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Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
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¡Homenaje a un Premio
Nacional De Periodismo!
Bien
dicen que mal andamos los periodistas cuando hablamos de nosotros mimos.
No así
cuando el gobierno ha empeñado sus mejores esfuerzos en reprimir y asesinar a
los comunicadores que no están de acuerdo con ellos. No así cuando Veracruz
vive la peor represión en su historia. Y no así cuando hay quien valientemente
levanta el dedo flamígero para señalar al mal gobierno.
Este
escribano no recuerda cuando la periodista Claudia Guerrero empezó en estas
sangrientas lides, pero sí sus brillantes notas y columnas políticas que han
sacudido las corruptas estructuras de los dos últimos sexenios.
Claudia
Guerrero Martínez recién es galardonada por el Premio Nacional de Periodismo,
una distinción más en su muy brillante carrera en donde ha tenido que luchar
contra todo y contra todos.
Claudia
es una mujer de carácter.
No
purista del lenguaje, pero ni hace falta ante la caterva de saqueadores
que están acabando con Veracruz. No ante quien en la urgencia del día a día
hace de su profesión, como decía Fernando Gutiérrez Barrios, un espejo del
poder.
La
Guerrero, una guerrera, ha sido objeto de manera repetida del desprecio
gubernamental, acusada sin fundamento de recibir prebendas, desplazado su
esposo de un trabajo gubernamental legítimamente ganado, acosada por las y los
prostis de los 400 pueblos, invadida y saqueada en su domicilio y asaltada en
sus modestos negocios de lavandería y no precisamente de dólares… ¡como otros!
Es incómoda a los “Ginos”.
Tampoco
es santa de la devoción de Gina ni de Alberto. Con Montano no se tragan y para
la colega el viejo político Amadeo Flores parece y actúa como “dormido”.
A
Bermúdez no le perdona tanta torpeza en su gestión pública y de Javier Duarte…
Pues ¿qué decir de Javier Duarte?.. pues que en denuncias y pruebas de
corrupción fácil le ganan un millar de periodistas estatales, nacionales e
internacionales, moneros y fotógrafos.
Ni
hablar.
Y es
que para alguien que ha sido acosada como lo ha sido esta luchadora social no
es fácil sobrevivir, particularmente porque Xalapa, su sede, vive del gobierno.
En Xalapa solo hay estudiantes y burócratas.
Que yo
recuerde desde que conozco a Claudia, muy temprano sale a reportear, sus
entrevistas –todas grabadas- para evitar que a “chuchita la bolsearon”, su
periódico virtual “Veraz”, sus programas de TV en internet que hacen opinión y
sus colaboraciones para medios nacionales y estatales.
Claudia
Guerrero acaso nunca quiso una vida periodística tan agitada, pero los actores
de la política que buscaron y siguen buscando atropellarla en sus elementales
derechos como José Antonio Nemi Dib, la aceraron, la hicieron fuerte, creíble,
líder de opinión, la más influyente periodista del estado, de la talla de
Mussio.
Eso no
se le puede regatear.
La
comunicadora tanto está al minuto con su profesión que terminó por hacerla
suya. Acaso por ello su pluma es temida, respetada. Más cuando ha tejido una
alianza profesional con dos de su mismo corte congruente y de permanente lucha
por la libertad de expresión, Armando Ortiz y Virginia Durán Campollo, la
adorable Vicky.
Nunca
será tarde para reconocerla y reiterar la admiración del gremio… casi todo, por
su valiente trabajo que la ha llevado a vivir de una manera modesta, sin
pretensiones ni complicidades. Vive en esa modesta medianía.
Nuevos
tiempos habrán de venir para Veracruz, acaso para bien y es entonces cuando el
incasable trabajo periodístico de Claudia Guerrero Martínez será reconocido por
propios y extraños, por corruptos y honestos.
La
siembra periodística de Claudia es ejemplar en estos tiempos de cambio.
Tiempo
al tiempo.
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