MADRID
(apro).— El pasado lunes 26, el PRI suspendió la militancia partidista al
gobernador de Veracruz, Javier Duarte, cuando la Procuraduría General de la
República (PGR) anunció que abrió una investigación por las abultadas pruebas
de su corrupción.
Está con un pie fuera del PRI y dejado solo por Enrique Peña
Nieto.
Solo tres años antes, Duarte era ejemplo para el presidente Peña Nieto, que presumía al gobernador veracruzano como miembro de la nueva generación del priismo que iba a marcar el rumbo de México.
Solo tres años antes, Duarte era ejemplo para el presidente Peña Nieto, que presumía al gobernador veracruzano como miembro de la nueva generación del priismo que iba a marcar el rumbo de México.
Y
Duarte no solo lo sabía, sino que lo explotaba, incluso sintiéndose parte de
esa nueva estirpe que se distinguió por la corrupción y su incapacidad que
sumió a su estado en una ola de inseguridad irrefrenable.
En enero de 2013, cuando estaba en los picos de la luna casi al
inicio del gobierno de Peña Nieto, el veracruzano arribó a la capital española
con una nutrida comitiva, que incluía a sus amigos Moisés Mansur y Jaime
Porres, hoy se sabe, parte de sus prestanombres en operaciones inmobiliarias en
México y Estados Unidos.
Mansur es quien nombró heredero a Duarte de tres millonarios
inmuebles en Polanco y Las Lomas, en la Ciudad de México, tal como lo publicó
el periódico Reforma.
En ese viaje a Madrid, con motivo de la Feria de Turismo de
Madrid (Fitur), Duarte hizo una agresiva campaña publicitaria de Veracruz como
destino turístico, pero sobre todo, vino con el visto bueno y el apoyo del
gobierno de Peña Nieto para promocionar a su entidad como la futura sede de la
Cumbre Iberoamericana, como sucedió el año siguiente.
Y pintaba un Veracruz que ya entonces no existía, por ejemplo,
en materia de seguridad, cuando ya había una lista de periodistas asesinados,
como Regina Martínez, la corresponsal de Proceso en la entidad, o desplazados,
comunidades enteras afectadas por la actuación del crimen organizado.
“Veracruz es el único Estado en que pasamos de una situación
crítica, no escapamos de una situación lamentable que México vivió, a una de
estabilidad y de seguridad”, decía.
Poco le duró el gusto de presumir a Veracruz como territorio de
paz, porque en marzo de ese año el gobierno español incluyó a esa entidad en la
alerta como una zona de “especial peligrosidad” para los españoles que viajan a
México.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) señala
en la alerta que en Michoacán y Veracruz, “se constata una intensificación de
las actividades de grupos criminales ligados al narcotráfico que ha producido
una elevación del nivel de violencia en la zona”.
La altanería del mandatario le hizo que su operador en España,
Max Trejo, prescindiendo de la embajada de México, gestionara encuentros con
Enrique V. Iglesias, el secretario general Iberoamericano y con el entonces
príncipe Felipe de Borbón, con el mismo objetivo de hablar de la sede de la
Cumbre Iberoamericana, aunque éste último no tenía injerencia institucional en
dicha cumbre.
Eso provocó un choque con la embajada, entonces a cargo del
panista Francisco Ramírez Acuña, con el equipo de Duarte y desencuentros con
las autoridades españolas.
Pero sus excesos no pararon ahí. Solo cinco meses después hizo
que Veracruz fuera el “principal patrocinador” del partido benéfico de fútbol,
celebrado el 9 de junio, en el estadio Santiago Bernabeu, en el que la escuadra
del Real Madrid Leyendas venció 2 a 1 al equipo de veteranos del Juventus de
Turín.
El 18 de abril, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez,
anunció dicho partido benéfico denominado Corazón Classic Match 2013 Veracruz,
en el que agradeció el patrocinio del estado mexicano.
“Queremos agradecer al estado de Veracruz por mostrar su
compromiso a la causa siendo el principal patrocinador de este gran encuentro”
dijo acompañado, entre otros, de Max Trejo, titular de la Oficina de Veracruz
para Europa e Iberoamérica.
Los dividendos del encuentro se destinarán a la Cruz Roja
española para sufragar “más de medio millón de meriendas entre más de cinco mil
niños y niñas españoles en situación vulnerable”, apuntaba el comunicado de la
Fundación Real Madrid.
Un informe elaborado por la Cruz Roja española, que entregó a
este reportero, señala que esas ganancias irían a la campaña Solidaridad con la
Infancia, integrada al programa Promoción de Éxito Escolar de esa institución,
donde también colabora la tienda El Corte Inglés. En total se distribuirán 560
mil 670 meriendas a más de cinco mil menores durante 110 días; la iniciativa
inició en abril y concluyó el 14 de junio, para continuar del 16 de septiembre
al 2 de diciembre, coincidiendo con el ciclo escolar.
