Por: Víctor M. Quintana S.
El presidente del CEN
del PRI e insigne integrante del grupo
Atlacomulco, César Camacho Quiroz acaba de entregar más de seis
millones de firmas recolectadas por su partido, para respaldar la demanda
de consulta popular sobre la reducción de los
diputados plurinominales. Pavoneándose como si hubiera ganado otra elección
despensera, el mexiquense pregonó que tal cantidad de firmas se recolectaron en
tan sólo 20 días gracias a la disciplina de sus correligionarios…..pero
entraron en acción mucho más factores que la tan traída y llevada disciplina
tricolor. Lo más seguro es que para tan histórico logro el partido, llevó a la
práctica la siguiente receta:
1. Deje de lado los escrúpulos: No se preocupe
de valores tales como la coherencia, la congruencia y la participación
democrática. El hecho que su partido nunca se ha preocupado de consultar a la
ciudadanía, mucho menos en las cuestiones en que su presidente “le dio línea”
como las reformas energética, de telecomunicaciones,
educativa, fiscal, etc. no obsta para que ahora se cambie la chaqueta y
aparezca ante la opinión pública
como un demócrata convencido, partidario acérrimo de la democracia directa.
2. No busque la consulta en sí misma, sino
para contrarrestar otras: Tenga cuidado en no convencerse
demasiado de la consulta popular como mecanismo necesario de la democracia. Eso
sería un lastre para su partido. Más bien piense que su partido debe convocar a
una consulta con dos fines: uno, contrarrestar la convocatoria a consulta que
hicieron otros partidos y, sobre todo, para atiborrar a la ciudadanía de
consultas y hacer que el mecanismo se pervierta y termine no sirviendo de nada.
3. Escoja un tema que haga concesiones y
halague los sentimientos elementales de los ciudadanos: Es decir, algo
que arrastre a la gente, que recoja el enojo social que pulula por todos lados,
y proponga una salida facilona, simplista. Eso de eliminar diputados
plurinominales está muy bien, por más que los diputados de su partido,
uninominales o plurinominales, en su mayoría hagan gala de poco estudio y mucha
sumisión al Ejecutivo. Oculte aspectos importantes del problema, como el de la
necesidad de la representación de las minorías, o el hecho de que sería más
fácil reducir dietas, privilegios, viajes, gastos de representación, et e
implementar el fin de la impunidad legislativa como mejores y verdaderas
soluciones. Si le hacen ver que eso de hacer concesiones y halagar los
sentimientos elementales de los ciudadanos por parte de los políticos, es una
degeneración de la democracia, que coincide letra a letra con la definición de
“demagogia” de la Real Academia Española, desdeñe el comentario por
“académico”.
4. No consulte si se quiere promover la
consulta: no se le ocurra preguntarle a las bases de su partido ni mucho menos a
quienes trabajan en sus gobiernos si quieren o no trabajar en la promoción de
la consulta o la recolección de firmas. La consulta es para los de afuera, no
para los de adentro. “Hágase la voluntad del pueblo en los bueyes de mi compadre”.
5. Aproveche sus fortalezas: utilice los
viejos mecanismos corporativos: aplique las viejas
pero efectivas “técnicas” que siempre le han resultado a su partido:
simplemente “baje” la instrucción de recolectar firmas a las centrales y
federaciones sindicales, a los sindicatos, a los sectores que pertenecen a su
partido. Es momento de cobrar las gestiones, los trámites, las despensas, los
préstamos, aunque no se den con los recursos del partido sino del erario.
Comprometa a los dirigentes de manera pública y ´póngales cuotas de firmas; en
cortito hágales saber que si no las reúnen tendrán varias “tachas” en su récord
para la siguiente candidatura.
6. A los burócratas de sus gobiernos,
cóbreles la chamba que tienen: el desempleo y los
malos salarios siguen siendo de los principales problemas de este país,
aproveche que la gente está dispuesta a hacer cualquier cosa por conservar su
puesto de trabajo. Así que no dude en poner altas cuotas de firmas por cada
burócrata. ¿Qué le parecen cien por cabeza? Deles oportunidad de salir
temprano de sus labores para que vayan a la recolección; hágase de la vista
gorda si lo hacen en edificios de gobierno, escuelas, prepas, universidades
públicas, hospitales, ofrézcales días de asueto por cada centenar de firmas,
como en algunos planteles de educación media
superior en Chihuahua. A final de cuentas, piense que los empleados, los
edificios, las instalaciones de gobierno son patrimonio del partido que gana el
gobierno.
Colofón: con esta consulta
relámpago el PRI contribuirá a la perversión de los balbuceantes mecanismos
de democracia directa en nuestro país. Es un
intento de matar en la cuna todo proyecto de maduración de la cultura política,
como son las consultas populares. No se olvide que el PRI tiene más
posibilidades de adeptos donde hay menos educación, más desempleo, más
pobreza y menos participación ciudadana. Pedirle consultas democráticas a un
partido con la trayectoria del tricolor es ir a buscar las peras al olmo.
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