En sus “Historias de reportero”, Carlos Loret de Mola
aborda el caso de Moisés Mansur Cisneyros, el empresario que, se afirma, es uno
de los principales prestanombres de Javier Duarte de Ochoa, y quien lo niega
muy a pesar de que pagaba la tarjeta de crédito de Karime Macías, esposa del
Gobernador con licencia, acción ante la cual señala: “Lo que ya me encueraron,
es eso, no hay más”.
En la columna publicada este martes por El Universal, Loret
de Mola reseña: “Quizá lo más difícil en cualquier investigación de corrupción
es cuando se cruzan los prestanombres. Porque cuesta trabajo, muchísimo
trabajo, conseguir pruebas para atar sus actuaciones a las de sus jefes. Javier
Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz, dice que sólo tiene dos
propiedades. Quizá tenga razón. Dos… a su nombre. Pero lo rodean en su primer
círculo íntimo personas con decenas de propiedades, cuentas, nexos que han
despertado sospechas. José Antonio Chara Mansur Beltrán, que fue su secretario
de Finanzas, tiene cosa de 16 propiedades en Woodlands, Texas. Arturo Bermúdez
Zurita, que despachó en la Secretaría de Seguridad Pública local, 19 inmuebles
en México y Estados Unidos.
Su concuño José Armando Rodríguez Ayache, una lujosa
propiedad en la Torre Pelícano, en Veracruz. Y el caso que sería de risa, a no
ser por la indignación que causa la corrupción, de Moisés Mansur Cisneyros,
quien en su herencia puso como beneficiario a Duarte para dejarle tres
inmuebles en los cotizados Prado Norte, Masaryk y Campos Elíseos, de la Ciudad
de México. El miércoles de la semana pasada, cuando decidió separarse de la
gubernatura, Javier Duarte dijo que a lo mejor su círculo cercano había
cometido ilegalidades, pero él no. ¿Cómo probárselo, si no había estrictamente
nada que vinculara de manera directa a Duarte con estas propiedades, o por lo
menos nada se había hecho público? El vínculo clave, que podría ser la “prueba
madre” de las autoridades contra Duarte, está en la figura de Moisés Mansur.
En
una conversación que no formó parte de ninguna investigación judicial, pero que
fue un interrogatorio que quedó registrado gracias a una cámara oculta, Mansur
Cisneyros suelta: “Lo mío, lo que ya me encueraron, eso es, no hay más”. Acepta
así su función de prestanombres de Duarte. ¿Y qué ya le encueraron? Las tres
valiosas propiedades en herencia. Pero Mansur confiesa además que de su cuenta
sacó una tarjeta de crédito adicional que pagaba para que la usara Karime
Macías, esposa del ex gobernador. Revela que existían otros prestanombres, que
asegura tenían a su cargo asuntos más relevantes que los suyos: Francisco
Franky García González y Jaime Porres Fernández-Cavada (en una carta de sus
abogados, este último se deslinda de las acusaciones y dice que Mansur busca
desviar la atención de las denuncias en su contra).
Ayer en Despierta, el
noticiario a mi cargo en Televisa, revelamos una serie de documentos que
muestran cómo Javier Duarte, en 2007, se deshizo de una propiedad en el Country
Club Scottsdale de Maricopa, Arizona, Estados Unidos, vendiéndosela al tío de
su esposa por la sorprendente cantidad de ¡diez dólares!
SACIAMORBOS. ¿Dónde
está Duarte? Dice su sucesor, Yunes, que hay versiones de que huyó y se
esconde. Duarte prometió que no haría ninguna de las dos. ¿Dónde está Guillermo
Padrés? Tampoco se sabe. Lo que indigna es que en ambos casos se veía venir y
¿los dejaron ir? historiasreportero@gmail.com
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