AUTOR: JORDANA GONZALEZ
El Consejo Indígena y
Popular de Guerrero “Emiliano Zapata” (CIPOG-EZ) denunció tortura y asesinato
de cuatro de sus miembros de origen nahua, crimen ocurrido en la carretera de
Chilapa-Tlapa luego de cumplirse un mes de que 22 comunidades recuperaron la
movilidad de su territorio, ya que estaban cercadas por el grupo paramilitar
Los Ardillos.
Un día después de
reportados como desaparecidos, los cuerpos de María Agustín Chino, Amalia
Morales Guapango, José Benito Migueleño y Miguel Migueleño fueron hallados el
sábado 19 de diciembre en su propia camioneta. “Fueron torturados y torturadas,
atados de las manos y les dieron el llamado “tiro de gracia”, señaló el Consejo
Indígena.
Los miembros de los
pueblos na savi, me pháá, ñamnkue, nahua, afromexicano y mestizo de Guerrero
dijeron que el homicidio de sus compañeros es señal de que “comienzan a
cobrarse la cuota de sangre, porque nos quieren esclavos, sometidos y
sometidas”.
Los tres niveles de
gobierno tienen conocimiento de los conflictos sucedidos en Chilapa, no
obstante “realizan negociaciones en vez de terminar con el crimen organizado”,
advirtieron. “La Guardia Nacional lo sabe todo: el mando del grupo paramilitar
es Celso Ortega Jiménez, y Bernardo Ortega Jiménez, el mando político”.
Además, señalaron que
el subsecretario Alejandro Encinas “sólo vino a sembrar división y compra de
conciencias en Alcozacan, donde fueron asesinados 10 compañeros en una masacre
el 27 de enero de 2020”
Por lo que
responsabilizaron del crimen al gobierno municipal de Chilapa de Álvarez, a
cargo de Jesús Parra García; al gobierno estatal de Héctor Astudillo Flores,
ambos priístas; así como al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador,
dado que, consideraron, él y Encinas “no son diferentes a la administración del
Partido Revolucionario Institucional”.
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