2 de septiembre de 2016

LA EXITOSA GUERRA DE DONALD TRUMP CONTRA MÉXICO

No ha sido una sorpresa el enterarnos de que, en su vuelo de regreso a la ciudad de Phoenix, Arizona, donde sería recibido como un héroe por su legión de simpatizantes extremistas, Donald Trump tomó la decisión de insertar en su discurso que pronunció esa noche la frase que más escozor ha causado en México y terminó de humillar aun más al presidente, Enrique Peña Nieto: “Ellos no lo saben aún, pero van a pagar por el Muro” fronterizo. ¿Qué motivó este cambio de última hora en el texto de su discurso?. 

Según consigna hoy el diario The Wall Street Journal, Donald Trump se enteró del tweet que el presidente de México había puesto para aclarar, e insistir que, en el inicio de su conversación con el candidato republicano, le había advertido que de ninguna manera México pagaría por el Muro. “No tuve otra opción”, le dijo Trump a los reporteros de The Wall Street Journal para confirmar así los entretelones de una guerra muy meditada, que le ha resultado muy redituable (hasta ahora). A partir de ahí, tanto Trump como el presidente de México se enfrascaron en una guerra de tweets. Una guerra que, en opinión de nuestro corresponsal, David Brooks en EU, no es muy buena idea. “Jamás le ganaría. Imposible ganarle a Donald Trump en una guerra de tweets”, dijo en alusión a los muchos que lo han intentado y fracasado en el intento. 

Entre ellos, sus adversarios en la contienda por la nominación presidencial, el ex gobernador de Florida y senador por ese mismo Estado, Jeb Bush y Marco Rubio; o medios como The New York Times o la cadena CNN, a quienes ha sometido a una recurrente tormenta de tweets por tratarlo “injustamente”. A veces con tweets y retweets que repite por miles o centenares, según la contabilidad que han llevado medios como Bloomberg. 

Luego de esta revelación del diario The Wall Street Journal, resulta aún más evidente que la intención del gobierno de México, de “sensibilizar” al candidato republicano, no sólo fue ingenua. Sino que fue una pésima, pésima, idea. Tras la desastrosa visita de Donald Trump a México (desastrosa para el gobierno de Peña Nieto evidentemente), es muy posible que la candidata demócrata, Hillary Clinton, decida declinar la invitación “por problemas de agenda”. Varias cosas apuntan hacia el posible desaire. La primera, las encuestas en Estados que serán cruciales como Nevada, Florida, Colorado, Virginia y Ohio. 

En todos ellos, Clinton le lleva la delantera a Trump. Un segundo factor, el respaldo de Clinton entre el electorado hispano, que no vio con buenos ojos la invitación del gobierno mexicano a Trump, y que sigue siendo abrumador con 48 puntos porcentuales de ventaja frente al candidato republicano, según la más reciente encuesta de Univisión. Y, finalmente, como consigna hoy Político, Hillary Clinton podría recibir en el curso de los próximos días el respaldo de dos legendarias figuras del partido republicano; Henry Kissinger y George Shultz, ambos, ex Secretarios de Estado bajo las presidencias de Richard Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan. Precisamente,al preguntársele a Shultz porque estaría dispuesto respaldar a Clinton, éste respondió: “por su profundo conocimiento de México”. Ergo, Hillary Clinton podría optar por no aceptar una invitación que la convertiría en un segundo plato en la residencia oficial de Los Pinos y de nada le serviría para apuntalar el apoyo que ya tiene entre el electorado hispano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario