Red Social
Columna: Fuera de Foco
- Eran
las 22:30 horas. Lucía López Castillo, se encontraba disfrutando la
tranquilidad de su hogar, luego de un día arduo de trabajo periodístico. Era
usual que mantuviera las luces apagadas de su sala a media luz y se entregara a
la comodidad de su sillón favorito para descansar cómodamente. En ello se
encontraba, cuando vio un movimiento extraño por su reja. Un hombre con el
rostro cubierto, se asomaba para localizarla a la media luz que ella mantenía.
Sin considerar el riesgo que esto representaría para ella, Lucía se atrevió a
gritarle a ese hombre.
El encapuchado al ubicarla en el interior
–ella jamás se paró del lugar dónde se encontraba sentada- de su vivienda,
desde el portón, la encañona y le dispara. La bala pegó en el blanco, que era
el cuerpo de Lucía. El proyectil penetró por la parte frontal de su cuerpo y le
atravesó el riñón izquierdo el cual quedó pulverizado, acto que la pone en
total y absoluto riesgo, luego de que ella es diabética. El sujeto, sin pensarlo
dos veces, sube a un taxi que lo esperaba a las afueras de las calle Zapote con
Naranjo de la colonia Chapultepec y se pierde del lugar, mientras que Lucía se
debate entre la vida y la muerte.
La ayuda nunca llega pese a que insistieron
en marcar. Sus familiares con ayuda de un vecino, deciden trasladarla por sus
propios medios al Hospital General de Poza Rica para que fuera atendida de
emergencia, pero desafortunadamente el nosocomio del sector salud estatal, no
quisieron recibirla porque argumentaron que no contaban con médicos en ese
momento ni tampoco con el material quirúrgico necesario para su atención
–inaudito pero es la realidad del estado luego de la depredación del gobierno-
teniendo que ingresarla a un hospital privado. El pronóstico desolador: grave
pero estable.
Lucía López es madre de cuatro jovencitas.
Tres menores de edad y una, recientemente, acaba de cumplir la mayoría de edad.
Enviudó en el 2003 cuando aún estaba embarazada de la menor de sus hijas. Con
el apoyo de uno de sus hermanos quien le concedió unos cuartos ubicados en la
parte trasera de su vivienda. Lucía los acondicionó para vivir con sus
pequeñas, luego de la muerte de su esposo.
Para ella, la bonanza financiera es
desconocida. Ha tenido que trabajar duro en varios medios de comunicación y
hasta vender publicidad para sacar a adelante a sus pequeñas. El dolor por la
pérdida de su esposo tuvo que comprimirla, no había tiempo para el luto. Sus
hijas, han tenido que vivir ya una pérdida, sobre todo, la mayor. El atentado
en su contra, viene a abrirle viejas heridas, luego de que su difunto padre
perdiera la vida al participar en un enfrentamiento en contra de mafiosos por
el 2003. Su padre por ser policía municipal, el hampa de la zona le arrebató la
vida de la misma forma que pretendieron quitársela a su madre.
José René Álvarez Márquez, quien fuera
recientemente removido de la Fiscalía Especializada en Delitos
Electorales y en Atención en Denuncias contra Periodistas y Comunicadores por
haber recibido la denuncia del corresponsal de la revista Proceso, Noé Zavaleta
en contra de José Abella García, y que fue enviado, a la Fiscalía Regional de
la Zona Norte -para desgracia de los colegas tanto de Tuxpan como de Poza Rica-
fue quien recibió la denuncia de los familiares de la reportera y la visitó a
primera hora en el hospital. Aun no salía del todo de la anestesia, cuando
éste, junto con otros fiscales de la zona, ingresaron para escuchar la versión
de la periodista.
Periodistas de la zona describen a “Lucy”
–como cariñosamente se refieren a ella- a ser una mujer realmente trabajadora.
Bonachona y de buen carácter. No se explican la causa, ni el por qué el ataque
de esa persona, que no trabajó sola, sino que lo hizo en contubernio de un
taxista.
Actualmente la colega se encuentra
recuperándose en el hospital privado Fausto Dávila Solís, ubicado en la avenida
10 esquina avenida 1 en la ciudad de Poza Rica. El riñón izquierdo le fue
extraído para lograr con ello estabilizarla. Su evolución cuentan sus colegas y
amigos –quienes no han querido separarse del lugar- es estable. La Comisión
Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP) ha hecho frente
con el apoyo económico. Esta vez afortunadamente, para a la presidenta, Benita
González Morales, no le entró la avaricia por defender el presupuesto a capa y
espada, argumentando que no son “beneficencia pública” y esta vez se están
haciendo cargo de la hospitalización y la cirugía.
Por su lado, los periodistas de la zona
norte, se han agrupado para coadyuvar a la familia con la compra de
medicinas que se requieren para estabilizarla. Indican que los medicamentos les
dura uno o dos días, por lo tanto, solicitan la ayuda de toda la comunidad
periodística para que se solidaricen con la familia y realizar aportaciones de
lo que sea su voluntad, para poder continuar suministrándole el tratamiento
médico que requiere. Una servidora puede conectarlos con periodistas de la zona
norte que están apoyando a Lucía.
Silvia Núñez Hernández
Licenciada
en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, directora general y columnista.
Sustenta su trabajo, tras 23 años de ejercicio periodístico adquirido en
diversos medios de comunicación situados en el estado de Veracruz. Su principal
objetivo dentro de su carrera profesional es ofrecer a la ciudadanía una
editorial ética y objetiva. Un espacio donde los temas sociales y políticos,
son analizadas con una visión crítica, con la finalidad de mostrar una
perspectiva sustentada y razonada sobre la problemática social de Veracruz y de
la República Mexicana.
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