De los 12 estados que este año tienen elecciones para
gobernador, sin duda destaca, tristemente, Veracruz, la entidad a la que Javier
Duarte de Ochoa ofreció en su campaña una “prosperidad” que nunca llegó, y a
cambio le deja como herencia la deuda más grande de su historia, violencia,
pobreza y opacidad, y junto con Chihuahua, donde por desafortunada coincidencia
hay otro Duarte de gobernador, César Duarte Jaquez, son, de acuerdo con cifras
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las entidades más
endeudadas del país.
Si bien y de acuerdo con el documento Obligaciones
financieras de entidades federativas, municipios y organismos, publicado por la
SHCP, la deuda de todos los estados sumó 536 mil 269 millones de pesos en 2015,
70 por ciento más que la alcanzada en 2010 (314 mil 664 millones de pesos), año
en que comenzaron a operar la mayoría de los gobiernos estatales que serán renovados
en las urnas el próximo 5 de junio, los cinco gobiernos más endeudados a nivel
nacional son los de la capital del país, la ahora ya formal de nombre Ciudad de
México, con 71 mil 083 millones de pesos; le sigue Veracruz, en segundo lugar,
con 45 mil 879 millones; Chihuahua, con pasivos por 42 mil 762 millones;
Quintana Roo, con una deuda de 22 mil 442 millones, y Baja California, con
pasivos que suman 18 mil 169 millones de pesos.
Según Manuel Guadarrama,
coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO), Quintana Roo ya tiene comprometido más del 87 por ciento de sus
participaciones transferidas por la Federación y Veracruz el 85 por ciento, lo
que muestra y demuestra que “ya tienen poco margen para endeudarse”, y por su
parte, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) destaca en su mensaje semanal
que a pesar de estos incrementos “en muchos casos, los recursos no se han visto
reflejados en impulsar la mejora en la calidad de vida de la población”, como
es el triste caso de Veracruz. El CCE, organismo cúpula del empresariado en
México, señala que es fundamental “que haya una corrección de los próximos
gobiernos estatales, ya que ante la caída en los precios del petróleo las
transferencias a los estados desde la Federación se contraerán en los próximos
dos años (…) durante el primer bimestre de este año, Hacienda dio 118 mil 814
millones de pesos en aportaciones a entidades federativas. Tanto estados como
municipios son altamente dependientes de éstas ya que apenas generan el 16 por
ciento de sus ingresos”.
El diario virtual capitalino SinEmbargo -http://www.sinembargo.mx- precisa que “de
los 13 estados en proceso electoral destacan Veracruz y Oaxaca, que tienen
focos rojos en la generación de empleos formales, el porcentaje de trabajadores
en la informalidad y las miles de personas en situación de pobreza y pobreza
extrema”, aunque se queda corto en sus estimaciones, porque no son miles, sino
cientos de miles, o quizá hasta millones, en el caso de Veracruz, aunque como
dice la expresión coloquial, Oaxaca no canta más las rancheras. Veracruz “es un
Estado fallido donde campea la corrupción y evidentemente ninguna política
pública está funcionando. (…)
Es
un estado donde no va a haber soluciones frente a la pobreza mientras sigan
esos niveles de corrupción”, explica el coordinador de Acción Ciudadana Frente
a la Pobreza, Rogelio Gómez. Por su parte la organización México, ¿Cómo Vamos?,
señala que la entidad veracruzana, “lejos de alcanzar los 18 mil 675 nuevos
empleos formales que tiene como meta, dejó de crear 4 mil 287 empleos durante
el primer trimestre de 2016.
En contraste, durante los últimos tres meses del
año pasado, el 61 por ciento de los veracruzanos laboró en el sector informal,
es decir, sin acceso a seguridad social”. Asimismo el Coneval da a conocer que
Veracruz, Oaxaca e Hidalgo “mostraron un crecimiento en los rubros de pobreza y
pobreza extrema, y ambos indicadores reportaron un alza con datos de 2014 del
Coneval”, que resalta que “en cinco estados actualmente en campañas electorales
creció la pobreza extrema de 2012 a 2014: Baja California (de 3.2 a 3.1 por
ciento), Chihuahua (de 3.8 a 5.4 por ciento), Hidalgo (10 de 12.3 por ciento),
Oaxaca (23.3 a 28.3 por ciento), y Veracruz (14.3 a 17.2 por ciento)”, y en cuanto
al porcentaje de personas en pobreza, también se incrementó en cinco entidades
en proceso electoral: Hidalgo (de 52.8 a 54.3 por ciento), Oaxaca (61.9 a 66.8
por ciento), Sinaloa (36.3 a 39.4 por ciento), Tlaxcala (de 57.9 a 58.9 por
ciento) y Veracruz (52.6 a 58 por ciento). La mentada “prosperidad” que ofreció
Javier Duarte de Ochoa hace seis años, durante su campaña a gobernador, nunca
se ha visto, a menos que, como muchos dicen en tono de sorna, “sí se ha
reflejado, en sus finanzas personales”.
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