17 de septiembre de 2016

JAVIER DUARTE DE OCHOA ADELGAZÓ, PERO TAMBIÉN, SE LE ADELGAZÓ EL CEREBRO…




Javier Duarte de Ochoa fue intervenido quirúrgicamente para adelgazarlo; lo malo es que también se le enflaquecieron las ideas, y ahora pretende engañar, una vez más, a los veracruzanos. Esta tarde, envió a sus “amigos periodistas” una serie de fotografías en donde se ve a elementos de la Fuerza Civil que detuvieron su lujosa Suburban último modelo para pedirle a su chofer que se identificara y a sus pasajeros igual. 

Por “coincidencia”, ahí estaba un fotógrafo de Comunicación Social para documentar el hecho, y con ello “demostrar” que Duarte de Ochoa es el primero en cumplir con la ley. Él, que a lo largo de su desastroso sexenio ha demostrado que la Constitución la considera tan solo un rollo de papel sanitario; él, que ha pisoteado leyes, decretos, acuerdos, para hacer su capricho, y ahora quiere mostrar que es “muy honesto”. Javier Duarte de Ochoa adelgazó, pero también, se le adelgazó el cerebro, ya no fosforean las meninges, como decía Miguel Alemán Velasco burlonamente de quien cometía o hacía acciones que no convencían a nadie. 

Por lo pronto, el aún Mandatario Estatal quiere convencer a sus paisanos -que ya le han dado la espalda en definitiva-, que todavía tiene qué ofrecer. Ante el hecho hay quienes dicen que mejor debiera seguir vegetando en Casa Veracruz antes de seguir causando lástimas. Y vaya que les asiste razón…

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