Es tal la inseguridad en Veracruz, que aunque en la Cuenca
del Papaloapan la extorsión de grupos delincuenciales para productores y
campesinos se ha vuelto cosa común, las autoridades no intervienen para
evitarlo, asegura Luis Gómez Garay dirigente del Congreso Agrario Permanente
(CAP), y afirma que entre los más afectados hay productores de maíz y
ganaderos. Gómez Garay dice que en zonas como Rodríguez Clara, Playa Vicente y
Ciudad Isla “los casos de extorsión son recurrentes y los campesinos ya están
cansados de tener que pagar o sufrir las consecuencias pues los “levantan”, los
golpean o los asesinan”, y reitera que “lo más lamentable es que no hay una
respuesta por parte de las autoridades”, lo que demuestra ineficiencia.
“Pedimos el apoyo de policías ministeriales y nadie hace absolutamente nada,
están de brazos cruzados y la gente ya no soporta”, espeta Gómez Garay.
Y es
que es tal la situación que hasta los campesinos más modestos, que apenas y
pueden cultivar un par de hectáreas, son obligados a pagar cuotas, aunque “no
han logrado ni vender la cosecha y ya les están exigiendo el dinero, son
humildes y lo poco que ganan, deben entregarlo casi en su totalidad a los
extorsionadores”. El representante del CAP, dice que por si fuera poco estos
campesinos ni siquiera reciben apoyos oficiales de instancias como Sedarpa,
cuyo titular, Ramón Ferrari Pardiño, es otro de los secretarios de despacho que
llegó a servirse con la cuchara grande y hasta ahora, no ha dado explicaciones
de dónde están esos recursos.
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