Escrito por Ivon Graciano Serrano
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Córdoba, Ver., (03/Abril/2014).- Con un salario mensual de 55 mil 761 pesos con cargo a la hacienda pública municipal, los regidores del PAN Iván Antonio Espinosa Hermida y Elisa Paola de Aquino Pardo, en los tres primeros meses de su gestión han abandonado sus encargos públicos para dedicarse de tiempo completo a las actividades de su partido, a procesos electorales partidistas y a crear redes panistas ante futuras ambiciones políticas.
Sólo basta con revisar sus espacios públicos en las redes sociales para darse cuenta que los dos jóvenes regidores panistas están más interesados en sus actividades partidistas que en los problemas y necesidades de Córdoba. Ambos abonan a la falta de resultados de la gestión del pésimo inicio del gobierno de Tomás Ríos Bernal.
Los regidores Ivan Antonio Espinosa y Elisa Paola de Aquino son clara muestra del deterioro del PAN. Ambos son funcionarios públicos gracias a su trabajo como coordinadores del Programa Oportunidades y la utilización que el PAN le dio a su programa social para fines electorales; ambos solo tienen el bachillerato terminado, abandonaron estudios universitarios y gracias a su “trabajo político con Oportunidades” son ahora ediles.
Como militantes del PAN, a los regidores Elisa Paola e Ivan espinosa se les olvida lo que les manda su “Código de Ética de los Servidores Públicos del Partido Acción Nacional”, que en su artículo 29 les señala: “Participaré en actividades del partido sin afectar mis obligaciones como servidor público y no involucraré al personal a mi cargo, ni emplearé recursos oficiales para beneficio del partido” y en el 31 les compromete: “Asumo la responsabilidad de desempeñar el empleo, cargo o comisión encomendado, como un compromiso de hacer realidad los Principios de Doctrina, las plataformas de Acción Nacional y los planes de gobierno propuestos a la ciudadanía, sin utilizarlo como promoción personal para futuras posiciones de poder”.
Durante enero y febrero, el regidor décimo del Ayuntamiento de Córdoba Ivan Antonio Espinosa Hermida se dedicó a realizar campaña para convertirse en Presidente del Comité Municipal del PAN, elección que ganó y está en litigio ante supuestas “transas” que cometió, así como la compra de votos apoyado por el diputado federal por Huatusco Víctor Serralde Martínez.
Mientras que Elisa Paola de Aquino Pardo también se dedicó a realizar campaña para ganar el Comité del PAN y actualmente trabaja para el diputado Víctor Serralde en trabajos de promoción a favor de la reelección de Gustavo Madero.
Resuelta su situación económica gracias al jugoso salario que con recursos públicos ganan en el Ayuntamiento de Córdoba, los dos regidores se han dedicado de lleno a la actividad partidista en el trimestre enero-marzo; mientras que la gestión de Tomás Ríos Bernal es reprobada por la ciudadanía precisamente por el despilfarro de recursos públicos y la falta de resultados.
Además de un salario quincenal de 27 mil 880 pesos, los regidores panistas Ivan Antonio Espinosa y Elisa Paola de Aquina gozan de gratificaciones y otras prestaciones económicas, como pago de equipo de comunicación, pese a que realmente lo único que hacen es trabajar para su partido, el PAN. Más notoria es la ausencia de Paola de Aquino quien sólo va al Palacio Municipal los días de sesión de cabildo y los días de cobro salarial.
Al interior del PAN ambos regidores son del grupo político de Miguel Ángel Yunes Linares, por lo que durante la gestión del hijo de éste como Delegado de SEDESOL en Veracruz los ahora ediles manejaron amplios recursos federales de Piso Firme y Oportunidades para actividades panistas en Córdoba. De empleados de la Sedesol panista los dos jóvenes pasaron a ser regidores de Córdoba.
Ante el proceso de elección de Agentes Municipales y Sub agentes municipales, ambos regidores son acusados de utilizar recursos públicos para tratar de imponer militantes del PAN en esos cargos, también pensando en el próximo proceso federal del 2015 donde se elegirá Diputado Federal. La regidora Paola anda en campaña en las comunidades rurales de Córdoba, entregando recursos públicos y prometiendo obras, pero sobre todo ofreciendo el programa Oportunidades, dónde trabajo.
Según acusaciones del PRI, los dos regidores utilizan recursos del Ayuntamiento de Boca del Río y los que les entrega el diputado federal Víctor Serralde, para crear redes sociales panistas en la zona rural de Córdoba, así como en municipios como Amatlán y Atoyac.
Sólo basta con revisar sus espacios públicos en las redes sociales para darse cuenta que los dos jóvenes regidores panistas están más interesados en sus actividades partidistas que en los problemas y necesidades de Córdoba. Ambos abonan a la falta de resultados de la gestión del pésimo inicio del gobierno de Tomás Ríos Bernal.
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