Tres familias enterradas bajos los escombros del templo de Santiago,
en Atzala, Puebla, clamaban ayuda, pero su pastor el vicario NÉSTOR CUATLE
XICALE salió de la polvareda y se subió a su automóvil y huyo del lugar.
Pobladores del lugar empezaron a sacar a los heridos. Este es uno de los
municipios más afectados del pasado temblor.
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