“Callar a Rosina es callarnos a todos” “Justicia para Rosina” “Manifestarse no es un delito” ... esos eran algunos de los cientos de mensajes que la ciudadanía de México y al menos 20 nacionalidades más comenzó a escribir en la página de Facebook de Petróleos Mexicanos en respuesta a la convocatoria de Greenpeace para que juntos respaldemos a Rosina y exijamos se retiren los cargos que Pemex puso en su contra por un supuesto daño a un reflector.
Nadie quiere que Rosina, activista de esta organización ambientalista, sea encarcelada hasta por 10 años por participar en una manifestación pacífica para exigir menos petróleo y más energías renovables, y así se lo hicieron saber a Pemex a través de comentarios escritos en su muro. Pero Pemex no quiere evidencia de esta inconformidad e indignación de las personas y borro los comentarios.
A 12 horas de iniciada una ciberacción a favor de nuestra escaladora -que ha alzado la voz a favor del medio ambiente a lo largo de más de 6 años-, al menos 500 personas habían inscrito en el muro de Facebook de la paraestatal mensajes en contra del intento de criminalizar la protesta civil pacífica. La última impresión de pantalla que Greenpeace pudo registrar daba cuenta al menos 200 comentarios. Todos fueron eliminados.
Pemex pide nuestra opinión sobre esta empresa en su página pero ¿no podemos dejar un comentario libremente si éste expone información sobre los absurdos de la empresa? Porque es absurdo intentar llevar a la cárcel a un activista ambiental por un daño, que no han podido comprobar y que aún en caso de haberse causado, es desproporcional que se castigue con cárcel.
Pemex está mostrando su rostro intolerante y deshonesto al eliminar los comentarios que cuestionan su actuación en este caso
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