Javier Duarte de Ochoa fue intervenido quirúrgicamente para
adelgazarlo; lo malo es que también se le enflaquecieron las ideas, y ahora
pretende engañar, una vez más, a los veracruzanos. Esta tarde, envió a sus
“amigos periodistas” una serie de fotografías en donde se ve a elementos de la
Fuerza Civil que detuvieron su lujosa Suburban último modelo para pedirle a su
chofer que se identificara y a sus pasajeros igual.
Por “coincidencia”, ahí
estaba un fotógrafo de Comunicación Social para documentar el hecho, y con ello
“demostrar” que Duarte de Ochoa es el primero en cumplir con la ley. Él, que a
lo largo de su desastroso sexenio ha demostrado que la Constitución la
considera tan solo un rollo de papel sanitario; él, que ha pisoteado leyes,
decretos, acuerdos, para hacer su capricho, y ahora quiere mostrar que es “muy
honesto”. Javier Duarte de Ochoa adelgazó, pero también, se le adelgazó el
cerebro, ya no fosforean las meninges, como decía Miguel Alemán Velasco
burlonamente de quien cometía o hacía acciones que no convencían a nadie.
Por
lo pronto, el aún Mandatario Estatal quiere convencer a sus paisanos -que ya le
han dado la espalda en definitiva-, que todavía tiene qué ofrecer. Ante el
hecho hay quienes dicen que mejor debiera seguir vegetando en Casa Veracruz
antes de seguir causando lástimas. Y vaya que les asiste razón…
No hay comentarios:
Publicar un comentario