Columna: Fuera de Foco
Por: Silvia Núñez Hernández
Hace
dos años, los maestros tomaron la plaza Regina Martínez en protesta por la
reforma educativa e intentar impedir que se llevará a cabo la burla
histórica: El Grito de Independencia. Lo usual: Javier Duarte de Ochoa los
mandó a golpear. La pretensión de los docentes era impedir que el mal
gobernante realizara el “tradicional” Grito de Independencia. La respuesta fue
contundente. Una golpiza tanto a maestros, ancianos, niños, activistas sociales
y fotoperiodistas. En el 2013, el fotógrafo de la agencia Cuartoscuro y del
semanario Proceso, Rubén Espinosa Becerril y Nadia Vera Pérez fueron también golpeados
uno por dar cobertura a la golpiza y la otra, por ser parte de la protesta. La
triste historia de ambos todos la conocemos y como siempre, fue noticia
internacional y nacional, pero con los resultados comunes: la impunidad. Hasta
ahora sus asesinos siguen libres y al parecer ya las autoridades enviaron los
archivos de estas cinco personas asesinadas en la colonia Narvarte al archivo
muerto.
¿Qué representa para los políticos la
celebración del 15 de septiembre? ¿Qué les produce vanagloriarse en un evento
ante gente acarreada y pagada, para pretender crear una ficción de estar ante
genuinos habitantes de una soberanía, de un estado o municipio, cuando todos
son concurrencia de prepago?
Resulta sorprendente que pese a la
animadversión existente por parte de la sociedad veracruzana con relación a sus
mandatos, de la desquebrajada situación del estado, de la pobreza inminente de
muchos sectores vulnerables, de la depredación que han originado; los gobiernos
municipales y del estado, insistan en destinar recursos en celebraciones
como el Grito de Independencia.
México es un país que mantiene una
alarmante estadística de pobreza extrema en los mexicanos. Donde la riqueza se
concentra únicamente un escueto uno por ciento de la población. Sujetos que
amasan riquezas dolorosas y ofensivas, cuando existen familias que comen una
vez por semana si bien les va, donde existen niños desnutridos, descalzos,
analfabetas y con enfermedades realmente ridículas que los llevan a la muerte.
Un país, unos estados y municipios llenos de dolor por millones de personas que
lloran y se desangran por dentro, al tener que conciliar el secuestro de uno de
sus familiares, enfrentando amenazas y hasta la muerte por exigir a las
autoridades “procuradoras de justicia” que hagan su trabajo.
Veracruz no es un escenario ajeno al
reporte de la desastrosa situación que se presenta en la media nacional. Al
contrario, las cifras van al parejo de lo que pasa a nivel nacional y el grado
de inseguridad existente en la entidad. Es decir, mantiene cifras
significativamente similares a lo que sucede en México. Un estado que por sí
sólo, mantiene una taza elevadísima de personas asesinadas, secuestradas
y que actualmente se encuentran desaparecidas. Un estado en donde escribir es
la peor de las hazañas que ha originado 20 periodistas brutalmente asesinados.
Un gobierno intolerante e intolerable.
Un estado que se reporta a nivel nacional
como un cementerio clandestino, acto que ha motivado a los Colectivos de
Desaparecidos hayan decidido buscar y derivado de ello, han localizado fosas
con cientos de cuerpos y personas desmembrados y restos óseos. Un estado, donde
el titular de la Fiscalía General de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras
se preocupa más por el golpeteo mediático al impedirles el uso de cámaras
y celulares –que ya mantiene de manera incesante por su incapacidad-, que el
garantizarle la tranquilidad a madres, padres, hermanos –familiares en general-
al conocer sobre el paradero de sus seres queridos que tienen muchos de ellos
desaparecidos desde el mandato de ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y que
proliferó en el mandato de Javier Duarte de Ochoa.
No existe nada que celebrar. El circo
mediático de los servidores públicos ya es una burla a la inteligencia de los
ciudadanos, cuando no ha existido una real independencia por parte de la
soberanía mexicana y la sociedad vive totalmente pisoteada, sobajada a “señores
feudales” que se transportan en un avión tipo palacio con un valor de 580
millones de dólares.
Licenciada en Ciencias y Técnicas de la
Comunicación, directora general y columnista. Sustenta su trabajo, tras 23 años
de ejercicio periodístico adquirido en diversos medios de comunicación situados
en el estado de Veracruz. Su principal objetivo dentro de su carrera
profesional es ofrecer a la ciudadanía una editorial ética y objetiva. Un
espacio donde los temas sociales y políticos, son analizadas con una visión
crítica, con la finalidad de mostrar una perspectiva sustentada y razonada
sobre la problemática social de Veracruz y de la República Mexicana.
Quejas y comentarios:
Twitter: @AGNVeracruz
Facebook: AgnVeracruz
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