadanos y más con los mas desprotegidos por la sociedad.
Mientras que a dependencias como Comunicación Social encargadas de exaltar la imagen del gobernador a cada instante se les otorgan presupuestos millonarios, los cuales además son ejercidos en medio de la más absoluta opacidad, a la Secretaría de Salud de la que no sólo dependen hospitales y centros de salud, también casas hogar para niños de escasos recursos, se les limita cada peso, obligándolos a vivir en la más indignante miseria.
Este año el presupuesto de egresos del estado de Veracruz registró un inusitado incremento para Comunicación social, 33%, a la Secretaría de Salud se le otorgó sólo un 1.7%. De manera oficial se destinaron 83 millones de pesos para la difusión de las actividades del Gobernador Javier Duarte y para la promoción de las “obras” realizadas por Gobierno del estado, también aunque sea información catalogada como “reservada” se sabe que en convenios con medios de comunicación se “invierten” cerca de 600 millones de pesos cada año. De manera extra oficial se habla de un monto aproximado a los 1,600 millones de pesos manejados de manera discrecional.
Un “hogar” con calor de infierno…
“Si quieren comer otra cosa que no sea frijoles díganle a sus papás que paguen más”…. Es la respuesta que les da la Directora del Hogar Gutiérrez Zamora, mejor conocido como “El hogar del niño” Pilar Fernández Rendón cuando a alguno de los pequeños se le ocurre preguntar si se podría comer otra cosa, según narra una de las madres de familia, quien recientemente sacó al menor de este internado por los continuos maltratos de los que era objeto
Además del presupuesto que se supone el estado a través de la Secretaría de Salud debe otorgar a la manutención de este hogar, a los padres de cada uno de los 60 niños que permanecen en calidad de internos de lunes a viernes se les cobra en promedio 260 pesos mensuales. A pesar de esto las carencias en medio de las cuales viven los pequeños son notables, un cuarto con una televisión para todos, camas destartaladas, colchones sucios y viejos, habitaciones con filtraciones de humedad, paredes cuarteadas –hasta el punto que hace poco hubo un derrumbe- y aulas educativas carentes del material escolar que se requiere.
En cuanto a la alimentación de los niños se refiere, el desayuno, la comida y la cena, trascurre cada día sin mayores variaciones, el menú consta de enfrijoladas, spaguetti (solo se le pone jamón cuando alguien dona) sopa de pasta, lentejas y frijoles. Un vaso de leche por las mañanas, agua de sabor por las tardes y agua simple por las noches. En medio de las tres comidas, cuando producto de alguna donación hay dulces se les reparten. La ropa y los juguetes con los que cuentan en su mayoría son los que sus propias familias les pueden comprar y en alguna que otra ocasión se les permite quedarse con “algo” de lo que obsequian los ciudadanos, siempre y cuando sea usado, lo nuevo es apartado por la directora del lugar para “otras causas”. Tampoco los aparatos donados por Fundación Azteca a través de la Televisora en Veracruz han podido ser usados por los niños, ni las laptops, ni el refrigerador, ni el resto de los enceres… simplemente como tantas otras cosas que la sociedad entrega de manera voluntaria y generosa “se extravían” asegura una madre de familia.
Todos los días en horario de oficina, en las instalaciones del “Hogar” se reciben donativos de todo tipo y la secretaria en turno entrega un comprobante de la donación. Cuando se trata de comida, se lleva al área de cocina para que se aproveche de manera racionada durante la semana, cuando se trata como le mencionaba en el párrafo anterior de ropa o juguetes USADOS se permite que algunas cosas se queden entre los niños internos, el resto de lo que llega, desde juguetes caros hasta electrodomésticos son re vendidos en un bazar que se ubica en las mismas instalaciones del “Hogar del Niño”. Aproximadamente se recaudan 700 pesos diarios, el resto de lo que se dona, narra una ex empleada, se lo lleva la Directora para “apoyar” a otras casas hogar….¿Cuáles? ¿Cómo elige Pilar Fernández a quienes apoyará a pesar de las necesidades apremiantes de la propia institución que dirige? Solo ella lo sabe…..
Y no solamente los niños son víctimas permanentes de la prepotencia y opacidad con la que Fernández maneja los recursos, también los propios empleados. En promedio laboran 60 personas pertenecientes a los tres sindicatos más importantes de la Secretaría de Salud, la relación de la directora con la líder del que más agremiados tiene en el “Hogar del Niño” es muy buena, tan buena que a pesar de quejarse Padres de Familia del descuido y malos modos con los que tratan a los pequeños, ahí siguen.
Por lo menos en un año se ha denunciado en tres ocasiones irregularidades por parte de padres de los niños internos, ex empleados y empleados en este Hogar, sin que la Secretaría de Salud intervenga. Antes su ex titular Pablo Anaya, no sólo solapaba todas estas clases de prácticas sino que incluyó a su cuñada para que también pudiera “ayudarse” con el trabajito. Hace unos días el nuevo Secretario de Salud Juan Antonio Nemi Dib, estuvo en las oficinas de dicha institución y aunque aseguran tuvo un trato amable con los empleados, nadie pudo acercarse a el por órdenes de Pilar Fernández, ésta prohibió a los empleados dirigirle la palabra bajo la amenaza de en complicidad con el sindicato habría consecuencias para quien se fuera de boca. Asegura a quien la quiera oír ser muy “influyente”, cercana al Gobernador y su esposa, la Presidenta del DIF Estatal, incluso mientras esta reportera investigaba una denuncia en diciembre del año la misma Directora comentó que desconocía sus alcances.
Tiene razón Pilar Fernández, la falta de claridad con la que se manejan los recursos entregados por la propia autoridad, por la sociedad civil y lo que ingresa por parte de las ventas de bazar, los malos tratos a los niños y empleados y la indiferencia oficial ante esta situación deben obedecer a “alcances mayores”…. Tan poderosos deben ser sus “protectores” que olvidan que su deber moral y legal es con los ciudadanos y más con los mas desprotegidos por la sociedad.
FUENTE:NOTIVER
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