RICARDO ROJO
17/10/2016
17/10/2016
El
comunicado “QUE RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA”, publicado por el 5o
Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN) el 14 de octubre de 2016, marca un hito en la historia reciente de la
lucha de clases en el país.
Declararse
en “asamblea permanente” y consultar “para nombrar un concejo indígena de
gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del
CNI como candidata independiente que contienda a nombre del CNI y el EZLN en el
proceso electoral del año 2018 por la presidencia de este país”, es una
decisión de principios, que rompe de tajo con la posición antielectoral
mantenida por la guerrilla socialdemócrata en armas.
En
febrero de 2013, el subcomandante Marcos firmó el documento “ELLOS Y NOSOTROS”,
donde reafirmó su convicción antielectoral: “¡Ah!, y nosotros tan
desobedientes: ni morimos, ni nos rendimos. Y, como quedó demostrado el día del
fin del mundo: ni lucha electoral ni lucha armada”, sentenció.
Ahora,
resulta que Durito (el escarabajo intelectual con lentes y fumador) es el
preclaro ideólogo que, el 10 de abril de 1994, le anticipó al sub Marcos lo que
iba a suceder 22 años después. La respuesta de Durito es categórica cuando el
sub le pregunta cuánto tiempo durará la lucha y si ganarán. “Van a ganar”,
responde Durito. “¿Pero cuánto tiempo va a tardar?”, pregunta Marcos, “Mucho”,
contesta el escarabajo. “¿No sabe cuanto tiempo exactamente?”, cuestiona el
Sub, lo que aprovecha Durito para categorizar: “No se puede saber con exactitud.
Hay que tomar en cuenta muchas cosas: las condiciones objetivas, la madurez de
las condiciones objetivas, la correlación de fuerzas, la crisis del
capitalismo, la crisis del socialismo, etcétera, etcétera”.
Y aunque
usted no lo crea, en el etcétera, etcétera, se encuentra la respuesta a esta
decisión anunciada por el CNI y el EZLN.
Habrá
muchas especulaciones a partir de la táctica electoral del neozapatismo, pero
ciertamente el sub Marcos y su comandancia, o como se llame, decidieron
explorar este camino acogiéndose a las nuevas leyes electorales y sus
prerrogativas, sumándose al Bronco, a Jorge Castañeda y al mismísimo Hernández
Noroña, quienes desde posiciones políticas y económicas distintas, anunciaron
su interés por hacer campaña “independiente” en el 2018.
Y como
toda definición ideológica y de principios rupturista origina debates y
posicionamientos, será interesante conocer el posicionamiento de quienes
sostienen que “sus sueños no caben en las urnas”, porque -si son consecuentes-
tendrán que deslindar de tan atrevida definición táctica.
John M.
Ackerman prejuzga que, con el acuerdo del CNI-EZLN, “se repite el escenario de
2006, con la multiplicación de estrategias para dividir la izquierda y
debilitar la histórica candidatura del tabasqueño”. Considero que el escenario
es propicio para plantearse la reorganización de la izquierda revolucionaria,
para llamar a la más amplia unidad de todo el pueblo y sus organizaciones
democráticas en torno a un programa de lucha y de gobierno que rompa “desde abajo,
desde y hacia la izquierda” con la columna vertebral de la clase política y
empresarial mexicana. La pelea electoral, como bien lo define el marxismo
leninismo, sólo es un eslabón más en la cadena de batallas que dará nuestro
pueblo por tratar de instaurar un nuevo gobierno, una nueva constitución, una
nueva república democrática.
Se debe
tener en cuenta, que fuera del espectro electoral e indigenista, también actúan
grandes movimientos populares y de masas que defienden propuestas de cambio y
realizan política nacional, para no perder la perspectiva democrática y
revolucionaria.
Por el
momento, en el país, no existe un movimiento de masas o partido revolucionario
que organice la fuerza y aspiraciones del pueblo, por lo que es obligación de
todo el espectro de fuerzas de izquierda poner por delante la unidad por la
patria de los trabajadores.
Es
legítimo, pero tácticamente incorrecto, que sigan equivocándose quienes
aseguran que sus sueños no caben en las urnas; en la lucha de clases, todas las
formas de lucha son válidas siempre y cuando tengan el objetivo final de hacer
crecer la moral revolucionaria de la gente, de ir conformando paso a paso, poco
a poco, los gérmenes de poder popular en todas sus expresiones para -como dice
el CNI-EZLN- “fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, (y) paguen
los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor”.
Que
retiemble verdaderamente en sus centros la tierra cuando luchemos por el poder,
para que caigan los que han hecho de la patria un mercado y de la vida de los
pueblos una mercancía.
ARTICULO TOMADO DE https://frentepopular.wordpress.com
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