Una obra de mecenazgo de Duarte para beneficio de la población
infantil española, que no tendría ninguna crítica, si no fuera porque entonces
el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)
señalaba en su Informe sobre Pobreza (en México) 2012 a Veracruz como la
entidad que ocupaba el séptimo lugar nacional de población en pobreza (con 58%)
y en cuarto por pobreza extrema (con 19.39%). El mismo informe colocaba a
Mixtla de Altamirano como el municipio más pobre del estado y quinto con más
alto índice de pobreza y marginación del país.
Entonces el directivo de una empresa española que tiene
patrocinios en la Fundación Real Madrid, que habló a condición de mantenerse en
el anonimato, explicaba que para que el nombre de Veracruz se incluyera en el
nombre de ese partido benéfico (Corazón Classic Match 2013 Veracruz) “el
patrocinio debió ser de mucho dinero. No se trata de una simple donación”.
“Estamos hablando que el Real Madrid es quizá la marca española
mejor posicionada en el mundo”, añadía.
Cuando el 18 de abril de ese año, la oficina del gobierno de
Veracruz en Europa emitió un comunicado sobre el partido, señalaba que era en
“honor al estado de Veracruz”, pero no mencionaba el patrocinio del mismo.
Ya entonces el club merengue estaba considerado como “la
franquicia deportiva más valiosa del mundo” por la revista Forbes, con ingresos
de 650 millones de dólares anuales.
Y la investigación de Proceso arrojó que ese partido pudo
generar dividendos millonarios con la venta de entradas en las 85 mil butacas
del estadio Bernabeu y la audiencia promedio de televisión de 80 millones de
personas en el mundo.
El gobierno de Javier Duarte había firmado con el Real Madrid,
equipo del que es seguidor, un convenio entre el DIF estatal y la Fundación del
club español para instalar seis escuelas socio-deportivas del club en Tuxpan,
Veracruz, Xalapa, Boca del Río, Córdoba y Coatzacoalcos. Paralelamente, la
fundación tiene convenios para estas escuelas infantiles en Ciudad Juárez,
León, Puebla Veracruz y Oaxaca. En total serían 12 escuelas en México.
De acuerdo con la Memoria de la Fundación Real Madrid 2011-2012,
“México es uno de los países donde más presencia está obteniendo la Fundación
Real Madrid”. Los convenios firmados ese año con los socios locales fue con
Grupo Bafar (Ciudad Juárez); Instituto Municipal del Deporte en Puebla; Cunden
(León) y Cesal (Oaxaca). En marzo de 2011 se realizó una formación de fútbol
dirigida a 96 entrenadores Juárez, Chihuahua, Ciudad de México y Veracruz.
Se supo que Duarte planeaba acudir a la conferencia de prensa en
el Bernabeu, el 18 de abril, donde se anunciaría el partido benéfico, pero
canceló porque en México le había estallado uno de los escándalos que
definieron su mandato.
El día 17 de abril, el presidente del Partido Acción Nacional
(PAN), Gustavo Madero, denunció la red de funcionarios de los tres niveles de
gobierno, encabezada por Javier Duarte y por la secretaria de Desarrollo Social
(Sedesol), Rosario Robles, para beneficiar con el uso ilegal de recursos
públicos al PRI, de cara a las elecciones de este 7 de julio de 2013.
Además de la denuncia que el PAN formalizó ante la Procuraduría
General de la República (PGR), el Pacto por México, que impulsó el gobierno de
Peña Nieto con el PAN, PRI y PRD, entró en un impasse y los integrantes se
vieron obligados a firmar un adéndum del pacto, para garantizar la limpieza de
las elecciones.
Pero las acusaciones persistieron y Duarte siguió en el ojo del
huracán. El 10 de junio también de ese año, un día después de celebrado el
partido en Madrid, en la Ciudad de México el PAN formalizó ante la PGR una
nueva denuncia contra el gobernador de Veracruz y una contra su antecesor,
Fidel Herrera (actual cónsul en Barcelona), por desviar recursos públicos para
el PRI a través de fundaciones.
Ese mismo día, en el marco de la firma del decreto de la Reforma
Constitucional en Materia de Telecomunicaciones, Radiodifusión y Competencia
Económica, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, lanzó un duro
mensaje que, sin decir su nombre, estaba dedicado a Duarte.
“Nos preocupan las prácticas de algunos gobernadores y
funcionarios públicos que aquí se visten, en el plano nacional, de los
demócratas más avanzados del planeta, y allá, en sus estados, se comportan como
predemócratas que no conocen las reglas elementales de la contienda electoral
democrática y, con ello torpedean permanentemente e insistentemente al Pacto
por México”, dijo.
Ese ha sido el tono de excesos y presuntos delitos del mandato
del gobernador Javier Duarte, que se convirtió en una carga para Peña Nieto y
para el PRI, del que hoy se ven obligados a tomar distancia y ponerlo en la
picota de los sacrificios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario