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| Opuso resistencia a ser secuestrado en rancho de Acayucan/ Foto Plumas Libres |
por Francisco Dominguez Canseco
Las violencias en Veracruz van en aumento, los esfuerzos del gobierno estatal, los recursos púbicos invertidos y los programas de seguridad pública implementados no rinden resultados; la población veracruzana viven en la incertidumbre permanente. Después del aterrador desenlace en el secuestro de la niña Karina Alejandra Cruz Reyes y su tía Mónica Reyes Baruch, quienes fueron asesinadas; la sociedad civil, atreves de las redes sociales, convocó la población a movilizarse para exigen paz, legalidad y justicia. En Coatzacoalcos, Minatitlán y Xalapa miles de personas se manifestaron, entre ellas los familiares de las víctimas de la violencia.
Las crónicas periodísticas del día domingo 7, por la noche, dan cuenta de testimonios de personas que ha sufrido pérdidas de familiares y bienes materiales. Los testimonios tienen en común el consternación vivida y un balance negativo de la actuación de las policías, las instancias de procuración de justicia, seguridad pública y del gobernador en el estado de Veracruz. Las víctimas de la violencia narran malos tratos, engaños, abusos, violación de derechos humanos, criminalización, doble victimización; sufren la violencia causada por los agentes criminales y también son víctimas de las instituciones públicas, cuya labor sustantiva debería ser proteger a la sociedad que gobiernan.
En Coatzacoalcos los manifestantes exigían la renuncia del Gabinete de Seguridad y de Javier Duarte de Ocho; con consignas “fuera Bermúdez, fuera el procurador, fuera Javier Duarte, ni un muerto más” y la exigencia de justicia, legalidad y paz, caminaron por la calles del centro de la ciudad.
En Xalapa, el Colectivo Por la Paz, convocante a la manifestación, expresó que la inseguridad va en aumento, los actos de violencia que ocurren en la Xalapa son una prueban contundente de su afirmación. La organización civil reclama al gobierno del estado la falta de resultados en las investigaciones en torno a los desaparecidos. La exigencia de paz y alto a la violencia, resonaron a lo largo de las calles recorridas por los manifestantes, entre ellos, los familiares de las víctimas de la violencia. Afirmó de manera categórica Marcela Flores, del Colectivo por la Paz, que la desaparición de personas no ha cesado y que “la semana pasada se reportó la desaparición de cuatro personas, de las cuales una apareció”; la percepción de la ciudadanía es que el gobierno es incapaz de garantizar la seguridad ciudadana y procurara justicia a las y los veracruzanos.
Las cifras de la violencia en caso de las mujeres y las niñas, según la Procuraduría de Justicia de Veracruz, “desde 2010 han tomado registro de al menos 104 casos de mujeres desaparecidas en la entidad y que se manifiestan irresueltos hasta la fecha. De ellos, 35% corresponde a niñas de 11 a 15 de años; 15.5% adolecentes de 16 y 17 años; 27% son jóvenes de 18 a 24 años; 7% son mujeres de 25 a 29 años.”Las víctimas de la violencia en Veracruz son niñas, mujeres adolescentes y jóvenes. En la mayoría de los casos se trata de “niñas y mujeres delgadas, de tez blanca o morena clara y cabello largo” (Suman 104 mujeres desaparecidas en Veracruz durante gobierno de Duarte. 30 agosto, 2014, Plumas Libres. Las cifras oficiales son un débil reflejo de lo que ocurre en la sociedad veracruzana). La extorsiones en el presente sexenio, de Javier Duarte aumentaron, según las cifras oficiales, se reportaron mil 465 extorsiones; mientras que en los seis años de Fidel Herrera fueron mil 671. De acuerdo con los registros oficiales, en tres años de Javier Duarte este delito aumento.
El Observatorio Nacional Ciudadano, organismo dedicado a dar seguimiento a los fenómenos delictivos, en voz de su presidente Francisco Rivas Rodríguez, ha expresado la sospecha de que en Veracruz se maquilla las cifras de la violencia. Esa es también la percepción de la población veracruzana; no se valora que las actividades delictivas disminuyan, al contrario; la gente viven y comenta de los robos a casa habitación, en la calle y comercios, la prensa a diario da cuenta de ello; las extorsiones telefónicas, los secuestros y desapariciones forman parte de la vida cotidiana de la población.
Frente al evidente fracaso de las políticas de seguridad pública del gobierno estatal de Veracruz, la impunidad crece; la población exigen seguridad ciudadana; resultados en la impartición de justicia, un alto a la impunidad; la población piden la renuncia de los responsables de garantizar tranquilidad, paz, seguridad ciudadana, legalidad y justicia. Los reclamos y reivindicaciones expresados en Coatzacoalcos, Minatitlán y Xalapa, el domingo pasado, expresan el hartazgo de una ciudadanía golpeada por la inseguridad y la injusticia. El Congreso Estatal de Veracruz debe intervenir, es su papel exigir cuentas al gobierno estatal y pedir las renuncias necesarias para empezar a cambiar esta situación de emergencia que vivimos la sociedad veracruzana. Usted que opina amable lectora o lector.
FUENTE: PLUMAS LIBRES
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