RICARDO ROJO
El 22 de agosto próximo es el día señalado por los dos calendarios
escolares presentados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), para que
empiece el ciclo escolar 2016-2017 en el país, para un aproximado de 26
millones de estudiantes y 1 millón 400 mil trabajadores de educación básica,
media superior y normal.
Sin embargo, el inicio de clases se pone en riesgo en caso de que
la Secretaría de Gobernación no responda satisfactoriamente a las justas
demandas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y,
en cambio, le apueste a prolongar el conflicto en un nuevo intento de derrotar
al magisterio -y a la sociedad- por la vía del cansancio o de la represión,
opciones que el pueblo repudia -y que han fracasado en otros momentos- ante un
movimiento potente que sabe levantarse de las peores adversidades y pasar de la
resistencia pacífica a la ofensiva con acciones contundentes.
La lucha de la CNTE llega a esta situación porque el Estado le ha
impuesto a este movimiento y a los sectores que le acompañan, periodos muy
espaciados y calculados entre la realización de cada una de las conversaciones
en el Palacio de Covián.
Es notorio que algunas mesas de diálogo entre la CNTE y la
Secretaría de Gobernación (Segob) se han llevado a cabo no conforme al objetivo
previamente acordado por las partes, como sucedió en la mesa educativa, cuando
la instancia gubernamental trató de imponer la discusión del modelo educativo
2016, y el propósito original de la mesa era llegar a acuerdos para preparar la
construcción de la ruta para la transformación de la educación. Fue notorio
también que la anunciada mesa social nunca fue abordada y los encuentros se han
reducido a tocar solamente el tema de los presos políticos y el pago de
salarios retenidos.
Hasta el momento, los maestros de Chiapas y Oaxaca han hecho
público el acuerdo de no inaugurar el ciclo escolar, en caso de que la Segob
insista en su plan de romper y desviar las pláticas con la CNTE. Otras
secciones sindicales del país, decidirán en las próximas horas continuar en la
resistencia o comenzar el ciclo escolar pero no avalando en los hechos la ya
derrotada reforma educativa. Por su parte, el sargento Aurelio Nuño desde la
SEP, pretende implementar en 90 días una falsa consulta de su Nuevo Modelo
Educativo. En un periodo de tres meses, la SEP realizará una “consulta” que por
tratarse de una simulación, servirá para validar una imposición, impedirá el
análisis profundo del modelo educativo de la SEP y no permitirá involucrar a la
sociedad en el debate sobre qué debe enseñarse en la escuela pública y para qué
tipo de sociedad se formará a los estudiantes.
Por su parte la CNTE, del 15 al 19 de agosto, plantea a los
trabajadores de la educación la realización de reuniones con madres y padres de
familia y organizaciones del movimiento social y estudiantil para colectivizar
el documento El Proyecto de Educación Democrática y las diversas ponencias
presentadas por académicos, investigadores y personalidades en el Foro Hacia la
Construcción del Proyecto de Educación Democrática, celebrado el 9 de agosto en
la ciudad de México. Al respecto, la Comisión Nacional de Mediación (Conamed)
escribió: “nuestro aliento a todas y todos ustedes, maestras y maestros de
México, porque con este Foro pronto podrán pasar de la etapa de lucha centrada
en contra de esta Reforma Educativa, a una nueva etapa de lucha, más amplia,
popular y social, orientada hacia la construcción e instrumentación del
Proyecto de Educación Democrática”.
Se cumplen cuarenta y cinco días de un dilatante y tortuoso
diálogo y a la fecha no existe ningún acuerdo firmado por las partes y se han
dejado de lado los tres principales puntos del pliego petitorio (Abrogación de
la Reforma, Proyecto de Educativa democrática y Masacre de Nochixtlán). La
próxima semana, la huelga magisterial llegará a sus cien días de intensas
movilizaciones y pese a los llamados de diálogo y solución pacífica formulados
por la comunidad intelectual y académica, prevalece la cerrazón y la amenaza
gubernamental de usar la fuerza bruta para doblegar al movimiento.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, durante
su participación en el evento organizado por Mundo Imperial (reunión de
empresarios), hizo el compromiso de transparentar los acuerdos, en caso de
haberlos, con la CNTE, al tiempo de garantizarle a la cúpula empresarial el uso
de la fuerza policiaca, “si los maestros no entienden las bondades de la
reforma” y persisten con su plan de acción: “hay límites para esa tolerancia y
ese diálogo, quiero dejarlo claro y puntual, no es un gobierno que se eche para
atrás; somos un gobierno que va actuar sin lugar a dudas contra quienes están
violentando o están atrapando a la sociedad y no la deja que pueda ser libre y
pueda realizar plenamente su vida”, y añadió: “Para quienes dicen que estamos
haciendo acuerdos en lo oscurito, si hay algún acuerdo lo vamos a transparentar
y vamos a salir públicamente a decirlo y si no hay acuerdo entonces dejaremos
constancia de que hubo toda la voluntad para hacerlo y por supuesto que
aplicaremos la ley”. (ADNSURESTE.INFO,http://adnsureste.info/todo-acuerdo-con-la-cnte-se-va-a-tr…/.).
“Los límites para la tolerancia y el diálogo”, a los que hace referencia
el secretario Chong, son un claro mensaje acordado con la iniciativa privada
para usar la fuerza policiaca contra los maestros mexicanos que luchan por la
defensa de la educación pública. La tercera fase del conflicto, el de la
resistencia, se pondrá pronto a prueba y sabremos si el Estado decide el camino
de la represión o el de los acuerdos inteligentes. Por su parte, la CNTE, desde
que estalló la huelga nacional, definió que su lucha buscaba el diálogo y las
respuestas de fondo para impedir la privatización de la educación. El pueblo
mexicano debe continuar con su organización y mantenerse en alerta para evitar
otra masacre de Estado.
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