2 de agosto de 2013

LA VENGANZA DEL PODER DEL VOTANTE EN CÓRDOBA Y LA IMPUNIDAD DEL MANDO ÚNICO EN LA REGIÓN



Caña Amarga -  Por Hugo Morales Alejo

La victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana, dice el dicho popular. Todo mundo quiere culpar hoy a los candidatos del PRI en el Centro del Estado, por la derrota. Culpan a sus coordinadores, a sus jefes de prensa, pero nadie en lo particular, es culpable de no haber ganado la campaña, si hicieron todo lo posible por triunfar, a pesar de las tendencias, a pesar de la derrota federal anterior, a pesar de las presiones y broncas internas de alter egos vs alter egos.

Creo que una de los factores no venía del interior de las campañas, sino del interior de la administración estatal y para municipal:

Este jueves salimos mi familia y yo a la capital, de paseo y negocios, antes de salir de Camarón de Tejeda, entrando a Soledad de Doblado, en la Desviación, nos topó un Agente de Tránsito, nos obligó a detenernos, nos pidió la documentación y como si le molestara que lleva uno todo en orden, me pidió un “doscientón” para pagar su cuota a “los jefes”, sin especificar si sus jefes de la Delegación de Tránsito, la Dirección Estatal de Tránsito, los malandros profesionales o a los tres niveles. Exigente el hombre, se ablandó cuando vio que le tomaban fotos desde dentro del carro. Me regresó mis documentos y me pidió que le entendiera que le exigen una cantidad diaria. Ese lugar es muy temido por cualquier automovilista, es un centro de extorsión vial.

Finalmente fuimos mi familia y yo a la Feria del Libro en Xalapa, donde parece que cayó un bombardeo aéreo, hoyos por todos lados, que acaban de desesperar al más pintado, porque es un caos vial todo el día, sobre todo ahora en vacaciones. Mi amigo Octavio Lara me recomendó un día estar en Xalapa en Vacaciones y me jalé a mi gente y fuimos, pero luego de visitar la Feria en el imponente Colegio Preparatorio de Xalapa (tres pisos de pasillos de libros), mejor decidimos salir de la ciudad bombardeada y venirnos a Córdoba, para realizar algunas actividades.

Dejamos la camioneta de la familia frente al Monte de Piedad, para pasear la noche y quedarnos en un hotel, para estar haciendo compras y pasear en nuestra propia ciudad (igual de bombardeada por muchos lados).

A las 9 de la mañana, que nos dispusimos a pasear, encontramos con que nuestra camioneta no estaba en su lugar. El franelero o “viene, viene” nos dijo que llegó la grúa y se la llevó argumentando que “son cinco metros de distancia entre la esquina de la construcción –no de la acera- y el carro, cuando se debe estacionar. “Yo mismo desde ahora no puedo dar el lugar a la gente”, dijo el humilde franelero.

Luego hubo que acudir a pedir informes al número 113, de la Dirección de Tránsito, por recomendación de un Agente Vial que estaba a dos cuadras del lugar, “a ver si le contestan”, dijo. Este maldito número siempre responde ocupado, nunca pudo entrar la llamada. Gracias a mis reporteros de la sección Policíaca, tuve acceso a teléfonos directos de funcionarios de dicha Secretaría, que, al reclamarles que estaba al menos a 3 metros de distancia mi carro, me dijeron que el Reglamento es de 5 metros, mínimo. Tuve que ir a recibir mi nota para la liberación a pagar en el Centro de Atención Ciudadana (que debería llamarse Centro de Extorsión Ciudadana),

Nunca he visto que se respeten esos 5 metros, vaya a veces hasta el límite de la acera ocupan muchos. En fin, me descontaron la infracción, de 61 pesos, pero me dijeron que fuera a recoger mi carro con Grúas Méndez, donde me harían un descuento.

Fui a ese lugar tan odiado de la ciudad, donde 3 mujeres jóvenes mal encaradas, con un aire de perdonavidas, me cobraron –con descuento- $500, así nomás, sin recibo, ni nada fiscal, poniéndome el sello de “liberado”. Se dio la vuelta y siguió en el chisme con sus otras arrogantes compañeras. Me miró y me dijo que “ahora que quiere Usted?”, -pues que me den mi carro.

Sin hablar para nada, me puso atrás de la “liberación”, una dirección y regresó a atender sus asuntos.

Sucede que donde me cobró está en el fraccionamiento Nuevo Córdoba, al poniente de la ciudad y el lugar donde entregan los carros infraccionados es en la colonia Aguillón Guzmán, al oriente de la ciudad.

La gente infraccionada, pues, tiene que ir en taxi al Centro de Extorsión Ciudadana en Buena Vista (donde los analfabetos elementos policíacos, de entrada, en el recibidor, te ofenden con su actitud prepotente) luego ir a Nuevo Córdoba, donde pagas a un grupo de mujeres hostigosas y luego vas en un tercer taxi, atravesando toda la ciudad bombardeada por Obras Públicas, al otro extremo de Córdoba, por tu carro, perdiendo todo un día en ello. Eso es lo que viven los visitantes a Córdoba, como los habitantes de Córdoba, donde los organismos empresariales y comerciales y clero e industriales, callan, o pecan por omisión, al saber lo que ocurre y cierran los ojos.

Conté al menos, en este Corralón (tienen 3 corralones), otros 30 carros, dicen que al día deben infraccionar al menos 100, que el negocio no son las infracciones, sino el “banderazo” de las grúas. De a $750 por carro levantado, por cien carros, diariamente entran en este negocio de “mafia cuasi organizada”, $75 mil pesos. En diez días serían $750, 000.00. Al mes serían como $2,250,000.00. Allí vi a otros cordobeses y Tezonapeños y Pasomachenses y personas que no conozco, pasando el mismo viacrucis.

Esto es realmente el fondo del asunto de tener el control del Mando Único, espantar a la gente con el petate del muerto de la inseguridad, quitarle al municipio el control de sus policías, sus vialidades, su presupuesto en estos temas y crear un negocio redondo, donde nadie osa meterse, porque lo acusarían de estar en contra de la seguridad de la ciudad y del estado.

Por eso y otras cosas, creo que perdió el PRI en muchos lados, como Camarón de Tejeda, Paso del Macho (donde ni se ha bajado el índice de inseguridad y el terror ahora lo provoca la Secretaría de Seguridad Pública, con sus levantones ilegales a todo mundo, menos a los delincuentes) y Córdoba. Ciertamente por eso muchos agarraron el plumón como si fuera una daga y lo pasaron una y dos y tres veces en el logotipo del PAN. Mientras todo un ejército de priístas intentaba llenar la urna de votos a favor del PRI, convenciendo a la gente, los funcionarios priístas le hacían un hoyo a la urna, para que el PRI perdiera.


Posdata: Una semana antes la pasé de maravilla con mi familia, en Oaxaca, donde tratan a la gente como un invitado a casa, como el que lleva la economía de la que viven. Es otro punto de vista, por eso creo que llega más gente – en millones- a Oaxaca que a lugares de Veracruz, amén de la zona portuaria, que cada vez es menos pro la contaminación del mar y de la zona Portuaria, cosn sus productos contaminantes.

Tomado del muro de facebook de Hugo Morales Alejo- Premio México de Periodismo. 

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