Con
un apoyo diario de alrededor de 12 pesos por persona, un hogar de cinco
integrantes podrá cubrir sus necesidades de salud, alimentación y educación, de
acuerdo con las reglas de operación del programa Prospera. Esta estrategia, que
desplaza a Oportunidades, incluye, además de dichos componentes, los rubros de
fomento productivo e inclusión laboral, financiera y social.
Una familia con ingresos
inferiores a la línea de bienestar mínima del Consejo Nacional de Evaluación de
la Política de Desarrollo Social (Coneval) –que en zonas urbanas es de mil 272
pesos y en las rurales de 895– recibirá al mes, con los tres becarios como
máximo que se permiten en primaria y secundaria, mil 825 pesos, pero si los
subvencionados ya están en educación media superior serán 2 mil 945.
Esto señalan las reglas
de operación que se publicaron ayer en el Diario Oficial de la Federación,
en el cual se explica que Prospera, Programa de Inclusión Social, se destinará
exclusivamente a la población en condiciones de pobreza, vulnerabilidad, rezago
y marginación, de acuerdo con los criterios de resultados que definan el
Consejo Nacional de Población y las evaluaciones del Coneval.
Las familias que podrán
obtener los apoyos son las que tengan ingresos que les impidan desarrollar las
capacidades de sus integrantes en alimentación, salud y educación. Además,
deben tener hijos menores de 22 años. Asimismo, las mujeres en edad
reproductiva.
Incluye acciones para la
superación de la pobreza, mediante educación, salud, alimentación, generación
de empleo e ingreso, autoempleo y capacitación; protección social y programas
asistenciales, y fomento del sector social de la economía.
De acuerdo con la
medición de la pobreza realizada por el Coneval, con información de 2012, en
México 45.5 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, es
decir, 53.3 millones de personas carecen de las condiciones necesarias para el
goce efectivo de sus derechos.
El Observatorio de
Política Social y Derechos Humanos cuestionó que ese programa no contempla
cambios sustanciales respecto de lo que hacía Oportunidades.
No se acompaña de la creación de algún nuevo programa ni de planificación y ajuste alguno presupuestal interno significativo, a excepción de la Secretaría de Educación Pública. En este programa participan ahora las secretarías de Desarrollo Social, Salud, Educación, Hacienda, Economía, Agricultura y Trabajo.
Las reglas de operación mencionan
que, en cumplimiento de los objetivos del Programa Nacional para la Prevención
Social de la Violencia y la Delincuencia, se podrán establecer acciones
dedicadas a ese fin, si se encuentran en los polígonos ubicados en esa
estrategia.
Explica que los apoyos
se podrán suspender, entre otras causas, si un alumno falta más de cuatro veces
durante un mes a la escuela, si se cambian a una localidad donde no hay
cobertura de los servicios de salud y si la familia no proporciona la
información socioeconómica y demográfica de su hogar para ser evaluada.
(La Jornada)
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