La frase sorprendió a más de uno. Y quizá no
hizo más que revelar la frustración de un hombre.
El presidente de México,
Enrique Peña Nieto, es blanco reiterado de críticas y apenas dos de cada diez
personas aprueban su gestión.
Y ahora, a menos de dos años de
que se elija su sucesor, da la impresión de estar más suelto para responder y
decidido a defender su actuación al frente del país.
No sin antes pedir disculpas, es así que aseguró en una inusual
expresión para un mandatario mexicano: "Un
presidente no creo que se levante, ni creo que se haya levantado pensando, y
perdón que lo diga, cómo joder a México".
"Soy el primero en
reconocer fallas, errores, desaciertos, pero también avances y logros que hemos
tenido", señaló Peña Nieto en un foro este martes.
"Mi único propósito",
agregó, "es que a México le vaya bien y estoy seguro que los anteriores
presidente también no han tenido otra misión más que esa".
Peña Nieto pidió que se hable bien de México.
El presidente aseguró que el país va por "buen
camino", pidió que se hable bien de México, defendió las cifras de
crecimiento y de empleo, y al igual que en ocasiones anteriores dejó entrever
cierto malestar con las críticas que se le hacen a su gobierno.
El lema del Cuarto Informe de
Gobierno, que Peña Nieto presentó el mes pasado fue “lo bueno casi no se
cuenta, pero cuenta mucho”.
Y este
martes, en el foro "Impulsando a México" -organizado por el diario El
Financiero y la agencia de noticias Bloomberg- el
presidente confesó que a veces pide que le pasen "alguna (información)
positiva" porque todas son negativas y le da "consternación".
Del "Mover a México"
a la frustración
Peña
Nieto se ha convertido en el
presidente mexicano menos popular de las últimas dos décadas.
Golpeado por una crisis de
confianza en su gobierno, desatada por la desaparición de los estudiantes de
Ayotzinapa y el escándalo de una millonaria mansión, se le ha sumado una
situación económica que no termina de despegar y el incremento en los niveles
de violencia.
En los últimos meses, la
sorpresiva invitación que le hizo al candidato republicano Donald Trump le
generó una andanada de críticas y en los últimos días admitió que su visita se
pudo haber realizado de "una mejor manera".
La gestión de Peña Nieto viene marcada por la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
Peña Nieto comenzó su presidencia en diciembre de 2012 con la
intención de llevar a cabo reformas
estructurales en el sector energético, educativo, y en el de las
telecomunicaciones, pero el impulso inicial resumido en el lema de su gobierno
"Mover a México" se fue desinflando. Ahora, y desde
hace un tiempo, es un presidente asediado.
"No es usual oír a un
presidente usar esas palabras", le dice a BBC Mundo el analista José
Antonio Crespo, "pero tampoco es que debamos escandalizarnos".
"No
sé si le salió del alma o la pensó como para dar más impacto, sus discursos no son
espontáneos y ahorita se sale del renglón", señala el
profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas
(CIDE).
El mensaje que buscó enviar
Peña Nieto, considera, es el de alguien cansado de las críticas y que piensa
que lo "están cargando más de la cuenta con la responsabilidad".
"Pareciera que se está
quejando de la crítica es excesiva, de la descalificación permanente, y a lo
mejor tenga un poco de razón", sentencia Crespo.
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