¿Quién imaginaría que un egresado de la Normal Rural de Ayotzinapa pondría a temblar al gobierno y a los empresarios en 1967, cuando se cansó de los congresos y las marchas?
Lucio Cabañas, el maestro que cambió la recolección de firmas por el acopio de fusiles para fundar la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, fue acorralado por siete Batallones de Infantería del Ejército Mexicano el 2 de Diciembre de 1974, muriendo en combate no sin antes haber repartido entre los pobres, durante sus cinco años de lucha armada, Tierra y Libertad.
"Compañeros: esto es una prueba más de que por las buenas nunca habrá justicia para los pobres; por eso siempre habíamos dicho que nos alistáramos para tomar las armas en cualquier momento, y ese momento ya llegó; aquí empieza la revolución, vamos a agarrar las armas para vengar a los compañeros caídos y acabar con la clase explotadora... La forma de nuestra lucha será la guerra de guerrillas, nuestra manera de enfrentar a los caciques será venadeándolos, cayéndoles de repente; también para los guachos, los tiras, los traidores.
Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo."
-Lucio Cabañas Barrientos, Sierra de Guerrero, 1969.
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