Lizbeth
Padilla (@liz_pf)
septiembre 25
2017 07:35
Una fotografía que muestra a un soldado llorando
entre los escombros de una casa dio la vuelta al país. La historia detrás es la
de Marco, un fotógrafo que perdió a la mitad de su familia.
Un soldado se lleva la mano a la frente, llora. Entre los escombros de
una casa en Jojutla, Morelos, encuentra el brazo de una bebé. Grita, sabe que
no puede hacer más por ella, ni por su madre quien también quedó sepultada.
El instante queda plasmado en una fotografía tomada por un tío de las
víctimas. A unos metros, fuera del cuadro, Marco Gil Vela llora la muerte de su
esposa y su hija.
La imagen recorrió internet, igual que la carta que Marco le escribió al
militar desconocido – y que publicó en su cuenta de Facebook – para agradecerle
que arriesgó su vida para que él pudiera tener la oportunidad de despedirse de
sus mujeres.
Ese martes 19 de septiembre era un día normal, cuenta Marco, fotógrafo
de eventos sociales. Él estaba en Cuernavaca haciendo una sesión de fotos para
unos XV años, mientras su hija y esposa estaban en casa de la madre de ella.
“Era habitual que (su esposa) les ayudara con una tienda de abarrotes,
con la administración del local todo el día, comíamos allá con ellos, nuestra
vida realmente giraba en torno a esa casa”, cuenta Marco a Animal
Político.
Sus suegros sobrevivieron al sismo de magnitud 7.1 que dejó 73 muertos
en Morelos, más de una decena de ellos se registraron en Jojutla.
La madre de su esposa, quien siempre estaba en la casa, a las 13:14 hora
del sismo “había salido a comprar para comer, traía algo del mercado”. Su
suegro estaba trabajando en Megacable.
Tras el fuerte sismo, Marco buscó comunicarse con su esposa, pero las
líneas estaban colapsadas. La preocupación lo invadió cuando marcó a casa de
sus suegros y nadie respondió.
Camino a Jojutla su cuñada lo llamó, pero no tenía buenas noticias: “Te
necesito aquí, se cayó la casa de mis papás, tu esposa y tu hija están allá
adentro”.
A Marco le tomó tres horas y media llegar de Cuernavaca a Jojutla, pero
a él le pareció una eternidad.
“El tráfico se volvió loco, como pude y con la poca batería que tenía
hable con mis papás, pedí ayuda pero ya Dios tenía sus planes”, cuenta Marco.
Entre los planes no estaba el celebrar el bautizo de su pequeña de un
año, que sería este sábado 23 de septiembre.
El dolor en una foto
El militar quitó escombros. Después de recuperar el cuerpo de la bebé,
el soldado regresó por la esposa de Marco, un trozo de losa le cayó en la cara
pero él siguió el rescate.
La imagen es una vista frontal de la casa, “pero yo vi una imagen
todavía más desgarradora porque yo lo vi ahogándose (al soldado), le tuvieron
que dar oxígeno”, recuerda Marco.
La gente que miraba las labores de rescate impidió que otros sacaran
celulares y fotografiaran el momento, incluso evitaron que medios nacionales
tomaran imagen, “como una muestra de respeto hacia los cuerpos de mi niña y mi
mujer. Pero mi tío estuvo ahí, sacó su cámara y tomó la foto”.
Salvador Kellerman, tío político de Marco es el autor de la imagen que
ha llegado a todas partes del país, y también quien hace años fue su primer
maestro de fotografía.
Marco publicó la foto en su Facebook porque “quería buscar la manera de
agradecer, porque el soldado sea quien sea se metió ahí a arriesgarse y también
tenía familia”.
A este SOLDADO:
Gracias por que sin saberlo me regalaste la oportunidad de despedirme de mi esposa e hija, gracias por que sin dudarlo arriésgate tu vida bajo los escombros y junto con los demás diste hasta el último esfuerzo para rescatarle, supe que cuando viste su brazito bajo aquel escombro ese 19 de septiembre gritaste con un dolor palpable e insoportable, desgarraste tu garganta y tus lágrimas brotaron como si hubiese sido tu propia sangre quien hayabas sin vida, gracias por entregarla a mi guerrero Zeus Gonzalez (primo de mi esposa) gracias por soportar aquella loza que cayó sobre tú cara para rescatar a mi niña y sin saber gracias por hacerme soñar con un posible milagro GRACIAS A DIOS POR ALISTARTE en el EJERCITO MEXICANO Y GRACIAS A TUS TROPAS Y OFICIALES POR PONERTE AHI EN ESE PRECISO INSTANTE para darlo todo POR MIS MUJERES !!!!
A ti te saludo hermano soldado, por ti desenvaino mi espada de dolor y ante ti la presento como muestra de mi mayor respeto, admiración y estima !
Si alguien le conoce ayúdeme a llegar hasta el, para poder estrecharle mi corazón que aunque destrozado... Le estará agradecido toda la vida.
"Un recuerdo para ellos de gloria"
MORELOS AGUANTA, MÉXICO SE LEVANTA
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Recuperar la vida por su
otro hijo
Tras el sismo, Marco llevó
a sus suegros a su casa en Zacatepec, un municipio vecino, a unos 10 minutos de
Jojutla.
Ahora apoyado por ellos y
su familia debe cuidar de su otro hijo de tres años que se salvó gracias a que
estaba en el Cendi.
Solo unos días antes de la
tragedia, su esposa le pidió siempre ser fuerte por sus hijos, cuidarlos si
ella no estaba. “Estoy triste pero me siento fuerte por mi niño, me siento
fuerte por la gente que me ha hecho fuerte”, cuenta Marco.
Ahora él le pide a ella:
“cuídame, bendice a toda la gente que ayuda, bendice a todos los militares a
toda la gente que anda arriesgando su vida ahí, a los de brigadas, voluntarios,
cuídalos porque ustedes no se fueron en vano”.
Pese a lo ocurrido, Marco
no olvida a sus vecinos y amigos afectados por el sismo en Jojutla. Ha entregado
algunas despensas pero “ahorita yo no tengo corazón para salir a ayudar, no
tengo fuerzas. Mucha gente ha venido a darnos sus condolencias y por eso no he
podido salir a ayudar como yo hubiera querido”.
A sus vecinos afectados les
da un mensaje claro: “Su casa no es nada, si están todos bien, no se preocupen,
somos mexicanos y somos bien chingones, vamos a salir adelante. Yo hubiera
querido que mi casa se cayera, que mi esposa me hablara y me dijera ‘se cayó la
casa pero la niña y yo estamos bien’”.
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